Moncloa activa una campaña para preparar a ciudadanos y empresas frente al Brexit

El Gobierno empieza a activar ya los resortes de cara al Brexit. Especialmente si la retirada del Reino Unido de la Unión Europea es abrupta, como fuentes del Ejecutivo dan por bastante seguro a la vista de las informaciones que llegan de Londres. Uno de esos pasos es la puesta en marcha de una campaña de información orientada tanto a ciudadanos de a pie como a empresas, una acción alojada en la misma página de La Moncloa: allí se ha creado el espacio 'Preparados para el Brexit', y en ella se explica tantó qué implica, cómo ha sido el proceso negociador, cuál es la situación actual, cómo afrontar el divorcio de uno de los socios del club comunitario y qué medidas de contigencia se van a adoptar a nivel interno y europeo. Una ruptura que se producirá, si no hay cambios —y puede haberlos— el próximo 30 de marzo de 2019.

La web abierta por el Ejecutivo relata los distintos escenarios posibles y ofrece datos sobre residencia, aduanas, derecho de sufragio, Seguridad Social, asistencia sanitaria, educación, viajes, comunicaciones e Internet, transporte aéremo y marítimo, servicios financieros, cooperación judicial, inscripciones registrales, pesca, productos químicos, medicamentos, agricultura, contratación... Pretende así dar datos útiles a los operadores económicos y a los ciudadanos sobre cómo abordar la marcha del Reino Unido, tanto si se produce con acuerdo como si no lo hay. También incluye todas las noticias relacionadas con el Brexit a medida que se vayan produciendo.

El Gobierno activa la web la víspera de la votación crucial en el Parlamento británico. Westminster decide este martes si respalda o no el acuerdo de retirada que la 'premier', Theresa May, cerró con Bruselas, que avaló el Consejo Europeo el pasado 25 de noviembre y que cuenta con una fuerte oposición dentro del Reino Unido. De hecho, es muy probable que la líder conservadora sea derrotada, abriéndose un escenario completamente incierto, en el que incluso cabría alternativa de que no hubiera Brexit.

El Gobierno contempla medidas legislativas, logísticas y de comunicación en caso de que al final haya un abandono de la UE sin acuerdo

El Consejo de Ministros ya estudió el pasado viernes un informe de Exteriores sobre la planificación de contingencia en caso de una salida sin acuerdo. Un plan que contenía tres tipos de medidas. De un lado, legislativas, concretadas en un real decreto ley que se aprobaría en febrero que modificaría algunos aspectos normativos y promovería la adopción, por vía reglamentaria, de iniciativas adicionales. Este real decreto se activaría en caso de que Londres abandonara la UE a las bravas. Segundo paquete: medidas logísticas, dirigidas a la dotación de medios personales y materiales para afrontar una salida sin acuerdo. Y tres, una campaña de comunicación cuyo pilar central es el espacio web en la página de La Moncloa que el Gobierno abrió precisamente este lunes.

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Pedro Sánchez ha sido muy insistente en los últimos meses a la hora de exponer que el Ejecutivo estaba elaborando esos planes de contingencia en previsión de un divorcio abrupto. A la vez, ha venido instando a las empresas a que elaboren también ellas mismas esos planes para afrontar todo tipo de escenarios. Y es que, si no se modifica la hoja de ruta, el Reino Unido pasará a ser un país tercero a las 00:00 horas del 30 de marzo de 2019.

La UE reafirma su compromiso de que la negociación sobre la futura relación con Londres sea rápida para no tener que recurrir a la 'backstop'

Este lunes, la UE, precisamente para vencer las resistencias de la oposición a May, reiteró su compromiso de que la solución de salvaguarda para Irlanda —uno de los puntos claves que dificulta la aprobación del acuerdo de retirada por el Parlamento británico— nunca llegue a estar en vigor, pero también reiteró que no habrá cambios en el texto ya consensuado y validado por los Veintisiete. La carta a la 'premier' la firman los presidentes del Consejo y de la Comisión, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker, y ambos recuerdan que los líderes de la Unión ya prometieron en diciembre trabajar rápidamente un un pacto que no haga necesario echar mano de ese 'backstop', informa EFE.

Ese plan de salvaguarda figura en el tratado de retirada y señala que el Reino seguirá dentro de la unión aduanera hasta que el Reino Unido y Bruselas sean capaces de firmar una nueva relación comercial. Si no lo lograran dentro del periodo de transición —el que se extendería desde el 30 de marzo de 2019 hasta el 31 de diciembre de 2020—, Irlanda del Norte seguiría formando parte de ese espacio. Lo que se pretende es que se levante una nueva frontera física que separe a las dos Irlandas, lo que podría poner en riesgo los acuerdos de paz de Viernes Santo. Londres aceptó que todo el país quede dentro de la unión aduanera el tiempo en que estuviera en marcha la 'backstop'. Irlanda del Norte gozaría de un estatus especial más en la órbita con el mercado único, con el objetivo de mantener abierta la frontera por el sur (con Dublín), clave para la estabilidad y el mantenimiento de los citados acuerdos de paz.

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El 'deadline' son las elecciones

Los opuestos al pacto cerrado con Bruselas entienden que este 'backstop' o solución de emergencia, para la que no hay fecha de límite temporal, podría suponer que Londres permaneciera atado a las estructuras comunitarias mucho tiempo después de que el Brexit se materialice. Y que peligra así, creen, la integridad territorial del país. De ahí que Juncker y Tusk se comprometieran este lunes por carta a emplear "los mejores esfuerzos" para concluir antes de finales de 2020 la negociación que establezca la futura relación con Londres. La polémica en torno a la 'backstop' sigue obstruyendo los acuerdos y haciendo casi imposible una victoria de May.

Borrell subraya cómo las dificultades del Brexit manifiestan cómo sería más complicada aún una ruptura de Cataluña respecto de España

Este lunes, en un desayuno informativo de Europa Press, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, consideró "muy posible" que al final se prorroguen los plazos para que el Reino Unido salga más tarde de la UE. "El verdadero 'deadline' son las elecciones al Parlamento Europeo, que se han planteado sin el Reino Unido", apuntó, convencido de que May saldrá derrotada en la votación en Westminster de este martes. Para el 26-M ya se han repartido parte de los escaños que correspondían a Londres entre los países miembros —la Eurocámara saliente tiene 751 diputados, 73 de ellos británicos, y se pasa a un pleno de 705; 27 escaños se distribuyen entre los socios, y de hecho España pasa de elegir 54 eurodiputados a votar 59—, de modo que si el Reino Unido permaneciera una nueva legislatura habría que deshacer lo acordado.

El ministro subrayó que "un Brexit por las bravas sería una catástrofe para todo el mundo". "Hago votos por que tal circunstancia no ocurra", demandó, aunque recordó que el Ejecutivo está preparado para afrontar cualquier tipo de escenario. Borrell sí quiso trazar la comparación con Cataluña. El caso británico está manifestando lo "complicado" que es desconectar un país que a fin de cuentas tiene su moneda, sus fronteras, sus instituciones políticas soberanas, menos una unión aduanera y una participación en el mercado único. Si a Londres le está costando Dios y ayuda rehacerse en un mundo global, "uno se pregunta cómo es posible que alguien pudiera hacer creer a los catalanes que la independencia se podía hacer de la noche a la mañana", cuando la comunidad comparte prácticamente todo con España. El ministro aprovechó entonces para cargar contra los separatistas: "El grupo de flautistas de Hamelín que llevaron al borde del precipicio a la sociedad catalana no eran conscientes de lo que estaban haciendo".