Casado ficha a Suárez en plena ofensiva del PSOE para colocarlo en la extrema derecha

En plena campaña del Gobierno de Pedro Sánchez para situar a Pablo Casado en la derecha extrema, el presidente del Partido Popular ha fichado al hijo del primer inventor del centrismo y jefe del Ejecutivo de la Transición. Adolfo Suárez Illana apoyó al sucesor de Mariano Rajoy desde el principio de su carrera durante las primarias del partido, cuando el entonces vicesecretario y portavoz de los populares competía, al tiempo, contra la heredera favorita del jefe, Soraya Sáenz de Santamaría, y contra la jefa de la mayor parte del aparato en la sede de Génova, María Dolores de Cospedal.

En el PP otorgan a Casado el mérito personal de haber pensado desde el principio en la figura de Suárez para la anunciada renovación ideológica y programática del partido, cuestiones abandonadas por su predecesor ante las urgencias de la crisis económica y la respuesta al desafío independentista en Cataluña.

En las últimas citas electorales, ante el empeño de Albert Rivera en presentarse como el nuevo Adolfo Suárez, la dirección del PP tuvo que maniobrar para que el líder de Ciudadanos no se apropiara de esa herencia, la del centrismo histórico, aunque solo fuera a efectos de imagen. El disputado hijo de la figura de la Transición posó con Rajoy en Ávila ante la estatua de su padre, pero sin romper con Rivera.

Ahora Casado puede presumir de recuperar a Suárez Illana para las filas del PP (ya fue candidato en Castilla-La Mancha en tiempos de Aznar), y esta vez con dedicación plena. Desde Concordia y Libertad, su misión es montar una "fundación de fundaciones" que aúne los principios y propuestas programáticas de todas las corrientes ideológicas representadas por los populares desde su congreso de 1990 al reunir a conservadores, liberales y democristianos, muchos de ellos repescados del naufragio de la UCD. La integración de los restos del CDS de Suárez vino a continuación.

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El presidente del PP quiere reeditar ese proceso de integración después de que los riveristas irrumpieran en el mapa electoral nacional en 2015. Aunque en sus orígenes compitiera por el espacio de la socialdemocracia, Ciudadanos ha recogido a la mayoría de sus votantes de los antiguos feudos de los populares.

Casado encarga a Suárez un foro de pensamiento, debate y elaboración de propuestas donde "la sociedad civil y el centro-derecha liberal conservador tengan su sitio", como explicó él mismo después de la primera reunión del patronato.

Al cumplir 40 años la Constitución, el nuevo presidente del PP quiere que su partido encarne por encima de los demás competidores los valores de la Transición y del texto fundacional de la democracia, "marco de convivencia y de libertad que más ha servido a los españoles" y que debe seguir en vigor.