Sánchez habla con Delgado y la respalda frente a los "intentos de chantaje" de Villarejo

Pedro Sánchez mantiene su "confianza" en la titular de Justicia y la defiende frente a los "intentos de chantaje" por parte del comisario jubilado, y hoy en prisión, José Manuel Villarejo. Es el mensaje que emite el Gobierno para intentar luchar contra las nuevas revelaciones que acechan a Dolores Delgado.

Fuentes del Ejecutivo informaron de que el presidente habló con su ministra este lunes, tras conocerse los audios, difundidos primero por el digital 'Moncloa.com', que descubren que Delgado mantenía una relación de familiaridad con el policía. Las grabaciones corresponden a una comida que ambos compartieron, junto con otras cuatro personas —entre ellas, el magistrado inhabilitado Baltasar Garzón—, en 2009. Tras hacerse público ese encuentro, el ministerio lanzó un comunicado en el que Delgado afirma que en los 25 años que ha estado en la Audiencia Nacional ha coincidido con Villarejo en tres ocasiones. Era su cuarta versión de los hechos en apenas una semana.

El presidente charló con Delgado, "como es natural", señalaban en el Gobierno. Sánchez se encuentra de gira por Norteamérica. Ayer domingo aterrizó a Montreal, donde se reunió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y esta tarde —mañana en EEUU— voló hasta Nueva York, donde permanecerá hasta el jueves, por la apertura del 73º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU. No regresará a España hasta el domingo, tras la última estación de Sacramento y Los Ángeles.

En La Moncloa advierten de que los hechos "se manipulan de forma artera" por el policía para "dañar a un Estado que persigue sus desmanes"

En el Ejecutivo se remiten al comunicado lanzado por Justicia y a las explicaciones que ella misma va a dar en el Congreso a petición propia. En concreto, el presidente, siempre según fuentes de La Moncloa, considera que se trata de un "intento de chantaje" por parte de Villarejo, en una línea de actuación análoga, subrayan, a la que siguió con el Rey emérito. Se referían a las grabaciones de la examiga íntima de don Juan Carlos, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en las que ella alegaba, ante Villarejo, que el exjefe del Estado la utilizó como testaferro y tenía cuentas en Suiza. Los hechos, las conversaciones de hace casi una década, dicen en el Ejecutivo, "se manipulan de forma artera para dañar a un Estado que persigue sus desmanes".

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Versión cambiante

La "confianza" de Sánchez en Delgado se mantiene. La expresó el pasado viernes la portavoz, Isabel Celaá, y la reitera ahora el líder del Gabinete. "Ahora mismo su puesto no peligra para nada. Ahora mismo, el Gobierno se hace eco de las explicaciones que ella ha dado", insisten desde La Moncloa, donde no obstante reconocen que están "a la espera" de más acontecimientos, si es que se producen. En el Ejecutivo se temen que el caso tenga más episodios.

"Ahora mismo su puesto no peligra para nada. Ahora mismo, el Gobierno se hace eco de las explicaciones que ella ha dado", dice el Ejecutivo

Tanto Delgado como La Moncloa apuntan a Villarejo como autor de este intento de derribo o de ataque al Estado. Pero la versión proporcionada por la titular de Justicia de cuál era su relación con el comisario jubilado ha sido cambiante desde que este diario informara de que la Audiencia Nacional había abierto una pieza secreta para saber si pudo intermediar a favor del naviero Ángel Pérez-Maura en una presunta cita con Villarejo.

Primero Justicia aseguró que la ministra no había mantenido ningunar relación "de ningún tipo" con el policía. Luego ella misma precisó que se refería a que no había tenido ningún lazo "profesional" con él. Y más tarde negó cualquier relación con Villarejo, oficial o no oficial, personal o profesional "más allá de haber coincidido en compañía de otras personas en algún evento". Este lunes, el ministerio sentenciaba que "a lo largo de los 25 años en que Dolores Delgado ha trabajado en la Fiscalía de la Audiencia Nacional tiene recuerdo de haber coincidido con el comisario José Villarejo en tres ocasiones junto a otros mandos policiales y cargos judiciales y fiscales".

En el encuentro del 23 de octubre de 2009 participaron, además de la hoy ministra y del policía, el exmagistrado Baltasar Garzón; el entonces director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, Miguel Ángel Fernández Chico —ya fallecido—, y dos mandos policiales adjuntos al DAO de la época, Enrique García Castaño, alias 'el Gordo' —mano derecha de Villarejo, y también imputado—, y el comisario Gabriel Fuentes.

Ese evento, dice Justicia, fue "convocado" por Fernández Chico para "celebrar la concesión de una medalla al comisario Villarejo por el Ministerio del Interior". Delgado "no estaba invitada, pero acudió acompañando al entonces magistrado Baltasar Garzón a petición de este". La ministra conoce al exjuez, admite la nota, desde hace 19 años, "en los que ambos participaron en la desarticulación de cárteles de la droga, comandos de ETA y el entramado institucional de la organización terrorista". "Su amistad es pública y notoria". Delgado, como fiscal, "ha trabajado en varias ocasiones junto al comisario principal Enrique García Castaño, al igual que otros muchos jueces y fiscales de la Audiencia", porque él es "uno de los principales expertos españoles en materia de terrorismo yihadista y de ETA".

"El comisario José Manuel Villarejo se encuentra en prisión provisional como presunto autor de delitos muy graves. Su estrategia procesal es atacar al Estado y sus instituciones. Primero cargó contra la Jefatura del Estado con grabaciones relacionadas con el Rey emérito. Ahora ataca al Ejecutivo en la persona de la ministra de Justicia", advertía el comunicado del departamento que dirige Delgado. Las informaciones que la relacionan con supuestos favores a un cliente del policía, Ángel Pérez-Maura, en un procedimiento de extradición en la Audiencia Nacional durante su etapa de fiscal "fueron desmentidas tanto por la Fiscalía de ese tribunal como por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el organismo que reclamaba a esa persona". El comunicado concluía con la proclamación de Delgado de que no dimitirá: "Va a seguir trabajando como hasta ahora para mejorar la calidad de la Justicia como servicio público".