La moción de censura deja bloqueados 244 coches camuflados de la Policía Nacional

La moción de censura que hizo a Pedro Sánchez presidente del Gobierno el pasado 1 de junio paralizó algunos proyectos que el anterior inquilino de la Moncloa, Mariano Rajoy, estaba a punto de cerrar. Entre estos, la prórroga de un contrato de renting sobre 244 vehículos policiales camuflados. Según fuentes del Ministerio del Interior, los coches tenían que renovar su contrato y el Ejecutivo del PP se disponía a hacerlo en el Consejo de Ministros que iba a celebrarse precisamente ese viernes 1 de junio y que tuvo que suspenderse porque el Congreso de los Diputados aprobó la moción de censura.

El Consejo de Ministros no se celebró y no pudo renovar el contrato de renting, por lo que este quedó en suspenso y los vehículos fueron inmovilizados por la Dirección General de Policía, que aún hoy mantiene todos los automóviles bloqueados. Desde Interior explican que el nuevo equipo del ministerio está ya llevando a cabo los trámites necesarios para retomar el asunto. "Se está haciendo todo lo posible porque vaya a un próximo consejo de ministros con la máxima agilidad posible", explican desde el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska.

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La fecha concreta en la que el Gobierno prevé renovar el contrato de renting, sin embargo, aún no pueden especificarla desde el ministerio. De momento, la División Económica y Técnica de la Policía tiene que volver a revisar el expediente con el fin de determinar cómo se pude solucionar el asunto. Fuentes policiales explican que los expertos del área han puesto sobre la mesa dos modos de desbloquear la situación y que la cuestión es si se apuesta por una o por otra.

Durante este último mes, las quejas de los policías que tenían que utilizar estos vehículos y no podían hacerlo han sido constantes en el ámbito interno. Los agentes han tenido que usar otros automóviles no camuflados o algunos más antiguos o simplemente buscar alternativas que no impliquen el vehículo para llevar a cabo su actuación policial.

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La Policía utiliza los coches camuflados fundamentalmente para realizar seguimientos en investigaciones dirigidas por los jueces. Se trata de coches adaptados a la función policial, pero que aparentemente son un utilitario normal. Tan solo dejan ver su verdadera identidad cuando sacan los indicativos luminosos o sonoros, que muestran al público que el vehículo pertenece a la Policía. La escasez de estos automóviles tan funcionales reduce lógicamente las posibilidades de actuación de los agentes.

Las direcciones generales de la Policía Nacional y de la Guardia Civil firman habitualmente contratos de renting de vehículos para el uso de ambas corporaciones desde 1998 porque reduce sustancialmente el coste que ambos departamentos tienen que abonar en total por la cobertura de este servicio. En concreto, el sistema reduce los gastos de administración y mantenimiento de la flota, permite un control detallado de los costes y ofrece unos vehículos con mejores prestaciones al tener un parque móvil siempre modernizado.