Los plazos para las elecciones dificultan la moción de censura

Los plazos para convocar elecciones generales, combinados con los diferentes intereses de los partidos, dificultan y hasta bloquean el avance de la moción de censura presentada por Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.

Los socialistas, según explicó Sánchez el viernes, quieren tener un periodo de gestión para poder poner en marcha algunas medidas sociales antes de las elecciones. El líder socialista habló de "el plazo más breve posible" y sin determinar lo que ha provocado diferentes versiones de dirigentes socialistas.

El PNV, necesario para completar la mayoría necesaria si Ciudadanos no se suma, no quiere elecciones inmediatas por el riesgo de que gane Albert Rivera y Ciudadanos pusiera en marcha medidas que frenaran los acuerdos presupuestarios pactados con el PP, las transferencias que se negocian o el propio cupo al que se opuso el partido naranja. Por eso, dirigentes socialistas temen que insistir en las elecciones inmediatas puede alejar a los nacionalistas vascos. Mientras, otros aseguran que podrían celebrarse a final de este año, aunque ese detalle nunca se ha debatido ni aprobado en ningún órgano del partido, de ahí el desconcierto que muestran.

Además, aunque esté el PSOE en el Gobierno las mayorías parlamentarias serán las mismas y, por tanto, se mantendría la dificultad para aprobar medidas propuestas. Solo dejaría de haber vetos del Gobierno pero, por ejemplo, la reforma de la ley mordaza o ley de seguridad ciudadana está parada por falta de acuerdo del resto de partidos, no por veto del Ejecutivo o del PP.

La otra alternativa es la de Ciudadanos que ahora quiere elecciones cuanto antes. Su plan hace una semana era mantener la legislatura con Mariano Rajoy desgastándose y ellos creciendo. Una vez planteada la moción de censura, lo que no quieren es al PSOE en el Gobierno con opciones de crecer y, por eso, presionan para que las elecciones sean inmediatas.

Su cálculo se basa en el de todas las encuestas que, según sus estudios, podrían darle ahora la victoria. Más aún con un PP sin líder una vez que Rajoy pierda una moción de censura. Sus intereses en cuanto a los plazos son, por tanto, diferentes a los de PSOE y PNV y también incompatibles.

Podemos, a estos efectos, no cuenta porque ya han dado por hecho que apoyarían a Pedro Sánchez y su moción de censura

La moción, en todo caso, no se debatirá antes de la semana del 4 de junio. Si saliera adelante, el nuevo presidente podría disolver las Cortes, pero harían falta sesenta días, es decir, esos comicios serían en agosto si se cumpliera la pretensión de Ciudadanos. Y la fecha no parece conveniente para unas elecciones generales.

Podemos, a estos efectos, no cuenta porque ya han dado por hecho que apoyarían a Pedro Sánchez y su moción de censura, independientemente de las fechas para nuevas elecciones.

Y al PP ninguna fecha le viene bien. La opción de dimisión o de convocatoria de elecciones inmediatas las descartó Rajoy en su comparecencia del viernes. Dejó claro que no ve razón alguna para tomar ninguna de esas decisiones.

La dimisión es posible aunque esté presentada la moción y lo que sí haría es hacer que decaiga. Haría falta una nueva investidura de otro presidente. Pero esta opción la descarta Rajoy.

También descarta la de las elecciones aunque en este momento es imposible legalmente. Por eso, las peticiones de convocatoria inmediata de elecciones sin moción de censura carecen de sentido por la voluntad del que podría hacerlo y, sobre todo, por imposibilidad legal.

Rajoy quiere agotar la legislatura o, en su defecto, llegar a diciembre de 2019 cuando se cumplan ocho años de su victoria electoral.