Villarejo iba a Panamá a dar clase de blanqueo horas antes de caer... por blanqueo

El comisario jubilado de la Policía Nacional José Manuel Villarejo se disponía a viajar a Panamá para participar como conferenciante en el Foro Compliance, organizado por Moncada Abogados, cuando fue detenido el pasado 3 de noviembre por formar parte de una supuesta trama de blanqueo de capitales investigada por la Fiscalía Anticorrupción junto al también comisario Carlos Salamanca.

Así consta, de hecho, en un escrito presentado un día antes de la detención por el propio Villarejo ante el Juzgado número 43 de Madrid, que investiga al comisario en el marco de una causa abierta tras la denuncia del que fuera jefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional Marcelino Martín Blas.

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El comisario ahora encarcelado esgrimió en el citado escrito que no podía acudir a la citación del Juzgado 43, que le había emplazado para comparecer en calidad de investigado para el siguiente 22 de noviembre, debido a que ese día se iba a encontrar fuera de España. Argumentó que había sido invitado al mencionado encuentro y que tenía ya los billetes para viajar entre los días 20 y 25 de noviembre de 2017.

Villarejo, que reclamaba al Juzgado 43 que cambiara la fecha de la declaración, adjuntaba incluso el folleto del mencionado foro, en cuyo cartel aparecía él mismo como uno de los expertos en prevención del delito, cooperación internacional, rastreo de bienes por el extranjero, corrupción transnacional, intercambio de información, el lenguaje del crimen organizado, regulación tras los Panama Papers o prevención del blanqueo.

La respuesta del Juzgado 43, sin embargo, ni siquiera fue necesaria. El comisario no viajó finalmente a Panamá, donde le esperaba el Trump International Hotel & Tower, en el que iba a llevarse a cabo el evento. Varios agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional le detuvieron un día después de presentar el escrito por orden del Juzgado 6 de la Audiencia Nacional tras una investigación coordinada por la Fiscalía Anticorrupción, que acusaba a Villarejo, entre otros delitos, de blanqueo de capitales o pertenencia a organización criminal.

En concreto, el ministerio público señalaba a ambos por haber organizado supuestamente una trama dedicada a “reintroducir en España y otros países de la Unión Europea fondos procedentes de actividades ilícitas vinculadas a la corrupción internacional en los negocios”, así como a facilitar la entrada en España de ciudadanos extranjeros de forma ilegal y aceptar obsequios y pagos a cambio de estas gestiones. Salamanca era el responsable de las dependencias policiales del aeropuerto de Barajas, donde según Anticorrupción daba las órdenes para permitir el acceso de estas personas a territorio español.

Junto a Salamanca y Villarejo, fueron detenidas otras cuatro personas. Además, los agentes de Asuntos Internos registraron una decena de domicilios de los arrestados en Madrid, Málaga y Valencia, y se incautaron de numerosos dispositivos electrónicos con material que aún están analizando. El comisario Salamanca se encuentra ya en libertad provisional, después de que el pasado 6 de marzo el magistrado de refuerzo del Juzgado 6, Diego de Egea, admitiera el recurso del policía sin reclamar siquiera informe a la Fiscalía. De Egea ordenó que el investigado se personara en el juzgado una vez al mes, así como que entregara su pasaporte.

Villarejo, sin embargo, continúa viviendo entre las rejas de la prisión de Estremera, donde las primeras semanas compartió celda con Salamanca. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional desestimó su recurso el pasado diciembre.