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El pasado lastra a Granados: el volquete de putas, la pasta en el altillo, la 'gestapillo'...
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las pruebas se van acumulando contra él

El pasado lastra a Granados: el volquete de putas, la pasta en el altillo, la 'gestapillo'...

¿Tiene Granados suficiente credibilidad para apuntalar las graves acusaciones de su última declaración? Sus antecedentes y las pruebas del caso Púnica son una losa si no aporta pruebas

Foto: Ilustración: Raúl Arias.
Ilustración: Raúl Arias.

"Ahora habéis conocido al verdadero Granados. Claro, como antes cuando estaba en el poder era muy campechano y gracioso, todos le reíais las gracias. Ahora ya le habéis calado. Siempre fue así. Rencoroso y vengativo. Un tipo peligroso", señala una de las personas citadas por el ex secretario general del PP de Madrid y otrora poderoso consejero de Esperanza Aguirre en la larga y sibilina declaración que realizó este lunes en la Audiencia Nacional. "Es un mentiroso, un mezquino y un miserable", sentenció Cristina Cifuentes tras enterarse de las acusaciones sin probar de Granados hacia su persona, incluido su presunto romance con Ignacio González.

Granados disparó, pero no aportó ninguna prueba. Al parecer, tampoco lo hará en su próxima declaración, fechada para el 20 de febrero. Disparó y encontró la repercusión mediática que esperaba. Medias verdades, medias mentiras. Según a quién se pregunte. El daño ya está hecho. Pero ¿tiene Granados suficiente credibilidad para apuntalar sus palabras? Su pasado le lastra hasta ahora. El famoso volquete de putas, la pasta en el altillo de la casa de sus suegros, la supuesta 'gestapillo' que montó junto a González en el Gobierno regional, su abultado patrimonio... Y sobre todo, las pruebas que se van acumulando contra él en el extenso sumario del caso Púnica.

Foto: El exconsejero madrileño, exdirigente del PP y presunto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, a su salida de la sede de la Audiencia Nacional. (EFE)

Su fortuna en el extranjero

Fue su primera china en el zapato. Que en febrero de 2014 se hiciera público, cuando era senador, que llegó a tener 1,5 millones de euros en Suiza. Ya había sido defenestrado del PP de Madrid y de los gobiernos de Aguirre, y recolocado en la Cámara Alta. Granados siempre ha defendido que el dinero tiene una procedencia legal, que abrió la cuenta en Suiza con unos ahorros que le dejó su padre y que esta fue engordando gracias a su trabajo de bróker. Al final, la Audiencia Nacional ha podido contrastar que llegó a tener 1,67 millones de euros y que abrió el primer depósito solo 16 días después de llegar por primera vez a la alcaldía de Valdemoro, el 20 de julio de 1999. Su gestor suizo, Michael Trevor Langdon, declaró ante el juez que Granados le llegó a dar dinero en metálico en su despacho de la consejería.

Ahora, el juez instructor, Manuel García Castellón, y la Fiscalía Anticorrupción intentan delimitar la fortuna de Granados en el extranjero, amasada durante años con el presunto cobro de comisiones ilegales. Los investigadores no solo buscan en Suiza, también en Mónaco y la isla Mauricio, paraíso fiscal. Anticorrupción cree que durante la época en que Granados ejerció el poder en la Comunidad de Madrid, entre 2003 y 2011, se instauró una "corrupción sistémica en la adjudicación de obras de infraestructuras" con el pago de comisiones a cambio de contratos públicos.

placeholder Esperanza Aguirre, junto a Francisco Granados (derecha) e Ignacio González (izquierda). (EFE)
Esperanza Aguirre, junto a Francisco Granados (derecha) e Ignacio González (izquierda). (EFE)

El volquete de putas

Antes de la Púnica, Granados ya tenía un pasado polémico, salpicado también de algún que otro episodio judicial. Ya es famoso el "volquete de putas", inmortalizado en una grabación que hizo pública el diario 'El Mundo' en su casa y que puso aún más pimienta al famoso caso de los espías, que la Fiscalía ha pedido cerrar tras más de ocho años de instrucción. En 2008, en la cúspide de su poder dentro de la Comunidad de Madrid, Granados tuvo tiempo de montar una especie de servicio de inteligencia, una 'gestapillo', para espiar a rivales políticos y compañeros del propio PP. Al parecer, había dos servicios de 'espías', uno a las órdenes de Granados y otro a las del que ya se estaba convirtiendo en su principal enemigo, Ignacio González. La frase no fue suya, pero se pronunció en la reunión casera en la que Granados aleccionaba a los 'espías' sobre cómo debían declarar en sede judicial.

Foto: El exconsejero madrileño, exdirigente del PP y presunto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, a su salida de la sede de la Audiencia Nacional. (EFE)

El famoso altillo con 942.000 euros

Otro de los episodios históricos de Granados: el día en que la Guardia Civil encontró en la casa de sus suegros 942.000 euros en metálico, localizados en noviembre de 2015 dentro de una maleta oculta en el altillo de un armario. Al principio, sus suegros le defendieron y dieron explicaciones nada creíbles ante el juez. "No lo sé, señoría, en mi casa ha entrado mucha gente del Ikea y fontaneros", declaró Juan Alarcón sobre la procedencia de los billetes. El tiempo les ha hecho recuperar la memoria. Sus abogados acaban de presentar un escrito y acusan a Granados de utilizar a sus suegros "en su exclusivo beneficio" y sin su consentimiento. Aseguran que el dinero es propiedad de su yerno y que lo escondió en su altillo "abusando" de su confianza y de sus "limitaciones físicas".

La agenda de Granados

Una de las pruebas clave en la pieza que investiga la financiación ilegal del PP de Madrid. La agenda negra, un cuaderno Moleskine de 124 páginas, fue decomisada en octubre de 2014 y recoge una serie de entregas de dinero para el partido y un listado de 14 empresas de distintos sectores que supuestamente participaron en la caja B. En ella hay un apunte de 500.000 euros que se pudo llevar el propio Granados. Lo más curioso de su declaración de este lunes es que Granados ha admitido que las campañas de Aguirre tuvieron una financiación "paralela" a la oficial, que González y Cifuentes tenían pleno conocimiento de ello, pero que él como secretario general no tuvo nada que ver. Tampoco su agenda, donde no apuntaba mordidas, sino la presencia de afiliados a mítines del partido.

placeholder El empresario y exsocio de Francisco Granados, David Marjaliza. (EFE)
El empresario y exsocio de Francisco Granados, David Marjaliza. (EFE)

Los regalos de Marjaliza...

El empresario David Marjaliza, uno de los principales imputados en el caso y la principal línea de investigación que tiene la Fiscalía gracias a su colaboración, puede terminar de apuntillar la credibilidad de Granados. Marjaliza, ya examigo, ha señalado que Granados era uno de los destinatarios de sus regalos. Con el alias de 'Futuro', Marjaliza apuntó las dádivas que recibió el político. "Le pagué la campaña electoral [a las municipales] de 1999, de 2003, escopetas, televisiones, viajes a Ibiza... Todo eso estaba anotado en un cuaderno". El constructor también afirmó que Granados acudía a menudo a su despacho a recoger dinero en metálico que él mismo le entregaba dentro de una bolsa de papel de una conocida marca de estilográficas.

... y las comisiones

Los investigadores están analizando si Granados se llevó comisiones por las obras del Plan Prisma, la adjudicación de parcelas en los consorcios urbanísticos, la construcción de colegios con conciertos, y por algunas obras de metro. En este último punto, la colaboración de Marjaliza está siendo clave. El empresario ya ha confesado que él, Granados y Javier López Madrid se repartieron a partes iguales una comisión ilegal de 3,6 millones de euros por el amaño de tres obras del suburbano madrileño: las del Metro Ligero a la localidad de Boadilla del Monte, el tramo 1-B del Metro Norte y el tramo 1-C de la conexión entre la línea 10 y el Metro Sur. Todas ellas fueron adjudicadas en 2004, cuando Granados era consejero de Transportes.

placeholder Una foto de Granados en el yate 'Myriam' con sus dos hijas.
Una foto de Granados en el yate 'Myriam' con sus dos hijas.

El 'Falcon Crest' abulense

La causa incluye un informe de la Guardia Civil que señala que Granados disfrutó desde 2004 hasta su ingreso en prisión en 2014 de una finca de 842.881 metros cuadrados con mansión, caballerizas, tentadero, piscina e incluso un embalse, que estaba a nombre de dos constructores a los que presuntamente favoreció con recalificaciones y convenios urbanísticos. La propiedad está ubicada en el paraje de Fuentenebro del término municipal de Higuera de las Dueñas (Ávila), a solo hora y media de sus despachos del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Su primera condena a dos años de prisión

Tampoco hay que olvidar que Granados ya ha sido condenado a dos años de prisión en la única pieza del caso que ya se ha juzgado: el chivatazo. Según la sentencia, el soplo provocó un "intenso" daño a la investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil así como al esclarecimiento de los hechos que rastreaban los agentes. En el juicio se declaró que Granados, tras enterarse de que los estaban investigando, pidió a Marjaliza que quemara documentación un día de niebla. El empresario quemó tres carros de la compra hasta arriba de papeles comprometidos.

"Ahora habéis conocido al verdadero Granados. Claro, como antes cuando estaba en el poder era muy campechano y gracioso, todos le reíais las gracias. Ahora ya le habéis calado. Siempre fue así. Rencoroso y vengativo. Un tipo peligroso", señala una de las personas citadas por el ex secretario general del PP de Madrid y otrora poderoso consejero de Esperanza Aguirre en la larga y sibilina declaración que realizó este lunes en la Audiencia Nacional. "Es un mentiroso, un mezquino y un miserable", sentenció Cristina Cifuentes tras enterarse de las acusaciones sin probar de Granados hacia su persona, incluido su presunto romance con Ignacio González.

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