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Iglesias asume errores en Cataluña, constata un giro derechista y pide pasar a la acción
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exhorta a errejón para que lance ya su campaña

Iglesias asume errores en Cataluña, constata un giro derechista y pide pasar a la acción

Reclama que se vuelvan a celebrar los tradicionales debates sobre el estado de la nación, buscando robar al PSOE el título de jefe de la oposición, y anuncia una batería de iniciativas parlamentarias

Foto: Pablo Echenique y Pablo Iglesias. (EFE)
Pablo Echenique y Pablo Iglesias. (EFE)

Pablo Iglesias se ha dirigido por primera vez desde el 21-D al máximo órgano de decisión en Podemos, el consejo ciudadano estatal, para realizar un negativo y autocrítico balance político sobre el pasado año, una lectura del actual contexto, poco halagüeño por constatar un "giro reaccionario", y señalar las prioridades estratégicas de cara al próximo ciclo electoral, pasando de las palabras a los hechos con una agenda parlamentaria cargada de una batería de propuestas sociales y recuperando su presencia en la calle. La autocrítica sobre su posición en la crisis con Cataluña ha sido clara: "El año no ha acabado bien, hemos tenido un mal resultado electoral en Cataluña. Si el de hace dos años fue malo y lo calificamos de altamente decepcionante, el del 21-D ha sido peor", ha afirmado para concluir que "deberíamos haber hecho las cosas mejor".

El 'procés', que considera "agotado", habría tenido asimismo una consecuencia directa en la configuración del bloque de partidos fuera de Cataluña, según el análisis político expuesto esta mañana por el líder de Podemos durante cerca de una hora, marcado por un "giro reaccionario de estilo monárquico". Su primera consecuencia es que el PSOE "ha renunciado a que seamos su socio preferente, y esto no es buena noticia para el cambio político". Tras desplazar a los socialistas hacia el bloque de la restauración por impedir una moción de censura, Iglesias pretende erigirse así como la verdadera fuerza de oposición, y ha exigido a Rajoy que se vuelvan a celebrar los tradicionales debates sobre el estado de la nación, que desde la llegada de Podemos al Congreso no se han producido.

Iglesias dice que "toca autocrítica" y pide debate pero fuera de los medios.

Sin mencionar directamente a Pedro Sánchez, el secretario general de Podemos ha reclamado que o bien se está a favor de la corrupción como forma de Gobierno o se está en contra. No valen las medias tintas, por lo que ha reprochado la foto con el presidente del Gobierno "de aquellos que decían que nunca pactarían con Rajoy. Se han visto cómodos", ha lamentado, como habrían demostrado quienes dijeron que "vamos a echar una mano" al Gobierno.

El impulso a la acción institucional, que comenzará a traducirse en las próximas semanas con iniciativas de ley -la primera sobre un impuesto a la banca adelantándose a los socialistas-, se coordinará reforzando su presencia en las batallas sociales que se den en la calle, como la lucha por el mantenimiento de las pensiones y contra la precariedad. En este punto volvió a recurrir a la autocrítica: "No hemos logrado meter en la agenda los temas sociales y no valen excusas".

El ciclo electoral 2019-2020 también estará muy presente en su agenda para este año, hasta el punto de que ha exhortado a Íñigo Errejón que ponga ya en marcha su campaña electoral, consciente de la importancia de mantener las alcaldías conquistadas y extender estas victorias a las comunidades autónomas, como paso previo para llegar con posibilidades a las elecciones generales. "Tenemos que empezar la campaña -para las municipales y autonómicas- ya para que el cambio sea posible y viable", además del "único fundamento para el éxito electoral en 2020". En esta línea ha anunciado que se iniciará los trabajos tanto para determinar las líneas maestras de la estrategia municipalista como para incrementar el apoyo a los cuadros "y futuros concejales" mediante el relanzamiento de una nueva formación política.

"El día que me digáis que mi puesto está en otro sitio, no me costará nada de esfuerzo estar en esa otra posición, pero ahora trabajaré para ganar"

Los retos electorales no serán fáciles, tampoco la nueva dinámica de una formación que, tras la ruptura de facto con el PSOE, se siente aislada como la única herramienta de cambio pues, según ha subrayado Iglesias, es lógico "que los aparatos mediáticos y de Estado nos golpeen. Si te enfrentas al régimen, reacciona y hay que vivir con naturalidad que no se aplican las mismas reglas del juego a nosotros que al resto".

Nuevo momento aquí para la autocrítica: "Debemos distinguir entre los propietarios de los medios y los profesionales, que tienen que llenar la nevera, y no podemos exigirles que se enfrenten a sus jefes y arriesguen su puesto de trabajo. Hay que hacer autocrítica en esto y yo el primero", ha argumentado Pablo Iglesias. Con lo que no se ha mostrado de acuerdo ni autocrítico es con su paso a un segundo plano durante las últimas semanas, al entender que "el debate y las explicaciones hay que darlas en el consejo ciudadano estatal antes que en los medios", por una cuestión dijo, de "respeto" a la dirección y a los inscritos. Explicación que aprovechó para lanzar un mensaje a ciertas voces críticas en el seno del grupo parlamentario: "No tenemos debates en los medios, sino en los espacios habilitados para ello".

Iglesias acusa al Rey de ser el obstáculo para un cambio político.

Un mensaje de orden que también puede extenderse a sus aliados que, como en el caso de IU, han reclamado públicamente una mayor visibilidad, participación y peso político en las confluencias, llamando a renegociar los términos de su pacto preelectoral. Más concretamente, el mensaje que indirectamente dirigió a Alberto Garzón fue que "a quienes lideran los espacios que cuestionan el poder se les va a atacar siempre", mientras que a "los que no los lideran se les tratará bien". Con todo, ha apostado por "reforzar" las alianzas, pero no solo en el grupo confederal, sino también con los movimientos sociales.

La situación no es halagüeña por todas los elementos negativos subrayados en el informe pero haciendo gala de su liderazgo ante un órgano que en los últimos días ya había iniciado debates paralelos marcados por ciertas críticas a la posición adoptada en Cataluña y desafectas por los resultados electorales a la baja, Iglesias levantó la cabeza de los papeles para afirmar: "En momentos difíciles algunos piensan en tirar la toalla o que las cosas no cambiarán. Yo estoy dispuesto a dar la batalla, con Podemos y con la sociedad civil, pues hay millones de ciudadanos dispuestos a seguir dando la batalla y nosotros debemos darla con ellos".

Contundente, y despejando cualquier duda sobre su liderazgo, tanto a la interna como a la externa, exclamó Iglesias que "seguiré dejándome la piel y la salud para ser el próximo presidente del país. No puedo garantizar que lo consigamos, pero sí que lo intentaré" empujando para ello "acuerdos necesarios para trabajar con nuestros aliados y movimientos sociales". Finalmente, se ha dirigido a los suyos para asegurar que "el día que me digáis que mi puesto está en otro sitio, no me costará na da de esfuerzo estar en esa otra posición, pero ahora trabajaré para las municipales y autonómicas y ganar las elecciones en 2020". Su responsabilidad, pues, será la de "contribuir a lograr que la España del 15-M venza a la vieja España de las guerras de banderas".

Pablo Iglesias se ha dirigido por primera vez desde el 21-D al máximo órgano de decisión en Podemos, el consejo ciudadano estatal, para realizar un negativo y autocrítico balance político sobre el pasado año, una lectura del actual contexto, poco halagüeño por constatar un "giro reaccionario", y señalar las prioridades estratégicas de cara al próximo ciclo electoral, pasando de las palabras a los hechos con una agenda parlamentaria cargada de una batería de propuestas sociales y recuperando su presencia en la calle. La autocrítica sobre su posición en la crisis con Cataluña ha sido clara: "El año no ha acabado bien, hemos tenido un mal resultado electoral en Cataluña. Si el de hace dos años fue malo y lo calificamos de altamente decepcionante, el del 21-D ha sido peor", ha afirmado para concluir que "deberíamos haber hecho las cosas mejor".

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