Puigdemont y Junqueras se reunieron en agosto con informáticos para preparar el 1-O

Carles Puigdemont y Oriol Junqueras prepararon intensamente desde el verano todos los detalles del referéndum soberanista que finalmente se celebró el pasado 1 de octubre. Dos expertos informáticos declararon ante la Guardia Civil que mantuvieron una reunión el 16 de agosto en el Palacio de Pedralbes con altos cargos del Govern en la que se trató el desarrollo de un programa para la votación electrónica de la consulta soberanista. Un trabajo que estos expertos valoraron en 500.000 euros.

Puigdemont y su vicepresidente económico Oriol Junqueras anunciaron a principios de junio que el referéndum se celebraría el 1 de octubre. Cuatro días antes de la votación (declarada ilegal por el Constitucional), el 28 de septiembre, la Guardia Civil tomó declaración a Quim F. P. y Vicent N. R. en calidad de testigos. Ambos explicaron la cita que habían mantenido a mediados de agosto con 15 altos cargos del Govern, en los que además del presidente y Junqueras también estuvieron presentes Marta Rovira (dirigente de Ezquerra y portavoz parlamentaria de Junts pel Si), Carles Mundó (consejero de Justicia) y Xavier Vendrell (empresario independentista muy unido a Puigdemont).

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Así lo revela el sumario del caso abierto en el juzgado número 13 de Barcelona tras las dos denuncias que contra el proceso soberanista interpusieron el abogado Miguel Durán y el partido político Vox. Una doble denuncia que conllevó a finales de septiembre la detención de 14 de los máximos responsables operativos del referéndum independentista. El primero en declarar fue Quim F. P., de 24 años, un estudiante de ciencias sociales de la Universidad Oberta de Cataluña, que está colaborando "en un proyecto de participación ciudadana en diferentes áreas".

Quim señaló que la cita se produjo en el Palacio de Pedralbes, propiedad de la Generalitat, "en la que se trató el desarrollo de un programa para la votación electrónica del 1-O". ¿Cómo llegó a esa reunión de alto nivel? El joven explicó que contactaron con él a través de un número oculto y una "persona que se llamaba Jordi". La primera cita con su contacto se celebró en un bar de Sant Joan Despi, donde le preguntaron si el sistema de votación que estaba desarrollando "tenía todas las garantías legales para asegurar que se podía hacer sin manipular".

Fue entonces cuando Quin contactó con el segundo testigo, Vicent R. R., un empresario castellonense de 33 años que dirige la empresa Blockroot. Este matizó que se pusieron en contacto con él para realizar una aplicación informática "específicamente para los votantes en el exterior de Cataluña". Señaló también que participó en la reunión del 16 de agosto con los altos cargos del Govern, pero que "finalmente ante el desarrollo de los sucesos y viendo las distintas publicaciones que se realizaban de que podía ser ilegal, decidió que no desarrollaría el trabajo".

Quim fue el que ofreció más detalles a la Guardia Civil. Aseguró que el presupuesto que entregó fue de 500.000 euros, "pero que en ningún momento se pagó nada". Tras esa reunión de agosto, tuvo otros contactos con el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Generalitat (CTTI), pero el trabajo no se concretó. Después de que el Constitucional declarara ilegal el referéndum decidió no seguir adelante "porque los tiempos eran imposibles de cumplir y no les habían pagado nada. Estas declaraciones están unidas en un informe policial entregado al juez en el que la Guardia Civil señala que Puigdemont y Junqueras "han dirigido la toma de decisiones respecto a la búsqueda del sistema de votación para la celebración del referéndum del 1 de octubre".