Podemos orienta toda su maquinaria contra Felipe VI y apela al 'espíritu republicano'
La formación deja atrás su calculada ambigüedad respecto a la monarquía para cargar contra el Rey, revisando su argumentario y asociando su función política a los intereses del PP
Sin complejos ni matices, Unidos Podemosha descorchado su identidad más republicana para poner a la Corona en el centro de sus críticas, asociando el papel de Felipe VI en la crisis catalana con un intento de “restauración conservadora y centralista”. Hasta el discurso del Rey tras el 1-O, Podemos se había mantenido estratégicamente al margen del debate sobre el modelo de Estado, evitando posicionarse en público, desechando incluir la aspiración republicana en su programa, a diferencia de IU, y hasta dosificando ciertos elogios hacia el monarca. Una calculada ambigüedad que se ha visto dinamitada en los últimos días. PP, PSOE y Cuidadanos han pasado de formar, según el argumentario de Podemos, una “triple alianza” a convertirse en un “bloque monárquico”, en oposición al cual la formación ha decidido construir su perfil.
La escalada de Podemos contra el Rey se inició coincidiendo con el análisis político de Pablo Iglesias durante la última reunión de la dirección del partido, cuando el secretario general calificó el discurso del Rey de “nefasto”, según dijo, porque "vimos un monarca cien por cien alineado con el partido más corrupto de España", y ha tenido su última expresión en la carta enviada por el líder de la formación a los inscritos. En esta misiva, Iglesias incide en el “bloque monárquico” o “bloque felipista” y hace una llamada al “espíritu republicano”, pues entiende que “España es mucho más que la monarquía y, además, está llamada a sobrevivir a ella”.
Entre medias, Iglesias ha centrado su último programa de 'Fort Apache', el espacio de debate político que conduce en el canal Hispan TV, en un monográfico titulado 'Dictaduras amigas de España', refiriéndose a las relaciones de la Corona con estos regímenes. Grabado hace 15 días, se ha emitido este fin de semana, aportando nuevas claves al argumentario de Podemos respecto a la monarquía. Varias de ellas cuestionando el “patrimonio oculto” del monarca, un “supercomisionista”, como se refirió a Felipe VI el secretario de Organización, Pablo Echenique, o cuestionando su papel político, “surfeando un momento histórico en nuestro país que no es fácil para la monarquía”, como anticipaba Iglesias.
La lectura de Podemos sobre la posición de la monarquía española en la actual coyuntura política, como ya avanzaba Iglesias en sus críticas al discurso del Rey en la última reunión del máximo órgano de decisión del partido, es que “hay precedentes en este tipo de comportamientos borbónicos que son sancionados por la Historia”. De ahí que Podemos se sitúe como oposición al denominado “bloque monárquico”, al asociar el destino del actual Gobierno, y las fuerzas que lo apoyan, con el de la Corona. “Tras el discurso que pronunció Felipe VI el 4 de octubre, el bloque cohesionado de partidos, medios de comunicación y grandes empresas tiene enormes dificultades para llevar a cabo sus objetivos. El mismo hecho de que se les vea y se les perciba como 'bloque' les debilita”, explicaba Iglesias en su carta a los inscritos.
Como resumía Pablo Echenique, quien trasladaba este lunes el análisis político realizado por la ejecutiva del partido tras anunciarse la aplicación del 155, se estaría produciendo "una acción concertada por parte de un bloque monárquico, que detrás del Rey ha decidido hacer una suerte de segunda transición, pero en la cual en vez de ganar derechos y aumentar la democracia, vamos hacia atrás, perdiendo derechos sociales y limitando nuestra democracia". Una segunda transición, según matizaba, "reaccionaria", y que, según lamentaba, deja fuera, "al menos, a 6,6 millones de votantes".
Pablo Iglesias utilizaba otras palabras para expresar una conclusión similar en la misiva enviada a sus bases: “El bloque monárquico tiene a su disposición todos los recursos coactivos para desarrollar su proyecto, pero carece —a diferencia de lo que ocurrió hace 40 años— de la capacidad política integradora imprescindible para que España sea viable como realidad política y territorial a medio y largo plazo”. Y es que el proyecto del bloque monárquico, añade, es el de “España antes rota que con Unidos Podemos en el Gobierno”. Un proyecto por el que entiende que, “apoyando al PP y apuntalando el bloque felipista, el PSOE ha renunciado a liderar un Gobierno de cambio en el Estado”.
Si en el programa 'Fort Apache' Pablo Iglesias pone el foco en las presiones y dificultades de Felipe VI respecto a su antecesor, cuestionando asimismo su utilidad política, en la carta enviada a los inscritos asume que “el problema histórico de los monárquicos es que jamás entendieron España, a la que solo supieron dominar y someter”. Asimismo, añade que “nunca fueron capaces, salvo cuando la presión democrática les obligó, de utilizar el Estado para hacer de nuestra riqueza plurinacional un proyecto patriótico”.
Para Iglesias, “España es mucho más que la monarquía y, además, está llamada a sobrevivir a ella”, aunque entre sus partidarios en los siglos XIX y XX, añade, “asociar la palabra 'nación' en el territorio del Estado a algo diferente a España era algo inaceptable. Todo ello lleva a Iglesias a realizar una llamada al “espíritu republicano que debe dejar de ser una nostalgia asociada a símbolos del siglo XX para acompañar el impulso constituyente que inició el 15-M”, pues España “cuenta con una reserva democrática de valor incalculable”.
Sin complejos ni matices, Unidos Podemosha descorchado su identidad más republicana para poner a la Corona en el centro de sus críticas, asociando el papel de Felipe VI en la crisis catalana con un intento de “restauración conservadora y centralista”. Hasta el discurso del Rey tras el 1-O, Podemos se había mantenido estratégicamente al margen del debate sobre el modelo de Estado, evitando posicionarse en público, desechando incluir la aspiración republicana en su programa, a diferencia de IU, y hasta dosificando ciertos elogios hacia el monarca. Una calculada ambigüedad que se ha visto dinamitada en los últimos días. PP, PSOE y Cuidadanos han pasado de formar, según el argumentario de Podemos, una “triple alianza” a convertirse en un “bloque monárquico”, en oposición al cual la formación ha decidido construir su perfil.