Ignacio González niega su alto tren de vida: solo cobraba "unos 115 o 120.000 euros"

El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González dedicó más de tres horas en su primer interrogatorio en la Audiencia Nacional el pasado mes de abril a negarlo todo. Intentó también desmontar los indicios de la Fiscalía Anticorrupción sobre su alto tren de vida que, según los investigadores, no se corresponde con los ingresos declarados por él y su esposa, Lourdes Cavero, y apunta a la existencia de "mucho dinero oculto".

Durante la larga declaración, a cuyo audio ha tenido acceso El Confidencial, González especifica que solo cobraba "unos 115 o 120.000 euros" y tenía fondos de inversión. "Como presidente del Canal, no percibía retribución", añade. También rechaza que acostumbrara a pujar en Subastas Segre por relojes de lujo. "Mis pujas son escasas y causales, y si pujo por algo es por relojes antiguos que tienen un valor muy bajo", dice.

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La fiscal Carmen García Cerdá le avisa en distintas ocasiones de que cuentan con informes de la Agencia Tributaria que desmienten esta versión y se interesa por los "signos de riqueza" que parecen evidenciar señales como el hecho de que mantenga a dos empleadas domésticas. "Hemos tenido acceso a un informe de nuestra unidad de apoyo sobre las percepciones y nos ha llamado mucho la atención el nivel de vida que lleva usted, los signos de riqueza no se corresponden con sus ingresos", le dice.

"¿Cómo puede usted pagar a estas empleadas?", le pregunta. González precisa entonces que él no paga a las dos y explica que son hermanas y una de ellas no trabaja a su servicio pero sí duerme en su casa junto a su familiar. "Tengo una que es la que trabaja en mi casa", dice, y agrega: "Le pago y la tengo dada de alta en la Seguridad Social". No es capaz de indicar cuánto le abona, ya que "de eso se encarga" su mujer.

Niega también que sus negocios incipientes, como la entrada en el accionariado de Auditel, el proyecto con el exministro Zaplana para desinfectar aguas o la participación en guarderías de su mujer, estuvieran dirigidos a aflorar dinero. "Lo que sí nos ha dado la sensación por las escuchas telefónicas es que tenía la necesidad de aflorar dinero, que tiene mucho dinero oculto, que de eso estamos convencidos en la Fiscalía", le espeta la fiscal. Él se cierra en banda: "Le aseguro que yo no era el objeto de esas operaciones para nada", dice.

Respeto a su salario por una columna en 'La Razón', González explica que cuando deja su actividad política le proponen escribir en el diario de forma regular y niega que como presidente hubiera ordenado contratar publicidad.

Presiones a cargos políticos y jueces

Otro bloque del interrogatorio se basa en las presiones, que la Fiscalía tiene acreditadas por las escuchas de las llamadas ejercidas por el expresidente a personas del mundo de la Justicia, jueces, fiscales y cargos políticos. González reconoce haber mantenido conversaciones en esta línea, pero defiende que no fue, como le dice la fiscal, "para que se archivasen sus causas penales". "Presionar no, conocer sí", dice muy gráficamente. A pesar de no recordar los detalles, sí admite que preguntó "¿cómo está esto?, ¿tenéis algo?", pero se niega a precisar con quién hablaba.

En cuanto a contactos similares con altos cargos de la Policía, menciona que conoce a Enrique Barón, actual comisario general de Información. Reconoce haber quedado con algún mando "para saber cómo estaban algunas cosas" y cómo iban los procedimientos o "si tenían algún informe". No obstante, a preguntas del Ministerio Público, afirma que nunca obtuvo nada de esas gestiones.