El PSOE corrige al PSC y no se cree la oferta "no sincera" de diálogo de Puigdemont

Los socialistas no se creen la invitación "no sincera" de diálogo de Carles Puigdemont. Se dicen "decepcionados" con el 'president' porque su comparecencia en el pleno del Parlament levantó "esperanzas" que no han sido cumplidas pero que sin embargo fueron asumidas con "buena fe" por ciudadanos y dirigentes de su partido. Pero para Ferraz bastaba con leerse el manifiesto suscrito por los diputados de Junts pel Sí y la CUP para darse cuenta de que aquello era una "declaración de independencia" en toda regla. Así que ahora lo que queda es esperar a que el Gobierno actúe en las próximas horas, pues es el que tiene "la capacidad para dirigirse y requerir" al Ejecutivo catalán que regrese a la legalidad, primer paso a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. La dirección de Pedro Sánchez mantiene pues su apoyo a Mariano Rajoy, aunque sellará su decisión en las próximas horas, en una reunión de su ejecutiva convocada para este miércoles por la mañana.

La postura del PSOE no podía dar mucho más de sí esta noche, habida cuenta de que la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, no había avanzado qué medidas adoptará este miércoles el Consejo de Ministros. Decisiones que quería consensuar primero con los partidos constitucionalistas, razón por la que Pedro Sánchez marchó desde Ferraz a La Moncloa sobre las 21:50 horas para entrevistarse con Mariano Rajoy, y regresó cerca de la medianoche a la sede federal. Quien hizo por tanto una primera y tentativa valoración de la jornada, y sobre las 23:30, fue el número tres, José Luis Ábalos.

[Consulte aquí en PDF la declaración de José Luis Ábalos en Ferraz]

El PSOE replicó con cierta prudencia, después de haber guardado silencio durante horas. Pero desde luego su discurso fue muy distinto al de algunos dirigentes relevantes del PSC, que habían celebrado la nueva etapa de "diálogo" inaugurada por Puigdemont en el pleno del Parlament, que proclamó la secesión de Cataluña para suspenderla segundos después para iniciar una negociación con Madrid. Para Ferraz no hay posibilidad de "diálogo" si no hay vuelta a la legalidad, y eso es lo que bajo ningún concepto apreció en el jefe del Govern y sobre todo en el manifiesto posterior.

Sánchez acudió a La Moncloa a entrevistarse con Rajoy para intentar consensuar las medidas a adoptar, que aprobará el Consejo de Ministros

Sumamente expresiva había sido, en cambio, la alcaldesa de L'Hospitalet y adjunta al primer secretario, Núria Marín: el 'president', enfatizó, "ha hecho un gesto de responsabilidad, no ha proclamado la independencia. Ahora, diálogo". "Después de la sesión en el Parlament de hoy, no hay más camino que el del PSC. Diálogo y nuevo pacto de convivencia. Elecciones ya", había sentenciado por su parte Núria Parlon, regidora de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), secretaria de Cohesión Social de la ejecutiva federal.

Ábalos intentó desde la sede de Ferraz salvar la cara a esos dirigentes del PSC que habían apreciado un cierto freno a las intenciones del Govern. Reconoció que la comparecencia de Puigdemont había sido encajada con "decepción", porque los socialistas no saben "cómo interpretar o valorar lo que se ha dicho".

Dirigentes del PSC como las alcaldesas de Santa Coloma y L'Hospitalet sí habían celebrado el "diálogo" y la "responsabilidad" del 'president'

Había "muchas esperanzas" en Cataluña y en el resto de España en su discurso, pero el jefe del Govern prefirió moverse "en la indefinición", y quizás en esa "indefinición" y en la "poca claridad" de la alocución del 'president' se ha escondido "el verdadero propósito de su comparecencia", como se demostró minutos más tarde con el manifiesto firmado por los diputados de JxS y la CUP [aquí en PDF], encabezados por el mismo Puigdemont, y en el que inequívocamente se apuesta por la separación de España. Incluso el PSC recondujo algo sus primeras impresiones, como demostraba el tuit de la portavoz en el Parlament, Eva Granados.

Ha habido, señaló el número tres, un "abuso de la buena fe" de aquellos que esperan una "solución al conflicto". "Nosotros [los socialistas] hemos sido portadores de esa buena fe", aseguró, disculpando a sus compañeros, y preguntándose a continuación qué poder tiene Puigdemont para declarar la secesión y quién se lo ha conferido, y bajo qué paraguas legal se ha producido. Para Ábalos, es "absurdo" que se debata si Puigdemont ha declarado o no la separación de Cataluña porque de cualquier modo se ha hecho en un marco de ilegalidad, por lo que esa declaración sería "nula de pleno derecho".

El secretario de Organización afirmó que cuando ese manifiesto no es lo que se somete a votación, entonces se revela que es una "declaración de carácter político" que busca "eludir responsabilidades jurídicas". Para el PSOE, sin embargo, ese documento es verdaderamente grave, porque parte de la consideración de una República catalana independiente que exige "negociar de igual a igual" con el Estado, que dota a Cataluña de personalidad jurídica propia, que pide reconocimiento internacional... un texto que "para nada se corresponde con el aparente tiempo muerto del presidente". "Eso no es el diálogo. Hemos pedido diálogo sobre la base del respeto a la ley, en un marco compartido, no arbitrario, sino regulado, e inserto en nuestro marco legal. No hay diálogo si no hay vuelta a la legalidad". Así que esa invitación de Puigdemont no es ni "franca" ni "sincera", porque "no lleva implícita esa vuelta a la legalidad". "No sabemos a qué atenernos cuando oímos el discurso y luego leemos el manifiesto", dijo Ábalos, reflejando un cierto estupor y desconcierto del PSOE.

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Así las cosas, los socialistas aprecian una "crisis de gobernabilidad evidente", porque se desconoce en qué marco legal se mueve el Govern, se van "acumulando los problemas", y el escenario es de "derrumbe económico". Ábalos apuntaba así a una posible salida que este lunes ya enunciaba Sánchez: convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña.

"Vamos a ver qué decide el Gobierno, que tiene mejores herramientas para interpretar y requerir a Puigdemont": Ábalos empleó el verbo del 155

El PSOE reitera su compromiso de seguir "actuando conforme a la ley y en defensa del Estado de derecho" —o sea, la firmeza en el apoyo al Gobierno— y de abordar la reforma constitucional. "Con ese compromiso también vamos a ver qué decide y resuelve el Gobierno, que es quien tiene las herramientas jurídicas para la mejor interpretación y la capacidad también para dirigirse y requerir al Gobierno de la Generalitat", y en función de eso el PSOE actuará. El uso del verbo "requerir" no era gratuito. Es el que figura en el artículo 155 de la Constitución, que sostiene que antes de que el Senado, por mayoría absoluta, autorice al Ejecutivo central a asumir el control de una autonomía rebelde deberá "requerir" a las autoridades de esa comunidad el cumplimiento de la ley. Dicho de otra forma, ese requerimiento del Gobierno es el primer paso del 155, que en caso de que no sea atendido posibilita que el Ejecutivo se pueda dirigir a la Cámara Alta para intervenir la autonomía.

Los socialistas tomarán sus propias decisiones tras el Consejo de Ministros de este miércoles, en la reunión del plenario de la dirección de Sánchez convocado para las 10 de la mañana. Una posición que será blindada el fin de semana, con las citas del consejo político federal —que congrega al secretario general y a los barones— y del comité federal.