Nuevos anuncios de la DGT: una madre que encañona a su bebé y niñas atropelladas

La Dirección General de Tráfico (DGT) ya tiene sobre la mesa tres propuestas para la próxima campaña de sensibilización sobre los efectos de las drogas al volante, y todas apuestan por sacudir la conciencia de los conductores. La que tiene más opciones de imponerse directamente la golpea. Una madre recoge a su bebé en la guardería y lo sienta en su sillita del coche. Después, saca un revólver de la guantera, mete una bala en el tambor, lo gira y pone el cañón en la frente de su hijo. Tras sonar un clic, respira aliviada y arranca el vehículo. Una voz en 'off' recuerda que “consumir cocaína reduce la capacidad de valorar riesgos”. “Así que si conduces bajo los efectos de las drogas, puedes tener suerte. O no”.

El anuncio tendría 30 segundos y, al igual que el guion de los otros dos que baraja la DGT, es obra de R*Publicidad, la agencia que se adjudicó en 2016 el contrato de creatividad de ese organismo dependiente del Ministerio del Interior, que maneja un presupuesto anual de publicidad de 10 millones de euros. El resultado del concurso se conocerá en los próximos días y el anuncio vencedor empezará a exhibirse en torno al mes de octubre. Se enmarcará en las medidas que ha puesto en marcha Interior para tratar de reducir el número de accidentes por el consumo de alcohol y drogas. El 43% de los conductores fallecidos en 2015 (275 del total de 638) dio positivo por alguna de esas sustancias, según el Instituto Nacional de Toxicología.

El segundo guion en poder de la DGT para la campaña de prevención recrea otra escena dramática, según ha podido saber este diario. Un grupo de chicas adolescentes camina alegremente por la calle. “Estas niñas solo tienen 11 años y ya van a conocer los efectos de los porros”, dice una locución en 'off'. De pronto, un coche que ha perdido el control se las lleva por delante. “A veces no hace falta probar las drogas para probar sus efectos. Un 10% de los accidente graves está relacionado con el consumo de estas sustancias. Si consumes, no conduzcas”.

La tercera y última propuesta que ha recibido la DGT plantea un formato similar. Una señora de unos 70 años sale de un supermercado de barrio con su carrito de la compra. Anda despacio, se para y empieza a buscar algo en su bolso. “Victoria va a conocer por primera vez los efectos del éxtasis”. Al instante, una furgoneta se sube a la acera y la atropella. De nuevo, una voz en 'off' recuerda que “no hace falta probar las drogas para probar sus efectos”. “Un 10% de los accidentes graves está relacionado con ellas. Si consumes, no conduzcas”.

Sea cual sea finalmente el guion elegido, supondrá un cambio con respecto a la campaña de 2016. En esa ocasión, el organismo de Interior optó por un estilo casi cinematográfico para contar la historia de un conductor que se subía a su coche justo después de meterse una raya de cocaína. Sólo unos segundos después, descubría que había perdido el control del vehículo y una grúa lo llevaba hasta un desguace. En realidad, el protagonista del spot acababa de ser víctima de un accidente.

El consumo de alcohol implica sanciones de hasta 1.000 euros y pérdida de seis puntos del carné, más riesgo de condena de hasta seis meses de prisión

La DGT compatibilizará los nuevos anuncios con controles en carreteras. El pasado junio, ya efectuó más de 25.000 pruebas de alcohol y drogas y aspira a realizar a lo largo de 2017 más de cinco millones de pruebas de alcohol y más de 100.000 de estupefacientes. El pasado ejercicio, unos 100.000 conductores fueron multados por ir bajo los efectos de algunas de esas sustancias. Según los expertos, no solo están relacionadas con una mayor accidentalidad. También suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas.

El consumo de alcohol implica sanciones de hasta 1.000 euros y pérdida de seis puntos del carné, además del riesgo de condena de hasta seis meses de prisión. A la misma pena se enfrentan los conductores que dan positivo por consumo de sustancias estupefacientes o psicotrópicas. Además, quienes se niegan a realizar las pruebas se exponen a una pena de prisión de hasta un año y la prohibición de utilizar el vehículo durante otros cuatro.