El PSOE avisa a los alcaldes del PSC que amparen la consulta y desautoriza a Parlon
El portavoz de la dirección no ve "reprochable" que haya regidores socialistas que participen en un referéndum que Ferraz tacha de ilegal si lo hacen a título particular y no usan medios municipales
Los socialistas están teniendo ciertas vías de agua con respecto a su posición en Cataluña. Ya fue polémica la introducción de la concepción "plurinacional" de España que introdujo finalmente el 39º Congreso a instancias del ganador de las primarias, Pedro Sánchez. Tras vencer, el secretario general quiso hablar con Mariano Rajoy para aclararle que su partido seguía estando al lado del Gobierno en la defensa de la legalidad y de la Constitución, aunque también defendería el diálogo para resolver el conflicto territorial. Pero la semana pasada, apenas unos días después de la clausura del cónclave, la secretaria de Cohesión Social de la nueva ejecutiva, Núria Parlon, también alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) advirtió de que el PSOE apelaría a "la comunidad internacional" si el Ejecutivo se atrevía a aplicar el artículo 155 de la Carta Magna para responder al órdago soberanista. Y un puñado de alcaldes díscolos del partido hermano, del PSC, está dispuesto a permitir que sus ciudadanos voten en el referéndum independentista del 1 de octubre.
Ferraz intentó ordenar este lunes su discurso respecto a las dos últimas cuestiones, buscando imponer un cortafuegos. De un lado, desautorizó por completo y públicamente a Parlon, subrayando que "no representa al partido", pese a que fue elegida como miembro de la ejecutiva hace apenas una semana, y después reiterando que ni el PSOE ni el PSC van a "amparar ni apoyar" el referéndum soberanista. Aunque al tiempo recalcó que no cree "reprochable" que esos regidores catalanes 'rebeldes' voten en la consulta, siempre que no pongan medios municipales para permitir que se celebre. Todo ello salió tras una reunión de las direcciones del PSOE, Comisiones Obreras y UGT, con la que las tres organizaciones querían marcar el inicio de una nueva etapa de relaciones, y en la que los socialistas bendijeron el cambio de postura respecto al tratado de libre comercio con Canadá (CETA): finalmente, en consonancia con lo anunciado por Sánchez, se abstendrán en el pleno del Congreso de este jueves, cuando el acuerdo sea sometido a votación.
Parlon sostuvo que se apelaría a la comunidad internacional si Rajoy acudía al 155. Esa opinión, dice Puente, "es personal y no representa al partido"
Parlon, una de las dirigentes claves en el éxito del exdiputado madrileño en las primarias en Cataluña, aseguró la semana pasada que el PSOE recurriría a la comunidad internacional para evitar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tirase del artículo 155 de la Constitución e impedir una suspensión de la autonomía, una previsión que, de todos modos, no se explicita tal cual en ese precepto de la Carta Magna. Parlon ya fue desautorizada por el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en una entrevista publicada este domingo en este periódico. Pero fue si cabe más explícito el portavoz de la ejecutiva, Óscar Puente, en rueda de prensa en Ferraz este lunes. La de Parlon, dijo, "es una opinión a título personal que no representa al partido". El también alcalde de Valladolid insistió en que el equipo de Sánchez confía en que el Gobierno no tenga que echar mano de ese mecanismo constitucional, una medida que él mismo definió hace una semana como "cruenta".
Ábalos: "Nuestro proyecto debe culminar. No podemos ir a componendas con los barones"
La desautorización fulminante de la alcaldesa de Santa Coloma, que habitualmente ha sostenido un discurso más heterodoxo respecto a la línea oficial, pretendía atajar cualquier vacilación o mala interpretación externa de las palabras de Ferraz.
Opinión más dura del PSC
Sobre la mesa estaba asimismo la posición de algunos alcaldes del PSC. Como informaba este lunes 'El Mundo', cargos socialistas de Vallbona d'Anoia y Castellbell están dispuestos a ceder espacios para la votación del 1-O, mientras que los de Girona, Blanes, L'Escala y Terrassa están de acuerdo en que sus ciudadanos voten. Y eso que el PSC ha manifestado todo este tiempo que en sus ayuntamientos no se violará la legalidad.
Puente distinguió dos planos. Por un lado, "ningún ayuntamiento" gobernado por un socialista colaborará con el referéndum, porque tanto el PSOE como el PSC, subrayó, mantienen la "misma" posición. "Lo que está claro es que el Partido Socialista tiene un compromiso con el cumplimiento de la legalidad y no ampara este referéndum ni lo apoya de ninguna manera. Nosotros no respaldamos el referéndum y no amparamos comportamientos que pasen por el no respeto a la legalidad".
"Nosotros no respaldamos el referéndum y no amparamos comportamientos que pasen por el no respeto a la legalidad", arguye Óscar Puente
En la reunión de la ejecutiva no se abordó este asunto ni de la posibilidad de sancionar a los alcaldes que incumplan (en cuyo caso correspondería al PSC): "Se estudiará. Valoraremos en el futuro qué determinaciones tomar en función de las actuaciones que emprendan". Al PSOE no le gustaría, dijo Puente, que hubiera regidores del PSC que votaran en la consulta del 1-O, pero no considera esa conducta "reprochable" al tratarse de una "cuestión personal". Lo que sí espera el PSOE de ellos es que cumplan con la ley y no pongan "medios municipales al servicio del referéndum".
Les declaracions de @miquelLupy a Onda Cero no reflecteixen el pensament del PSC.Li he demanat que rectifiqui.
Casi fue más expeditivo el PSC este lunes. Su secretario de Organización, Salvador Illa, insistió en que ni sus 122 alcaldes ni ninguno de sus cargos electos colaborarán en el referéndum "unilateral e ilegal". El dirigente también reconvino al regidor de Blanes, Miquel Lupiáñez, que defendió la consulta —aunque él votaría no a la secesión— y afirmó que en Cataluña hay valores distintos al resto de España como ocurre "en Dinamarca respecto del Magreb". Illa pidió a Lupiáñez a través de las redes sociales que rectifique —tuit que por cierto compartió el primer secretario, Miquel Iceta– y aseguró que sus planteamientos "no reflejan ni expresan el pensamiento político" del partido, que ya la semana pasada cursó una instrucción a sus alcaldes para que no colaboren con la consulta y reclamen por escrito un informe al secretario municipal sobre las implicaciones de participar en una convocatoria ilegal, informa Europa Press.
Una "abstención razonada" al CETA
Por lo demás, la reunión de la permanente de la ejecutiva del PSOE —esto es, el núcleo de confianza de Pedro Sánchez— con las delegaciones de UGT y CCOO sirvió para abrir una nueva página en las relaciones entre las tres organizaciones y también para que los socialistas formalizaran su cambio de criterio respecto al CETA, que se plasmó en una resolución, la primera que adopta la nueva dirección. En la rueda de prensa, el encargado de explicar el texto fue el secretario de Política Económica y Empleo, Manu Escudero.
[Consulta aquí en PDF la resolución del PSOE respecto al CETA]
El PSOE pasa así oficialmente del no a la "abstención razonada" al tratado de libre comercio UE-Canadá porque puede ser inconstitucional y porque hay, básicamente, tres cuestiones con las que ahora discrepa. Y esa será la línea que siga para futuros acuerdos comerciales bilaterales o multilaterales: no los apoyará si no respetan las reglas de juego socialdemócratas.
El PSOE apuesta por una "globalización justa" y avisa de que no se "tomará a la ligera" las objeciones que tenga a futuros pactos comerciales
Las objeciones que pone el PSOE de Sánchez se refieren a estos tres aspectos. Uno, el modo de resolución de conflictos (ICS), porque prevé unos tribunales "semipúblicos" al que tendrán acceso desigual las instituciones y los ciudadanos frente a las grandes empresas. El ICS, por más que esté formado por jueces, "marca un sistema jurídico doble y desigual". Además, el CETA puede actuar como "freno para las políticas públicas" pues establece un precio potencial, en forma de "litigios e indemnizaciones" a las decisiones de las administraciones públicas. Segundo elemento: el "desequilibrio" que exite entre las provisiones y salvaguardas que se establecen para proteger los intereses de los inversores frente a la protección de los derechos laborales o medioambientales. Y tercer aspecto: el "secretismo" con el que se condujeron las negociaciones.
La nueva dirección entiende que "no está mandatada por el 39º Congreso" del partido a ratificar el CETA, porque no es "equilibrado". Escudero se apoyó en las resoluciones del cónclave, que apelan a una visión más crítica de la globalización. Frente a los que, como el PP, señalan que la "globalización es buena", y los que, como Podemos, creen que es "mala", dijo, el PSOE apuesta por una "vía diferente", que es la de una "globalización justa". La "abstención razonada" responde a esa posición, explicó el dirigente, pues aunque el CETA contiene "aspectos perniciosos" y "objetables" que incluso pueden violar la Constitución, el PSOE sí defiende con ahínco el multilateralismo y el comercio internacional, y en ningún caso el proteccionismo.
Sánchez solemniza su acercamiento a UGT y CCOO en medio del malestar por el CETA
Diálogo con los socios europeos
Con su pasó del sí a la abstención, el PSOE quiere lanzar un "serio aviso" de que en el futuro seguirá poniendo objeciones a tratados internacionales que incurran en las deficiencias que ha observado en el CETA. En ese sentido, adelantó que el acuerdo con Japón está tramitándose con el mismo grado de "secretismo". No se tomará futuros tratados "a la ligera". Más aún, Escudero señaló que los socialistas españoles y europeos deben clarificar los principios de una globalización justa —el grupo en la Eurocámara no mantuvo una posición unánime, de hecho, prueba de la división interna respecto al CETA— y avanzar en formulaciones que rijan para los futuros acuerdos comerciales. El PSOE convocará en breve unas jornadas parlamentarias sobre los tratados de libre comercio y pretende abrir el diálogo con los socialdemócratas europeos y en el Congreso para que no se repita este "desierto de falta de información". Y por eso mismo pedirá que se cree en la Cámara Baja una comisión permanente para que estudie los futuros tratados.
Escudero subraya que la nueva postura del PSOE es "consecuencia directa" del "mandato" de los delegados del 39º Congreso. Eso explica el cambio
La nueva posición que abraza el PSOE es tan firme que el dirigente afirmó que incluso en el caso de que su postura bloqueara la ratificación del CETA —cosa que no va a ocurrir, porque el PP tiene mayoría para sacarlo adelante, gracias al concurso de Ciudadanos, PNV y PDeCAT—, la mantendría.
La ejecutiva es consciente de que debe emplearse a fondo para explicar por qué en el pasado, en la anterior cúpula de Sánchez, sí se defendía el sí al tratado con Canadá y hasta se elaboraron argumentarios para explicarlo [aquí en PDF]. Escudero razonó que la primera dirección del madrileño, simplemente, no tenía el "mandato del 39º Congreso, y esta sí". Es decir, que la "abstención razonada" es la "consecuencia directa" de lo aprobado en el cónclave de hace una semana. No obstante, sí vino a reconocer ciertas deficiencias en la gestión del viraje. "Esta ejecutiva ha aterrizado a la carrera" y ha tenido que responder "de urgencia" a ciertos temas —el dictamen del CETA se votó el martes pasado en la Comisión de Exteriores y este jueves va a pleno de la Cámara Baja—, y "cada semana será mejor", se irán resolviendo esas carencias de coordinación.
Sánchez hace ronda con los barones para informarles de la abstención con el CETA y explicarles las razones del cambio de posición
Precisamente Ferraz informó de que Sánchez fue llamando, uno por uno, a los barones socialistas tras la reunión de la ejecutiva para explicarles el salto a la abstención y las razones que se contemplan en la resolución. Y, de paso, vencer algunas reticencias, como las manifestadas por el 'president' valenciano, Ximo Puig. Susana Díaz también había dejado ver su disconformidad, al subrayar que no tenía más "remedio" que aceptar la nueva postura del PSOE.
"Un antes y después" del PSOE y los sindicatos
La abstención satisface a medias a Podemos —con cuyo secretario general, Pablo Iglesias, se ve mañana martes en el Congreso— y a los sindicatos. Los dos representantes sindicales que comparecieron tras la reunión, Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, y Fernando Lezcano, portavoz de CCOO, saludaron el cambio a la abstención, aunque les habría gustado más el paso al no, dado que las dos centrales rechazan el CETA.
En todo caso, el encuentro de las tres ejecutivas fue "muy positivo", marca "un antes y un después", en opinión de Lezcano, "un cambio de relaciones", según Antoñanzas. O "un punto de partida de una nueva dinámica", según Puente. Las organizaciones encontraron una "gran empatía" y "sintonía" con el PSOE y una gran receptividad a sus planteamientos. Una "gran empatía", dijo Lezcano, "lo que no quiere decir que las relaciones institucionales con las diferentes direcciones no hayan sido buenas". Eso sí, "cuando [los socialistas] han gobernado, algún encontronazo hemos tenido". El portavoz de la cúpula socialista incidió en que es relevante tanto la "coincidencia en el diagnóstico" de las tres partes, como en el análisis de "cuál es el camino a seguir". A partir de ahora, se abren "líneas muy fluidas de diálogo" con CCOO y UGT. No es para menos, un exdirigente de peso de la central hermana, Toni Ferrer, es el secretario de Empleo de la ejecutiva federal del PSOE. Algo más que un símbolo.
PSOE y sindicatos seguirán trabajando juntos en la agenda social y en una subida del SMI
El PSOE y los sindicatos acordaron durante su reunión, que se prolongó hora y media en Ferraz, seguir trabajando en cinco cuestiones "esenciales", ya de forma más detallada y monográfica: el rescate a los jóvenes, la revalorización de las pensiones y el Pacto de Toledo, la igualdad de género, la reconstrucción de las redes de protección social (por el deterioro de la prestación por desempleo, por ejemplo) y la prestación de ingresos mínimos (cuya toma en consideración aceptó el Congreso pero que el PP mantiene bloqueada).
Durante el encuentro, partido y centrales acordaron trabajar en una subida del salario mínimo interprofesional (SMI). Pero, como indicó la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, los sindicatos creen fundamental que el PSOE lo acuerde con las organizaciones de trabajadores primero antes que con el Gobierno. Que no acuerde esa subida, pues, "a espaldas de los dos sindicatos", como ocurrió el año pasado, cuando la gestora arrancó al Ejecutivo del PP una subida del SMI del 8% en 2017 del que tuvieron conocimiento posterior UGT y CCOO.
"La experiencia pasada no va a repetirse", abundó Lezcano, qien hizo mucho hincapié en que el aumento del SMI debe abordarse con perspectiva de progreso para que alcance los 1.000 euros mensuales, ya que el incremento del 8% para un año no tiene sentido, puede ser "flor de un día" si no se tiene en cuenta la perspectiva de que en un ciclo llegue al 60% de media como lo indica la Carta Social europea. Antoñanzas convino en que "no va a ocurrir lo mismo" que en el pasado porque el secretario de Política Económica del PSOE, Manu Escudero, coincidió con que el SMI debe abordarse con el horizonte de 2020 en mente.
En la reunión también se habló de "derogar tanto la reforma laboral del PP [de 2012] como la del PSOE [de 2010]", indicó Antoñanzas. No podía sorprender, puesto que las centrales respondieron con una huelga a la reforma de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, Óscar Puente no llegó a tanto. Apuntó que no se había hablado en términos "tan concretos", y que en todo caso el PSOE quiere cambiar la legislación laboral siguiendo la pauta marcada en el 39º Congreso. A su juicio, incidir en la derogación de las dos reformas es una cuestión "puramente retórica". Lo importante es "retornar al escenario de protección máxima de los derechos de los trabajadores".
Para el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, fue una reunión "muy especial", apostilló Lezcano, porque es la última antes de despedirse como jefe del sindicato, puesto que este 29 y 30 de junio y 1 de julio celebra el 11º Congreso Confederal en el que previsiblemente dará paso a su sucesor, Unai Sordo.
Los socialistas están teniendo ciertas vías de agua con respecto a su posición en Cataluña. Ya fue polémica la introducción de la concepción "plurinacional" de España que introdujo finalmente el 39º Congreso a instancias del ganador de las primarias, Pedro Sánchez. Tras vencer, el secretario general quiso hablar con Mariano Rajoy para aclararle que su partido seguía estando al lado del Gobierno en la defensa de la legalidad y de la Constitución, aunque también defendería el diálogo para resolver el conflicto territorial. Pero la semana pasada, apenas unos días después de la clausura del cónclave, la secretaria de Cohesión Social de la nueva ejecutiva, Núria Parlon, también alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) advirtió de que el PSOE apelaría a "la comunidad internacional" si el Ejecutivo se atrevía a aplicar el artículo 155 de la Carta Magna para responder al órdago soberanista. Y un puñado de alcaldes díscolos del partido hermano, del PSC, está dispuesto a permitir que sus ciudadanos voten en el referéndum independentista del 1 de octubre.