El PP sigue la fiebre Podemos y se abre a la participación ciudadana en las municipales

El Partido Popular busca el acercamiento a los problemas de los ciudadanos después del retroceso de los comicios europeos y los últimos escándalos de corrupción. Con las bases desmovilizadas y buena parte de su electorado dispuesto a darle la espalda, la dirección del PP quiere ahora más protagonismo de la sociedad y pedirá propuestas para su programa electoral, municipio a municipio, vía web. Es la participación directa que tanto éxito ha dado a Podemos.

El PP ya ensayó esa misma fórmula en los comicios del pasado mes de mayo y lo tanteó en anteriores generales, pero como ingrediente añadido a la fase previa de debate interno. La novedad es absoluta en cuanto a las elecciones municipales, según fuentes del partido.

Mientras digiere los últimos casos de dirigentes, alcaldes y militantes implicados en asuntos de corrupción y a la espera de decidir las candidaturas fundamentales pendientes como las de Madrid o la Comunidad Valenciana, en la sede de Génova han puesto en marcha la maquinaria para preparar las elecciones municipales.

El vicesecretario de política autonómica y local, Javier Arenas, y el de estudios y programas, Esteban González Pons, han empezado las reuniones con alcaldes, portavoces de grupos municipales y presidentes de diputación con el fin de preparar el programa marco del PP para los comicios, al que luego se añadirá el específico de cada ciudad, localidad o provincia.

El mismo proceso se sigue para el caso de las comunidades autónomas con representantes del PP en cada región. Con Arenas y González Pons trabajarán en los textos los coordinadores de área: José María Beneyto, Manuel Cobo y José Ramón García-Hernández.

La principal novedad en la elaboración de los programas será una web para recoger iniciativas y propuestas concretas de los ciudadanos, una medida que en la dirección del PP esperan que sirva para fomentar el acercamiento al elector y sus problemas.

Ante los comicios del próximo mes de mayo habrá un manifiesto general que será aprobado en la convención nacional anual que el PP celebra los años en que no hay congreso, esta vez entre finales de enero o principios de febrero. Los textos con que la formación concurra a las urnas incluirán además medidas concretas y compromisos claros para mejorar la transparencia en el funcionamiento de las instituciones y la lucha y prevención de los casos de corrupción.

Como adelantó El Confidencial, el PP celebrará este mes dos convenciones sectoriales previas, una municipal y otra autonómica, para preparar los comicios y también para que Rajoy asista a actos públicos del partido con el objetivo de insistir en el mensaje de la regeneración democrática.

En Génova dan por cumplidas sus obligaciones con la puesta en marcha de la maquinaria electoral y la aplicación de las medidas de suspensión de militancia, expulsión o los preparativos de mociones de censura contra los miembros del partido implicados en escándalos.

Las otras grandes decisiones para afrontar la cita electoral y el deterioro de la imagen del partido, como destituciones y nombramientos, quedan en manos de Mariano Rajoy. Pero nadie se atreve a hablar en público del tradicional recurso de todo jefe del Ejecutivo para dar un impulso a la legislatura y recuperar la iniciativa política: una crisis o remodelación del Gobierno. Algunos esperaban la remodelación en septiembre.