“Protección contra el ébola. Consulte aquí”

Viven de proteger a los trabajadores en situaciones peligrosas y, de vez en cuando, tienen repuntes en su día a día laboral por culpa de alguna emergencia. La empresa Ramos STS lleva más de 30 años suministrando trajes de todo tipo para la protección de los trabajadores, tanto en el sector nuclear, como químico o farmacéutico. En los últimos meses, el Hospital Carlos III se ha convertido en su cliente. Esta empresa es la encargada de hacer llegar los trajes Tychem-C al personal sanitario que ha cuidado y cuida de los enfermos infectados por ébola. De hecho, en su web se puede apreciar una llamada a pinchar sobre un triángulo amarillo -similar al de las señales de peligro- en el que se puede leer: “Protección contra ébola. Consulte aquí”.

Son solo distribuidores. Los trajes los fabrica la empresa estadounidense DuPont, famosa por inventar y producir el neopreno, el nailon o la lycra, y que en los últimos meses ha triplicado su producción.Posteriormente llegan a España desde Luxemburgo, donde se distribuyen no sólo en el territorio nacional sino también a clientes de Portugal, norte de África y Europa del este. Los trabajadores de la empresa no tienen que tener ninguna medida especial ni cuidado para manipular estos trajes; ya vienen perfectamente embalados desde el otro lado del charco.

En Amazon están disponibles varios modelos de monos protectores de DuPont que oscilan entre los 8 y 158 euros en función de su nivel de protección. Médicos Sin Fronteras, organización que utiliza habitualmente estos trajes, los compra a una media de 80 euros cada uno.La OMS estima que se van a necesitar en torno a3 millones de unidades de Equipos de Protección Individual (EPI) para afrontar la epidemia a nivel mundial.El EPI debe cubrir toda la superficie corporal e incluir un mono impermeable a los fluidos corporales, guantes, máscara, gafas y botas.

Cuando el punto de mira está en si la auxiliar de enfermería se quitó o no el traje siguiendo el protocolo, ellos, la empresa, se han convertido en el objetivo de muchos medios de comunicación. Acostumbrados a dirigirse a la prensa especialista, esta atención de los generalistas les abruma e incluso aseguran estar “cansados”. Dicen que no harán más declaraciones y continuarán con su trabajo como hasta ahora. Sin atención mediática.