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Por qué Abu Dabi está en guerra diplomática con Argelia, socio de Naturgy y clave para España
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Marruecos, clave en el conflicto

Por qué Abu Dabi está en guerra diplomática con Argelia, socio de Naturgy y clave para España

La mala relación entre Argelia y Emiratos Árabes Unidos viene de lejos, pero saltó a la palestra el 10 de enero pasado. La crisis entre ambos países puede jugar un papel decisivo en la opa de TAQA sobre Naturgy, que requiere el visto bueno de Moncloa

Foto: Bandera de los Emiratos Árabes Unidos. (Reuters/Ahmed Jadallah)
Bandera de los Emiratos Árabes Unidos. (Reuters/Ahmed Jadallah)

La geopolítica puede marcar la opa que está estudiando la emiratí TAQA sobre Naturgy con el visto bueno de Criteria Caixa, principal accionista de la empresa gasista (27% del capital). Sin embargo, esta operación necesita del visto bueno de Moncloa y el Gobierno no puede descuidar los intereses estratégicos, que en el plano energético pasan por Argelia.

El país norteafricano es el principal suministrador de gas de España. El Ejecutivo no puede permitirse romper ese equilibrio. Sobre todo, después de ver el impacto por la invasión de Rusia a Ucrania, que trajo la peor crisis energética de la historia, cuyas consecuencias aún se están pagando en forma de inflación. Por eso, el mercado dudan de la opa y creen que la posición de Argelia podría condicionar la operación.

¿Por qué están enfrentadas?

La mala relación entre Argelia y Emiratos Árabes Unidos viene de lejos, pero saltó a la palestra el 10 de enero pasado. Ese día el presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, convocó el Alto Consejo de Seguridad que el que participan el jefe de Estado Mayor, los responsables de los diversos servicios de seguridad y los ministros con más peso.

Al término de la reunión, el Consejo publicó un comunicado en el que lamentó “las actuaciones hostiles contra Argelia por parte de un país árabe hermano”. No le nombra, pero la prensa de Argel interpretó unánimemente que se trataba de los EAU.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Igor Kupljenik)

Por si aún cabía alguna duda, el presidente Tebboune volvió a la carga el 30 de marzo, durante una entrevista en televisión: “Allí donde hay conflictos el dinero de ese Estado está ahí, en Mali, en Libia y en Sudán”. Argelia desea “convivir pacíficamente con todas las naciones”, pero aquellos que la provocan deben saber “que su paciencia tiene límites”, advirtió.

Las más altas autoridades emiratíes han evitado polemizar con Tebboune y el Gobierno argelino. Solo lo han hechos cargos de segundo nivel como Anwar Gargash, consejero diplomático del presidente de los EAU, el jeque Mohamed ben Zayed. “Es extraño observar cono uno de nuestros lejanos hermanos actúa con alusiones sobre las relaciones con los Emiratos; sigue con insinuaciones veladas y sin aclarar ni explicar”, escribió el consejero en la red social X.

Si las autoridades argelinas no son muy precisas en sus reproches, la prensa escrita y la radio pública sí dan más detalles. Argelia le echa muchas cosas en cara a los EAU empezando por esa relación tan estrecha que mantiene con su gran adversario, Marruecos, al que le habría financiado, por ejemplo, la adquisición de un sistema de ciberespionaje espionaje sustituto de Pegasus. NSO, el fabricante de Pegasus, le retiró a Marruecos la licencia para explotarlo a finales de 2021, según el diario israelí Haaretz. Había hecho un uso indebido de ese “malware”.

Otras críticas argelinas están relacionadas con el lobby que los Emiratos ejercen en el seno de la Liga Árabe para que varios de sus miembros establezcan plenas relaciones diplomáticas con Israel y firmen acuerdos de cooperación siguiendo el ejemplo de Abu Dhabi.

Las autoridades de Argel ven también la mano del jeque Mohamed ben Zayed detrás de sus choques con al menos dos países del Sahel, Níger y, sobre todo, Malí, ambos fronterizos con Argelia. La Junta militar que gobierna Malí denunció en enero el acuerdo que fraguó en 2015 el Gobierno argelino para pacificar el país.

Por último, en Argel consideran que los EAU brindan apoyo al proyecto de gasoducto submarino por el que aboga el rey Mohamed VI para transportar el gas de Nigeria hasta Marruecos, atravesando las aguas territoriales de una docena de países, y de ahí a España. Compite directamente con otro proyecto, algo anterior, para construir un gasoducto que enlazaría Nigeria con Argelia para desembocar en Italia. Este sería mucho más barato porque no estaría sumergido, pero tendría que atravesar Níger, cuyo territorio está, en parte, en manos de grupos yihadistas.

Foto: Logo de Naturgy en sus oficinas de Madrid. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Ahora falta por ver si Argelia hace valer frente a España todos los agravios que entiende le está causando Emiratos Árabes Unidos y trata de influir sobre la opa a Naturgy. Cabe destacar que Sonatrach, la gasista estatal argelina, provee a España de más de un tercio del gas consumido. Este gas se canaliza a través del megacontrato que Sonatrach tiene con Naturgy.

Además, esta empresa controlada por Argel es socia al 50% de Medgaz, el gasoducto que une Argelia con España por el mar Mediterráneo. Por último, Sonatrach también es accionista destacado de Naturgy, con un 4% de los títulos de la compañía. En el pasado, Argelia ya amenazó con suspender el suministro si su gas acababa en Marruecos, con quien ha roto relaciones. El gasoducto que une Argelia con España por territorio marroquí, está inactivo desde 2022.

La geopolítica puede marcar la opa que está estudiando la emiratí TAQA sobre Naturgy con el visto bueno de Criteria Caixa, principal accionista de la empresa gasista (27% del capital). Sin embargo, esta operación necesita del visto bueno de Moncloa y el Gobierno no puede descuidar los intereses estratégicos, que en el plano energético pasan por Argelia.

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