Grifols eleva su ratio de endeudamiento en un 33% al reclasificar el gasto en alquileres

Grifols ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la información adicional que el regulador de los mercados le había exigido tras encontrar "deficiencias relevantes" en sus cuentas. Además, ha situado la deuda neta en 2023 en 10.527 millones de euros, con 1.111 millones en contratos de leasing. De esta manera, el ratio de apalancamiento ha escalado de 6,3 veces ebitda (que reflejaba el ebitda según el acuerdo de crédito) a 8,4 veces (que arroja el ebitda consolidado según los estados financieros).

En la documentación, explica que la principal diferencia entre el ratio de endeudamiento calculado según el acuerdo de crédito o según los estados financieros se debe a dos factores. Por un lado, a "la exclusión de los alquileres de los centros de donación de plasma como parte de la deuda de acuerdo al credit agreement". Por otro, a "la inclusión en el ebitda de los ajustes por gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes; los ajustes por ahorros de costes y mejoras operativas de los próximos 12 meses".

Es decir, que sus obligaciones de pago no han cambiado, sino que la deuda correspondiente a los alquileres futuros de los inmuebles de más de 390 centros de donación de plasma ha sido recolocada dentro de la cuenta de resultados. El mercado, de hecho, se ha quedado con esta lectura y las acciones de la compañía han cedido apenas un 0,27% este viernes, siendo uno de los mejores valores del Ibex en una jornada en la que las bolsas han vivido fuertes caídas.

La CNMV le había exigido detalles más concretos sobre el resultado bruto de explotación (ebitda) y las deudas financieras netas que presentó en los ejercicios 2022 y 2023. "La compañía ha detallado sus ratios de ebitda y deuda financiera neta, y ha proporcionado estas cifras específicamente para las empresas en las que tiene participaciones no controladas", ha señalado la farmacéutica catalana en un comunicado. Así se lo demandó la CNMV después de que el fondo bajista Gotham City Research le acusase de tergiversar sus cuentas tras haber consolidado completamente la compra de dos compañías, BPL Plasma y Haema, sin controlarlas al 100%.

En el informe difundido el pasado 21 de marzo, CNMV criticaba "el uso del ebitda ajustado [por parte de Grifols] sin excluir los resultados atribuibles a las participaciones no controladas a la hora de explicar la ratio de apalancamiento financiero del grupo Grifols y su capacidad financiera para satisfacer la deuda, lo cual no es conforme con las obligaciones legales de reflejar información útil, relevante, objetiva y neutral".

Conviene aclarar que, pese a las "deficiencias relevantes" que halló la CNMV, el organismo regulador no vio la necesidad de que la compañía tuviese que reformular las cuentas. Aseguraba, además, no haber encontrado "evidencias que permitan concluir que el endeudamiento financiero reflejado por Grifols en sus estados financieros anuales consolidados no se corresponde con la realidad".

Ha asegurado que ya "ha proporcionado un ratio de endeudamiento conforme a las cifras de los estados financieros de 2022 y 2023"

En cualquier caso, el gigante de los hemoderivados ha asegurado que ya "ha proporcionado un ratio de endeudamiento conforme a las cifras de los estados financieros de 2022 y 2023", siguiendo las recomendaciones del organismo regulador. "Para ser coherente con la información facilitada en periodos anteriores, continuará reportando su ratio de endeudamiento según los criterios del acuerdo de crédito (credit agreement)", ha añadido.

La compañía también se ha comprometido a "adoptar todas las medidas indicadas en su comunicación a la CNMV, incluyendo cualquier medida adicional necesaria para garantizar la calidad y coherencia de la información que se facilita a los mercados financieros y a los inversores". Además, asegura que cumplirá "totalmente las directrices y recomendaciones" de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y del organismo regulador español.

Con estos compromisos, espera paliar la crisis bursátil que sufre desde el pasado 9 de enero, cuando Gotham City publicaba un crítico informe en el que le acusaba de manipular la deuda plasmada en sus cuentas. Desde entonces, sus acciones se han desplomado un 36,5% y los miembros de la familia Grifols han tenido que abandonar los puestos ejecutivos para zanjar las dudas sobre su gobernanza que se habían generado en el mercado.