La detención del comisionista de Koldo: entre la venta del Zamora CF y el Hotel Fénix

Mientras España vuelve a sufrir un capítulo de presunta corrupción y tráfico de influencias que indigna a la ciudadanía, especialmente por producirse en lo peor de la pandemia, algunos de los protagonistas de la trama siguen haciendo vida normal, como si las acusaciones incluidas en la querella y los numerosos titulares de prensa no fuera con ellos.

Así, Víctor de Aldama, el conocido como comisionista de las mascarillas del caso Koldo, se paseaba esta semana con una tropa por el Hotel Fénix, situado al lado de la Plaza de Colón. Un 'cinco estrellas' en el centro de Madrid, lugar habitual de reunión de empresarios y banqueros, además de turistas de bolsillos profundos. Aldama acudió estos días atrás al citado establecimiento a mediodía, según fuentes presentes, con total normalidad. Algún trabajador del hotel y algún que otro conocido del presidente del Zamora Club de Fútbol lo identificó a la primera y lo comentaron por lo bajini. Según estas fuentes, el amigo de Koldo, de Ábalos y de Javier Hidalgo entró con un porte y un temple que contrastaba con el hecho de estar en el centro del presunto cobro de comisiones ilegales con la compraventa de mascarillas.

Días antes de tener que ir a declarar a la Audiencia Nacional, De Aldama disfrutó de una buena comida en El Filandón, uno de los mejores restaurantes de Madrid, propiedad de Pescaderías Coruñesas, el grupo que, junto a Paraguas (Quintín, Amazónico, Numa Pompilio o Ten con Ten), tienen algunas las mejores mesas de la capital (Lhardy, Desde 1941, O Pazo o El Pescador). Allí, al local situado cerca de El Pardo, habitual de futbolistas del Real Madrid y el Atleti, así como de políticos y empresarios, acudió con uno de sus últimos coches de alta gama, que llamó la atención del resto de asistentes por el ruido del motor.

"Cómo este tengo veinte", le dijo a unos de los responsables del lugar, que le comentó su admiración por el vehículo. "Cuando quieras te dejo uno", le añadió, según los que le conocen, con su tradicional bravuconería. La Audiencia Nacional le ha requisado seis coches intervenidos por la Guardia Civil, entre los que destacan un Ferrari Portofino, otro Ferrari F12, un Porsche Macan GT5, un Land Rover y un Audi A8.

La AN le ha requisado seis coches intervenidos por la Guardia Civil, entre los que destacan un Ferrari Portofino o un Land Rover

Y unos días previos a la escena en el restaurante, Aldama mantenía una reunión en una oficina en la calle Antonio Maura de Madrid, entre el parque de El Retiro y el Ayuntamiento de Madrid, una calle de edificios señoriales, donde el metro cuadrado es cualquier cosa menos barato. El motivo era negociar la posible venta del Zamora, club de fútbol de la Segunda Federación, la cuarta división del fútbol nacional, que compró con el dinero de las mascarillas. Así lo asegura la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que vincula la compra de la entidad el pago de 1,3 millones para hacerse con la entidad rojiblanca.

De Aldama recibió a los potenciales compradores con su habitual camisa a medio abotonar, para presumir de torso, en una oficina repleta de cuadros llamativos, para poner de manifiesto su poderío, según algunas personas conocedoras de ese encuentro. El empresario entregó parte de la documentación relativa a quiénes eran realmente los dueños de las acciones del Zamora, del que Aldama tiene el 80% a través de alguna de las sociedades –MTM 180-- de la trama del caso Koldo y a través de la que tenía firmado los contratos con Air Europa y Globalia. Entre los accionistas del Zamora también aparece ARP 180 Capital, con el 16,67% del capital, cuyo dueño es Alfredo Ruiz Plaza. Un empresario que hasta 2017 fue uno de los principales directivos de Compass Group, el holding británico que en España da de comer a miles de personas en centros de trabajo, hospitales, colegios, administraciones públicas o residencias.