Tesla mantiene, por ahora, la expansión en Grünheide y buscará acuerdos con el municipio

"Hay cero impacto en el plan de expansión futuro". Esa ha sido la primera reacción desde Estados Unidos al portazo que los ciudadanos de Grünheide han dado al proyecto de ampliación de la factoría de Tesla en el pequeño municipio cercano a Berlín, en el estado de Brandeburgo. El vicepresidente de Asuntos Públicos y Desarrollo de Negocio, Rohan Patel, ha sido el encargo de dar la cara por la compañía, que no logra superar el contratiempo de la oposición social y de grupos ecologistas. Estos escollos fueron los que llevaron al fabricante de coches eléctricos comandado por Elon Musk a buscar emplazamientos alternativos y a visitar ubicaciones como Valencia. La Generalitat valenciana está a la expectativa de ver cómo evoluciona la situación en Alemania. Pero las palabras de Patel indican que, por ahora, Tesla tratará de sacar adelante su plan de ampliación de la gigafactoría berlinesa.

Patel secundó ayer a través de su cuenta de X las declaraciones del ministro de Economía de Brandeburgo, Jörg Steinbach. Tras conocerse los resultados de la consulta ciudadana organizada por el Ayuntamiento de Grünheide, no vinculante, este dirigente del PSD alemán abogó por reenfocar la relación con los vecinos con el fin de mitigar sus resistencias. "Ahora es importante encontrar respuestas a las preguntas que se han planteado. Veo el resultado de esta votación también como una motivación para las autoridades locales y para Tesla, para encontrar soluciones conceptuales en las próximas semanas y meses para aquellas preocupaciones que todavía no se han disipado", señaló.

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A partir de estas declaraciones, el ejecutivo de Tesla encargado de mantener relaciones con las autoridades políticas a la hora de abordar los procesos administrativos adoptó una posición similar a la del político berlinés. "Respetamos plenamente el referéndum y estamos de acuerdo con Jörg Steinbach en que esta es una buena oportunidad para redoblar nuestro trabajo con la comunidad y todas las áreas interesadas", escribe Patel. "Espero que Elon Musk y el equipo continuarán invirtiendo en nuestra gente de Giga Berlin, en nuevas innovaciones y productos mejorados, y seguirán fortaleciendo el vínculo entre Tesla y nuestras instituciones educativas y comunitarias locales y regionales" añade.

El rechazo al plan de ampliación se basa en dos cuestiones, el uso de recursos hídricos y su impacto sobre los acuíferos y la ocupación de otras 170 hectáreas (la factoría se extiende ahora sobre unas 300 hectáreas), con la tala correspondiente de un bosque tan grande como 10 campos de fútbol. Las nuevas parcelas irían destinadas a albergar una zona de usos logísticos, con estación de ferrocarril. Una vez culminado todo el proyecto, Tesla aspira a elevar la capacidad de producción del complejo industrial a un millón de coches al año, frente a los 500.000 de volumen máximo actual.

Rohan Patel sostuvo que el plan de zonificación trasladaría más carga de tráfico a la infraestructura ferroviaria ampliada, lo que redundaría "en un beneficio ambiental" para la comunidad. "Contrariamente a la narrativa predominante en los medios, los cambios de zonificación no tienen nada que ver con el agua: no hay necesidad de agua adicional para una posible expansión del sitio. Giga Berlin es una de las fábricas de vehículos con mayor eficiencia hídrica del mundo y tiene la capacidad de reciclar el 100% del agua procesada", afirma.