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La gran empresa española acusa el golpe de la creciente tensión en Oriente Medio este 2024
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Michelín o CAF, afectadas directamente

La gran empresa española acusa el golpe de la creciente tensión en Oriente Medio este 2024

Más de 20 compañías de gran tamaño llevan semanas advirtiendo a sus inversores del riesgo que implica para sus negocios la escalada del conflicto en Israel y los países de su alrededor

Foto: Un hombre iraní sostiene una pancarta durante una protesta para condenar las recientes explosiones mortales. (EFE/Abedin Taherkenareh)
Un hombre iraní sostiene una pancarta durante una protesta para condenar las recientes explosiones mortales. (EFE/Abedin Taherkenareh)
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La creciente tensión en Oriente Medio está ya pasando factura a las grandes empresas españolas. Más de 20 compañías de gran tamaño y de sectores tan dispares como la energía, las telecomunicaciones, la industria, la distribución, los medios de comunicación o la alimentación están advirtiendo a sus inversores de que, de una u otra manera, están viéndose afectadas por la escalada de la violencia y la inestabilidad que se desató tras los ataques de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre.

Desde entonces, compañías como Naturgy, MásMóvil, Sidenor, El Corte Inglés, Vocento o Coren (la mayor cooperativa agroalimentaria cárnica de España), entre otras muchas, están llamando la atención a sus inversores, para recordarles que la situación en Oriente Medio es un factor de riesgo para sus negocios. Temen un incremento de las presiones inflacionistas o un deterioro de la economía mundial, así como problemas en la cadena de suministro, con lo que los efectos perniciosos alertados por estas empresas son múltiples.

Hasta ahora, los mercados habían estado relativamente tranquilos pese al conflicto y la ofensiva de Israel sobre Gaza, que ha provocado ya más de 22.000 muertos y reducido a cenizas buena parte del territorio palestino. Sin embargo, estas últimas semanas la situación ha ido a peor y el temor a una escalada del conflicto cada vez es mayor.

La muerte del número dos de Hamás en Líbano, los ataques a los buques de los hutíes desde Yemen, que han colapsado la ruta comercial del mar Rojo, y el atentado del ISIS en Irán están disparando la tensión. Las partes afectadas se acusan mutuamente de que tanto Israel como Irán están detrás del incremento de los problemas en toda la zona.

placeholder Edificios destruidos en la franja de Gaza. (Europa Press/Mohammed Talatene)
Edificios destruidos en la franja de Gaza. (Europa Press/Mohammed Talatene)

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, inició este viernes un viaje de tres días al Líbano para tratar de rebajar la tensión en la zona.

En España, la industria ya lo está notando. Michelín ha tenido que parar su producción en todas sus fábricas, tal y como avanzó El Confidencial el pasado 27 de diciembre. En un primer momento, se preveían dos días de parada en las líneas de producción de neumáticos por los retrasos en la llegada de caucho, dados los problemas en el mar Rojo, donde el Gobierno de España no quiso adherirse a la coalición liderada por EEUU para proteger a los buques mercantes que atraviesan la zona.

Foto: Fábrica de Michelin en España. (EFE/Adrián Ruiz Hierro)

Ahora Michelín advierte de otros dos días de parada para los días 20 y 21 de enero, dado que los problemas persisten. También otras industrias sufren. CAF, la constructora guipuzcoana de trenes, está acusando retrasos en los trabajos que desarrolla en Israel. Según advierte a sus inversores, "el grupo está llevando a cabo la ejecución de dos proyectos en Israel, lo que representa aproximadamente el 7% de la cartera de la compañía. La ejecución del proyecto está en curso, sin efectos económicos materiales del actual conflicto en Israel en el grupo, aunque se han producido algunos retrasos en los planes de ejecución del proyecto, principalmente por falta de personal disponible", advertía recientemente a sus inversores.

La asturiana TSK explicaba a los tenedores de su deuda que "el estallido de las guerras de Ucrania y los alrededores de Israel no solo enfría el clima de optimismo generado tras el control de la pandemia, sino que agudiza algunas secuelas del covid, como el tensionamiento de las cadenas de suministro, de la inflación, así como del incremento de la volatilidad de los tipos de cambio e inicio de las políticas monetarias tomadas por los Bancos Centrales, como el fuerte incremento de los tipos de interés". Los efectos son múltiples: Coren, por su parte, asegura que "se ha visto afectado tanto por el encarecimiento de los precios de los cereales como de los precios de los fertilizantes".

Las consecuencias son de muy diversa índole y los problemas, lejos de amainar, parecen ser cada vez más intensos. Los analistas de los mercados esperaban que la cuestión se circunscribiera al problema que viven desde hace décadas en Israel y Palestina. Sin embargo, cada vez hay más afectados en la zona. Si el conflicto escala, la economía mundial se resentirá, según el escenario más dibujado por los economistas encargados de analizar la cuestión. De esta forma, no se puede descartar que las empresas españolas se vean afectadas. En los últimos años, se ha demostrado que elementos exteriores como la pandemia o la guerra en Ucrania acabaron afectando de lleno a la economía nacional, de ahí que las empresas se cubran ante sus inversores.

La creciente tensión en Oriente Medio está ya pasando factura a las grandes empresas españolas. Más de 20 compañías de gran tamaño y de sectores tan dispares como la energía, las telecomunicaciones, la industria, la distribución, los medios de comunicación o la alimentación están advirtiendo a sus inversores de que, de una u otra manera, están viéndose afectadas por la escalada de la violencia y la inestabilidad que se desató tras los ataques de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre.

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