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Sidenor alerta del alto coste laboral y sus límites para recortar plantilla ante el riesgo de huelga
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Mientras negocia un nuevo convenio

Sidenor alerta del alto coste laboral y sus límites para recortar plantilla ante el riesgo de huelga

Avisa de que el elevado nivel de protección de sus trabajadores, con los que tiene que pactar determinadas decisiones, dificulta adaptar sus costes ante una bajada de producción, lo que pone en cuestión la rentabilidad del negocio

Foto: Fábrica de Sidenor en Basauri (Vizcaya). (EFE/Alfredo Aldai)
Fábrica de Sidenor en Basauri (Vizcaya). (EFE/Alfredo Aldai)

Sidenor teme complicaciones para su negocio ante el creciente nivel de malestar laboral cada vez más patente en España. En plena negociación con los sindicatos para la firma de un nuevo convenio colectivo —el actual expira el 31 de diciembre— y con la producción detenida durante 20 días este otoño para hacer frente a la escalada récord de los precios de la electricidad, la compañía dibuja un escenario de riesgos, dada la situación de su plantilla.

En un documento enviado a sus inversores en que relata los riesgos a que se enfrenta firmado por el presidente de la firma, José Antonio Jainaga, el 19 de noviembre, Sidenor, que contaba a septiembre de este año con 1.873 empleados, advierte de que "su coste de personal es alto". Una circunstancia que pone en riesgo sus resultados en un escenario de caída de su producción, añade la acerera vasca, que tuvo que recurrir a las líneas de emergencia ofrecidas por el ICO en 2020 para hacer frente a la pandemia. La firma pidió durante la crisis del covid-19 un ERTE para el 100% de su plantilla.

Sobre lo anterior, la empresa explica que las leyes laborales "proporcionan un alto nivel de protección a los trabajadores" y, por si esto fuera poco, "el grupo ha establecido acuerdos con los representantes de los trabajadores que pueden limitar la capacidad de la empresa para reaccionar ante un rápido cambio de las condiciones del mercado y su capacidad para reducir su fuerza laboral si fuera necesario". Un escenario que supone un riesgo directo para el negocio de la compañía y su rentabilidad, advierte.

placeholder Imagen de archivo de un operario de Sidenor. (EFE/Pedro Puente)
Imagen de archivo de un operario de Sidenor. (EFE/Pedro Puente)

En un momento en que diversos sectores económicos han estallado y mientras los trabajadores del metal de Cádiz se han echado a las calles tras varios días de paros y huelgas, la propia Sidenor, que asegura que ya ha iniciado las negociaciones con los sindicatos para firmar un nuevo convenio colectivo ante el fin del actual a final de año, sostiene que "no puede asegurar que los acuerdos con los sindicatos le prevengan de huelgas o paros en sus plantas productivas", ubicadas en País Vasco, Cantabria y Cataluña.

Las advertencias de la compañía industrial con sede en Vizcaya llegan en pleno impulso del Gobierno por endurecer el actual marco de relaciones laborales establecido por el PP en 2012 y que pretende, según afirma la vicepresidente segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, derogar la reforma laboral desarrollada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy y eliminar sus artículos más lesivos. Entre los mismos, una de las cuestiones que se pretenden cambiar es que el convenio sectorial prevalezca sobre el convenio de empresa, un escenario que vendría a proteger a los trabajadores con un marco sectorial frente a las demandas de su empresa.

Estas advertencias a los inversores se producen en un momento delicado para Sidenor, después de admitir que el coste de la electricidad, uno de sus principales gastos en la producción además del propio coste laboral, se sitúa en niveles récord. Sidenor advierte de que solo cubre un 10% de su electricidad mientras el 90% viene directamente de compras en el mercado 'spot', que ha pasado de los 50 euros MWh a más de 200 euros MWh. Un encarecimiento que se ve agravado por la subida sin precedentes de los derechos de emisión de CO₂ a que tiene que hacer frente la empresa.

Foto: Planta de Sidenor en Basauri (Vizcaya). (EFE)

La propia firma dedicada a la producción de aceros se quejó por la falta de ofertas competitivas recibidas por parte de las eléctricas. Unas afirmaciones que fueron respondidas por parte de Iberdrola, que pidió a Sidenor que bajara los precios de sus aceros para la industria eólica. La tensión ha llegado a tal punto que el sector del acero y las empresas electrointensivas, agrupadas en AEGE, han mostrado su solidaridad con el presidente de Sidenor, a su vez presidente de la patronal de firmas de gran consumo eléctrico.

Sidenor respondió a Iberdrola que "las ventas a la industria eólica marina son absolutamente marginales respecto del total de ventas de la empresa, representando menos del 2% de dicho total. En ese contexto, la influencia de los precios de Sidenor sobre el desarrollo de la energía eólica 'offshore' mundial puede ser considerada como prácticamente nula". En el documento enviado a sus inversores, Sidenor advertía el 19 de noviembre de que las ventas a la industria eólica, sumada a petroleras y gasistas ('wind', 'oil & gas'), representan un 18% del total, siendo el 62% de ventas a la industria del automóvil —muy tocada por la escasez de microchips— su principal línea de negocio, tanto en España como exportando a otros países.

El enfrentamiento ha posicionado el PNV a favor de su industria frente a Iberdrola, empresa que ha recalcado en diversas ocasiones que es uno de los primeros contribuyentes de la Hacienda vasca.

Sidenor teme complicaciones para su negocio ante el creciente nivel de malestar laboral cada vez más patente en España. En plena negociación con los sindicatos para la firma de un nuevo convenio colectivo —el actual expira el 31 de diciembre— y con la producción detenida durante 20 días este otoño para hacer frente a la escalada récord de los precios de la electricidad, la compañía dibuja un escenario de riesgos, dada la situación de su plantilla.

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