El ministro Cuerpo remodela el Tesoro para ganar influencia internacional

El nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, coge las riendas de Nadia Calviño con cambios en su equipo. La primera novedad anunciada dentro del Ministerio es la creación de una nueva dirección general dentro del Tesoro Público, que Cuerpo ha liderado hasta su nombramiento como ministro este viernes.

Hasta ahora, el secretario general del Tesoro tenía a sus órdenes un único director general, Álvaro López Barceló, al frente del Tesoro y Política Financiera. Cuerpo ha decidido crear un puesto en paralelo que se ocupe de los asuntos económicos en la Unión Europea, con los bancos multilaterales de desarrollo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el G-20. Con ello, habrá más equipo directivo apoyándole en las labores internacionales, una de las prioridades de su mandato ante un nuevo entorno más desafiante por la desaceleración y el retorno de las reglas fiscales.

Más allá del dibujo de su cúpula, todavía queda la incógnita de quiénes serán sus personas de confianza en esta nueva etapa. De momento, hay varias sillas vacías: la de secretario general del Tesoro, que él deja, y la nueva dirección general. Para la primera suena López Barceló, al haber sido su mano derecha en el último año y medio.

Otra de las incógnitas es si seguirá el actual secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, al haber sido adelantado en la sucesión por Cuerpo. Fuentes próximas al Ministerio señalan que la relación entre ambos es buena y tienen perfiles compatibles, por lo que no se descarta que siga. Aunque será algo que tendrá que decidir en los próximos días el nuevo ministro. Cuerpo tiene hasta la semana del 8 de enero para diseñar su equipo, ya que en la primera semana de ese mes no hay Consejo de Ministros.

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El nombramiento de Cuerpo como ministro sorprendió en el mundo empresarial y financiero, ya que no estaba en la lista de favoritos cuando se inició la carrera para suceder a Calviño. Incluso el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sugirió que vendría alguien de fuera del Ejecutivo. Sin embargo, ya sea por descartes o por la confianza que ha puesto en él Calviño, ha sido el elegido final.

La buena acogida empresarial se debe a que es alguien ya conocido y respetado por empresarios y banqueros. Se le ve como una persona preparada, cercana y con los oídos abiertos, aunque también como un negociador duro y astuto.

En su discurso de bienvenida, Cuerpo transmitió su intención de que su mandato sea continuista, buscando medidas que fomenten el crecimiento y el pleno empleo; comprometido con el reparto justo de costes y con la reducción de la deuda y el déficit; y buscando diálogo con los actores económicos e influencia a nivel internacional.

El nuevo ministro parte con dos dificultades añadidas frente a su predecesora: un entorno económico más complicado y condicionado por las reglas fiscales, que él mismo ha negociado; y menos poder en el Consejo de Ministros, lo que le condicionará a buscar el apoyo de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, frente a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en las decisiones complejas.

Calviño definió el Ministerio de Economía como el "Rolls-Royce" del Gobierno, antes de cederle la cartera a Cuerpo. Su sucesor tildó de "montaña rusa" los últimos cuatro años en el Ministerio. En su mano izquierda estará que el Rolls-Royce no descarrile por la desaceleración ni sea embestido por sus compañeros de concesionario.