Soy propietario de una vivienda alquilada: ¿qué debo tener en cuenta al contratar un seguro?

En muchas ocasiones, ser arrendador de una vivienda alquilada supone un quebradero de cabeza. ¿Quién paga los daños producidos? ¿Cómo atiendo las necesidades del inquilino cuando no vivo en la misma ciudad? El propio uso de la vivienda genera un desgaste, independientemente del cuidado que se le dé: averías, roturas… Y hasta daños por incidencias meteorológicas.

Algunos seguros están dirigidos especialmente a la protección del propietario durante todo el periodo de arrendamiento. Quizás, la cobertura más conocida tiene que ver con el impago, tanto del alquiler como de los suministros. Pero lo cierto es que muchos de ellos van más allá, ofreciendo desde servicios de bricolaje hasta el desplazamiento de profesionales a la vivienda en caso de siniestro.

En todo caso, existen algunos puntos clave que debes valorar antes de adentrarte en la búsqueda de la póliza, según la aseguradora Caser. En primer lugar, el uso que le das a la propiedad: si es tu vivienda habitual, tu segunda residencia o se la alquilas a un tercero. En segundo lugar, debes fijarte bien en el contenido y continente de la misma para evitar situaciones de infraseguro o sobreseguro. En el primer caso, la indemnización ante un siniestro sería insuficiente, ya que la aseguradora responderá teniendo en cuenta el valor que declaraste. Por lo general existen dos opciones: o que te indemnicen económicamente o que te reparen o reemplacen el bien dañado. Los dos últimos puntos a tener en cuenta están relacionados con las coberturas que va a incluir y, por supuesto, el precio.

Seguros para segunda residencia y alquiler

Unicaja Banco, en el marco de su acuerdo con Caser, ofrece varios tipos de seguros con coberturas para las segundas residencias y de alquiler. En concreto, el seguro de hogar para segundas residencias (Hogar Protección Yavoiyó) incorpora el desplazamiento de un profesional a la vivienda para solucionar posibles incidencias, como una rotura o una gotera, por ejemplo, sin necesidad de que el propietario esté presente, ya que incluye un servicio de entrega y recogida de llaves por el territorio nacional.

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El propietario también podrá hacer uso de un servicio de revisión o una limpieza gratuita al año. Desde la propia entidad aclaran que el primero “consiste en un chequeo del estado de la vivienda, desde la revisión de alumbrados o grifos, hasta los electrodomésticos, las ventanas o las puertas”. Al finalizar, desde el seguro elaborarán un informe final con las conclusiones de la revisión. Por otro lado, añaden, la limpieza “facilita la mano de obra de un profesional durante un máximo de tres horas para la limpieza de azulejos, sanitarios, suelos, cristales y espejos, muebles de cocina y baño, mobiliario exterior o electrodomésticos, entre otros”.

La ocupación ilegal es otro de los aspectos clave del seguro. Abarca la reclamación judicial cubriendo los gastos legales derivados del proceso, desde el abogado o el procurador hasta la notaría o los peritos. En todo caso, la entidad afirma que “el límite de estos gastos es de entre 3.000 euros por siniestro y de 9.000 euros por año, con una carencia de tres meses desde la fecha de efecto de la póliza”.

Asimismo, ofrece otras coberturas como la responsabilidad civil por los daños ocasionados a terceros por una fuga de agua o por reparaciones, por ejemplo. Además, también pueden incluir “los daños materiales en instalaciones eléctricas, los aparatos conectados a la corriente o, incluso, hasta 200 euros por el deterioro de alimentos o medicamentos refrigerados en caso de producirse un fallo de suministro o avería en aparatos eléctricos”, comenta Unicaja Banco.

Seguro de alquiler

Otra opción de Unicaja Banco para las viviendas alquiladas es Caser Alquiler Atodoriesgo, que engloba posibles impagos en el caso de que el inquilino no abone el alquiler; de defensa jurídica ante la necesidad de efectuar un desahucio; y protección ante posibles daños por actos vandálicos.

También están cubiertos los pagos por suministros de luz, agua y gas que el inquilino haya dejado de pagar (hasta los límites establecidos en las condiciones del seguro) y la limpieza de la vivienda tras abandonarla por impago o desahucio, con los límites establecidos en la póliza.

Otra herramienta destacada es el detector de inquilinos, que permite conocer su viabilidad y solvencia. Como aclaran desde la entidad, “analiza los ingresos de hasta tres inquilinos en tan solo dos minutos. Solo es necesario introducir el NIF, NIE o CIF (en caso de locales), la dirección de la última residencia, su actividad laboral y el rango de edad, evitando así pedir información adicional al candidato”.