Penúltimo capítulo por el millonario botín de los Ybarra: la avaricia rompe el saco

La millonaria herencia de Emilio Ybarra, el que fuera presidente de BBVA, sigue dando mucho que hablar en Neguri, el barrio de la burguesía vasca, donde gustan poco los ruidos de sables entre las familias. Han pasado ya cuatro años desde el fallecimiento del que, con permiso de Emilio Botín, fuera el gran banquero de España. Pero la pelea entre su hermano, Santiago Ybarra, y los hijos de Emilio (sobrinos de Santiago) continúa en una pelea judicial que acaba de tener un último capítulo.

Después de que Ignacio, Emilio, María y Lucía Ybarra Aznar ganasen el laudo arbitral de equidad, por el que Santiago (87 años) pidió la disolución de Mezouna, la sociedad patrimonial compartida con su hermano, dueña de participaciones importantes en Vocento y Tubos Reunidos, el abogado de los hijos de Emilio solicitó al juzgado que castigase en costas al tío con el pago de 1,34 millones de euros. Sobre todo porque el recurso de nulidad presentado por los letrados de Santiago y su mujer, Mercedes Baptista, una ciudadana venezolana no aceptada por la familia, contra la resolución de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Bilbao había sido desestimada.

El problema surgió antes del verano, cuando Carlos Aranguren, abogado de los herederos de Emilio exigió unos honorarios que aparentemente parecían excesivos. El letrado del bufete Barrilero y Asociados, encargado durante años de la administración de Mezouna, había estimado en 708.334 euros su minuta, a la que añadió 141.666 euros por la pluralidad de intervinientes, más otro 15% (127.500 euros) por el recurso de reposición y 25.500 euros más por otras cuestiones. En total, una vez aplicado el IVA del 25% (210.663 euros), 1,2 millones, que fueron reclamados el 17 de mayo, más otros 146.816 euros para el procurador, Germán Ors. A pagar, 1,34 millones.

Aranguren estimó su factura en función del importe, unos 64 millones de euros, de los activos de Mezouna, por los que las dos partes de la familia habían estado pugnando en la Cámara de Comercio. Sin embargo, el abogado de Santiago impugnó dichas tasas ante la sala de lo civil y lo penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco al considerar que, al tratarse de un recurso de nulidad, las costas se califican como indeterminadas y, en ningún caso, podrían superar los 18.000 euros. En su opinión, sus colegas de Barrilero actuaron de mala fe, con "actuaciones fraudulentas", con el fin de "engañar al tribunal y obtener así un enriquecimiento desmedido y absolutamente injustificado".

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C. R.

Tras este encontronazo, Aranguren rebajó sus pretensiones, al dar por bueno que, en lugar de calcular la factura por los 64 millones del patrimonio a repartir, se tomara en cuenta la mitad de la sociedad, es decir, el 49,99% en manos de Santiago (32 millones), y no el 50,01% propiedad de los hijos de Emilio, ya que la reclamación iba contra el hermano y no contra sus representados. Por tanto, comunicaron al juez que estarían dispuestos a aceptar 469.628 euros.

Ante la persistente disparidad, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco pidió un informe al Ilustre Colegio de la Abogacía de Bizkaia para someter la disputa a los criterios profesionales. La conclusión de este organismo colegiado fue que, dada "la materia discutida, la complejidad del procedimiento, la dedicación, esfuerzo profesional, tiempo empleado y el grado de especialización requerido por parte del letrado, se considera a todas luces excesiva la minuta" solicitada por Aranguren. Su dictamen fue que el abogado de los Ybarra Aznar no debía cobrar ni 1,21 millones, ni 469.628 euros, sino 3.455 euros, IVA incluido.

Su dictamen fue que el abogado de los Ybarra Aznar no debía cobrar ni 1,21 M, ni 469.628 euros, sino 3.455 euros, IVA incluido

Así lo dictó el 19 de julio y lo tomó como bueno la sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia, que el pasado mes de septiembre fijó la cuantía final en 3.500 euros para el abogado y en 282 euros para el procurador, para un total de 4.576 euros incluida el impuesto del valor añadido. Es decir, el 0,34% de lo solicitado.

Barrillero y Asociados, fundados por un grupo de exejecutivos de Cuatrecasas, no ha recurrido la sentencia, por lo que se convierte en firme. Pero, lejos de suponer el final de la guerra entre los hijos de Emilio Ybarra y su tío Santiago, la batalla tendrá nuevos capítulos. Porque el octogenario noble de España, titular del Condado de El Abra y su mujer, quieren exigir lo que consideran suyo. Por una parte, han creado una fundación donde irán a parar sus numerosos bienes para fomentar la cultura local. De este modo, dificultará que estos acaben en manos de sus familiares vascos, como pretendía la matriarca del clan, María Dolores Churruca y Zubiría, doña Lola, fallecida un año antes que Emilio. Por otra parte, la próxima semana se celebrará la junta general de Mezouna, en la que se respirará cualquier cosa menos concordia.