La banca teme un golpe de miles de millones por las medidas "innecesarias" de Sánchez

La banca contiene el aliento. Las principales financieras del país acogieron con cierta resignación las palabras del presidente del Gobierno (todavía en funciones), Pedro Sánchez, sobre sus planes de ampliar el código de buenas prácticas de alivio hipotecario. Estos planes ya fueron analizados y puestos en cuarentena por el Banco de España, que avisó de posibles provisiones de miles de millones para las entidades.

Alguno de estos informes elaborados en la plaza de Cibeles apuntaban a pérdidas por dotaciones de hasta 10.000 millones de euros en una serie de supuestos, como adelantó este medio. Esto se debe a que cualquier hipoteca reestructurada o refinanciada bajo una serie de condiciones tiene que ser clasificada como crédito en vigilancia (stage 2) o dudoso, lo que implica grandes provisiones a los bancos. De ahí que las entidades y el Banco de España hayan tratado hasta ahora de mantener el código en términos razonables.

Tal y como se anunció en la campaña electoral, Sánchez confirmó en su discurso de investidura que pondrán en marcha una reforma del código de buenas prácticas de alivio hipotecario. El objetivo de ampliar hasta siete años el plazo de amortización de las hipotecas vulnerables y aumentar el colectivo que se puede beneficiar de estas medidas, de 28.000 a 38.000 euros de ingresos anuales por hogar.

"Vamos a elevar el umbral de renta media, de los 30.000 euros actuales a los 38.000 euros, para que más familias puedan acogerse a la medida de alivio hipotecario en vigor, que consiste en la congelación de la cuota mensual durante un año y la ampliación del plazo de amortización hasta los siete años", afirmó Sánchez en el Congreso.

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Aunque en el sector financiero se descontaba que este momento llegaría, había esperanzas de que no formara parte del discurso de investidura y se dejara para un momento de necesidad real de estas medidas, "que no es el actual".

Así, los bancos llevan insistiendo meses en que las buenas cifras de empleo y el ahorro acumulado por las familias han hecho menos necesario el código hipotecario. Y, añaden, los baremos actuales no están suponiendo un problema para los hipotecados vulnerables, ya que las entidades están llegando a pactos fuera del código con aquellos clientes con rentas superiores a los 28.000 euros.

El millón de Calviño

En este sentido, desde las entidades sugieren que el anuncio de Sánchez busca más "acaparar titulares que buscar soluciones". "Lo que se está debatiendo no es si se ayuda a los clientes con problemas, sino quién los ayuda", añaden.

Cuando el equipo de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, puso en marcha el código, anunció que se beneficiarían de él un millón de familias. Unos meses después, el Banco de España desinfló estas cifras, al detallar que los hogares potencialmente beneficiarios eran 200.000, que solo pedirían acogerse a estas medidas en un escenario pesimista.

El supervisor presentó hace dos semanas las últimas cifras oficiales de solicitudes al código, con unas 42.000 solicitudes entre enero y julio. Sin embargo, el índice de aprobación sigue siendo bajo: un 8%, el resto está rechazado (40%) o en estudio (50%), lo que ha provocado tensiones entre Economía y los bancos. De ahí, quizá, que el tema haya vuelto a estar en la agenda de Sánchez y de otros partidos que hablaron del sector financiero durante su intervención en el Congreso.