Clamor bancario contra los acuerdos de investidura del Gobierno

El sector financiero tiene clara su posición sobre los pactos de investidura que está negociando durante las últimas semanas el PSOE, y que puede revalidar pronto la estancia de Pedro Sánchez en la Moncloa. Así se mostró en un evento financiero organizado este martes por Deloitte, junto a ABC, con casi 200 banqueros que ovacionaron varios de los mensajes lanzados contra los pactos de investidura por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa.

El detonante de este posicionamiento ha sido el pacto de gobierno alcanzado por el PSOE y Sumar, que contempla la prórroga del impuesto a la banca y a las energéticas y nuevas medidas fiscales contra las grandes empresas. Pero también hubo palabras sobre los acuerdos que se están ultimando con ERC y Junts.

De este modo, este foro, habitualmente poco dado a los titulares políticos, sufrió un vuelco con la llegada de la presidenta del Partido Popular (PP) madrileño. Ayuso recordó los Pactos de la Moncloa y su espíritu de "búsqueda de seguridad jurídica" y un sistema fiscal "transparente, progresivo y no confiscatorio". También el proyecto de "unidad de España" que fue consensuado, "todo lo contrario del desguace que estamos viviendo en España". Ayuso habló de políticos que quieren "sacar tajada" y comparó varias veces la situación con la de países latinoamericanos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid también deseó que los impuestos temporales a banca y energéticas "sean frenados en los tribunales" (a pesar de que no fueron recurridos por su partido) y recordó que este entorno está haciendo que las empresas se replanteen sus inversiones, como Repsol. También criticó la condonación de deuda que se va a hacer con Cataluña, "que destroza la imagen del país". El resultado de su intervención fue una ovación de casi medio minuto, la más prolongada de las jornadas.

También atrajo los aplausos la consejera delegada de Bankinter. A pesar de no ser preguntada directamente por ello, Dancausa quiso dejar clara su posición sobre los pactos de investidura: "Sería un error dilapidar [el potencial económico del país] conforme a ambiciones personales para alcanzar metas a corto plazo a unos costes inasumibles". La banquera burgalesa fue ovacionada al pronunciar estas palabras, a pesar de que su intervención no había concluido.

No es la primera vez que la CEO de Bankinter se muestra así de clara en sus opiniones sobre políticas gubernamentales. Hace un año, cuando se anunció el impuesto extraordinario al sector, calificó de "burda manipulación" los argumentos esgrimidos para ello y criticó las políticas que fomentan "la generación de odio entre los ciudadanos", en referencia a la estigmatización del sector financiero.

Hace un año, cuando se anunció el impuesto extraordinario al sector, calificó de "burda manipulación" los argumentos esgrimidos

Por las jornadas de Deloitte también desfilaron el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, y algunos de los principales CEO de las entidades: Héctor Grisi (Santander), Onur Genç (BBVA), Gonzalo Gortázar (CaixaBank), César González-Bueno (Sabadell) e Isidro Rubiales (Unicaja).

Tiro en el pie

Este último fue el único que se pronunció directamente sobre la prórroga del impuesto extraordinario. Rubiales cuestionó que el impuesto se haya creado por unos supuestos beneficios extraordinarios que se están obteniendo, "cuando lo extraordinario era lo anterior", el escenario de tipos cero que vivió el sector durante años, momento en el que "nadie se acordó de los bancos".

Estas palabras se unen a las que dijeron hace algunos días altos directivos de Santander, BBVA y CaixaBank. Ana Botín, de Santander, insinuó que podría haber movimientos de capital fuera de España si se suben los impuestos, y el CEO de CaixaBank, Gortázar, calificó la idea de la prórroga como "un tiro en el pie".

El resto del debate giró en torno a los retos en la rentabilidad del sector y el pago de los depósitos. Guindos y Delgado incidieron en la necesidad de esto último y alertaron de los riesgos para el crecimiento de los márgenes. Los banqueros, por su parte, dieron un mensaje contrario: la remuneración del pasivo llegará poco a poco, pero no porque se les imponga, y hay motivos para el optimismo en resultados para el próximo año.