Inditex espera resultados a un 3% de superar su propio récord de mayor capitalización de España

Inditex presenta este miércoles los resultados de su segundo trimestre fiscal. Las acciones del gigante textil aguardan esta cita a un 3,77% de alcanzar la mayor cotización bursátil de la historia de una empresa cotizada en la bolsa española, superando así su propio récord. Todo apunta a que conseguirá este hito más pronto que tarde, aunque el punto de inflexión puede llegar cuando informe de las cuentas. El consenso de los analistas prevé que vuelva a comunicar récord de facturación e ingresos y, si así se confirma, mandará al mercado una nueva señal de confianza que seguramente se traducirá en un repunte de sus títulos.

El actual récord de capitalización bursátil lo marcó Inditex en junio de 2017, cuando alcanzó los 114.226,4 millones de euros. O lo que es lo mismo, sus acciones llegaron a cotizar a 36,66 euros. A cierre del pasado viernes, los títulos de la compañía se pagaban a 35,29 euros, por lo que apenas deben repuntan un 3,77% para situarse en esos 36,67 euros que le llevarían a cotas nunca antes visitadas por ninguna compañía española.

El precio objetivo que le otorgan de media los analistas recogidos en Bloomberg es de 37,03 euros por acción, por encima de los 36,67 euros que necesita para batir el récord. De hecho, de los 35 expertos que cubren el valor, hay 21 que le conceden una cotización que le permitiría conseguirlo. En total, hay un 62,9% que recomienda ahora mismo comprar títulos de Inditex, mientras que un 31,4% se decanta por mantener y solo un 5,7% apuesta por vender.

El más optimista de todos es el de Goldman Sachs, con un precio objetivo de 42 euros, seguido de cerca por el de JB Capital Markets, que lo sitúa en los 41,60 euros. Aunque fuera de los registros de Bloomberg hay todavía más euforia, como en el caso de Bank of America, que el pasado martes emitió un informe en el que subía su apreciación hasta los 43 euros. Mostraban así su confianza en lo que han denominado un "ciclo virtuoso" que impulsa el negocio de la compañía presidida por Marta Ortega.

En el grupo de los que apuestan por vender se encuentran solo dos analistas. Llama la atención que uno de ellos sea el de Alphavalue, que le otorga un precio objetivo de 36,40 euros, por encima de la cantidad en la que cerró el pasado viernes. Pero el más pesimista es el de Credit Suisse, que considera que sus títulos deberían valer 28,50 euros, lo que supondría un retroceso del 23% respecto a la actualidad.

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De cara a los resultados del próximo miércoles, el consenso de los analistas estima que la compañía alcanzará unos ingresos de 9.058,5 millones en su segundo trimestre fiscal, superando en un 11,8% la facturación de 8.103 millones que alcanzó en el mismo periodo del año pasado y que suponían su anterior récord a estas alturas del año.

En cuanto al beneficio neto, calculan que se situará en los 1.270,8 millones, lo que significa un repunte interanual del 22,9%; mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) será de 2.359,1 millones, logrando un alza del 11,7% en comparación con el mismo periodo del ejercicio pasado. En ambas magnitudes, estos números también supondrían cifras históricas.

"El crecimiento de Inditex debería seguir siendo saludable y la productividad de las tiendas debería seguir mejorando, todo ello apoyado en el canal online", apuntaba la analista de la sociedad de valores Bestinver, Patricia Cifuentes, en su último informe sobre la compañía. Con estas perspectivas, augura que "siga creciendo con rentabilidades sólidas y distribuyendo un dividendo atractivo".

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Inditex ha generado en el mercado un optimismo generalizado que ahora debe corresponder. Si cumple con las expectativas, tiene a tiro de piedra volver a escribir su nombre en los libros de historia de la bolsa española. Pero si no lo hace, corre el riesgo de pinchar la burbuja. Incluso puede suceder que efectivamente consiga unos resultados de récord, pero que estén por debajo de las previsiones. Si esto sucede, es probable que se observen caídas en bolsa, porque los inversores se sientan decepcionados.