Los dos 'rottweilers' de Hidalgo para domar a los pilotos de Air Europa

Con mucha tensión se han vivido los dos días en los que la dirección de Air Europa y el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) se han visto las caras en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA-FSP) para evitar una huelga prevista para la próxima semana. Con dos posturas muy distantes, los responsables laborales de la aerolínea y los tripulantes de sus aviones se han visto las caras entre palabras gruesas y reclamaciones salariales que la empresa aseguraba que echarían por tierra su objetivo de volver a ser rentables después de tres años de pérdidas.

Por parte del SEPLA, acudieron para recuperar lo que denominan "el poder adquisitivo" perdido durante los largos meses de la pandemia Carlos Sánchez Pérez, comandante y director de la sección sindical en Air Europa; Óscar Orgeira Rodríguez; Francisco Claudio Ibáñez Blanco, y Eduardo Artime Fernández. Por parte de la empresa controlada aún por la familia Hidalgo, se presentaron Carles Frigola Barrios, en su condición de director corporativo de Relaciones Laborales, y Antonio de la Fuente Fernández, representante legal y jefe de Recursos Humanos

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Pero estos dos directivos de Air Europa no fueron solos a las reuniones. Para igualar las fuerzas del SEPLA, la compañía llevó como asesores a Juan José Hita Fernández y a Jordi García Viña, dos abogados conocidos en el sector por su colmillo a la hora de negociar convenios colectivos, despidos masivos y cualquier situación laboral delicada. Según aseguran fuentes próximas a las negociaciones, los pilotos se quedaron sorprendidos cuando vieron enfrente de la mesa a Hita Fernández, especialista del despacho Augusta Abogados, que ya había intervenido con mano dura en otros procesos similares. Principalmente como asesor de Ryanair, la compañía de low cost irlandesa conocida por sus continuos enfrentamientos con la plantilla.

De hecho, Hita ha estado presente en la firma del primer convenio colectivo de Ryanair, rubricado el pasado 1 de marzo. Un acuerdo por el que los pilotos reciben una restitución salarial completa y, a partir del año que viene, incrementos anuales de entre un 2,8% y un 3%. Además, contarán con otras mejoras "significativas" en los beneficios laborales relativas a horario y vacaciones, entre otros aspectos, durante los próximos cuatro años. Del convenio se beneficiarán los 900 pilotos de la aerolínea de bajo coste irlandesa con base en España, cuyos sueldos se sitúan en una horquilla de entre 90.000 y 180.000 euros, en función, entre otros factores, de los años de experiencia del profesional.

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Javier Melguizo

Los de Air Europa ganan más, entre 160.000 y 210.000 euros, unas cifras superiores incluso a los de Iberia. Pero los tripulantes consideran que han perdido mucho poder adquisitivo al haber estado gran parte de los dos últimos años en tierra y, dado que su sueldo tiene un componente variable vinculado a las horas de vuelo, se han dejado bastantes miles de euros por el camino. Por ello, piden una subida del 19% en tres años, unos 57.000 euros más en este periodo, reclamación que la empresa considera inasumible porque le costaría 35 millones más en salarios.

Fuentes del sector describen a Hita como un hueso duro de roer, impasible ante sus oponentes, con mano dura, y gran conocedor de un sector donde la tensión laboral es frecuente. Por ello, agregan, el abogado es de los que intimida, pero sin apretar demasiado la soga, a sabiendas de que siempre es mejor un mal acuerdo que un buen pleito. Calificación similar a la de Jordi García Viñas, otro sabueso a la hora de negociar derechos y deberes laborales.

El abogado es de los que intimidan, pero sin apretar demasiado la soga

García Viñas, catedrático de Derecho del Trabajo por la Universidad de Barcelona y máster en Recursos Humanos por la Universidad Politécnica de Barcelona, fue durante cinco años director de relaciones laborales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Es decir, responsable de negociar a cara de perro convenios colectivos con muchos sectores productivos. Las vio de todos los colores, ya que le pilló la gran reforma laboral aprobada por Mariano Rajoy.

Tras su paso por la CEOE, García Viñas se fue en octubre de 2019 a KPMG, donde ocupó la dirección de relaciones laborales de la consultora. Allí estuvo hasta principios de 2022 dedicado a gestionar "mecanismos de flexibilidad o procesos de reestructuración", así como al "diseño y liderazgo de procesos de acuerdos con sindicatos, negociación colectiva y gestión de conflictos". Una tarea que también aplicó en Sagardoy, uno de los despachos laborales más reconocidos de España, cliente habitual de los ERE en Telefónica, de cuyo consejo fue asesor.