Reino Unido cuestiona la oferta de un inversor catarí por el Manchester United

El gobierno del Reino Unido muestra su preocupación sobre Sheikh Jassim bin Hamad Al Thani, uno de los inversores cataríes candidatos a comprar el Manchester United, según fuentes cercanas recogidas por Bloomberg. Las acusaciones se han centrado en fallos regulatorios anteriores en la unidad del Reino Unido del Banco Islámico de Catar (QIB), entidad en la que Sheikh Jassim ha sido presidente desde 2006. En concreto, en una multa de 1,4 millones de libras esterlinas por violar los requisitos de capital que dejaban a la empresa expuesta a altos niveles de riesgo.

Hace siete años, en el momento de la multa, el QIB expresó que había tomado "medidas correctivas", mientras que el BOE dijo que el banco se había sometido a una reestructuración significativa para detener infracciones similares. Andrew Bailey, el entonces director ejecutivo de la Autoridad de Regulación Prudencial (Prudential Regulation Authority- PRA) y ahora el gobernador de BOE, declaró en ese instante que el QIB había "fallado en cumplir con algunos de los estándares regulatorios más básicos". Todavía no existen pruebas de que el QIB desempeñe ningún papel directo en la oferta actual por el Manchester United.

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Sheikh Jassim es hijo del ex primer ministro de Catar, Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani, y miembro del estado del golfo de la familia real, y encabeza la que muchos ven como la principal oferta por el club de fútbol inglés. Su oferta podría valorar el club, actualmente propiedad de la familia Glazer, en unos 5.000 millones de libras esterlinas.

Si bien no hay aún ningún indicio de que el Reino Unido vaya a intervenir para bloquear la oferta de Sheikh Jassim, las preocupaciones del gobierno británico sugieren que los ministros puedan presionar a la Premier League para que se plantee sus propias preguntas sobre los pretendientes del Manchester United. Ante estas dudas respecto al inversor catarí, los portavoces de Sheikh Jassim y el Departamento de Cultura, Medios y Deportes del gobierno del Reino Unido se negaron a hacer comentarios.

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El gobierno actualmente está pisando una línea muy fina para equilibrar entre su deseo de hacer de Gran Bretaña un destino atractivo para la inversión extranjera y querer proteger a los clubes de fútbol de propietarios que puedan suponer un riesgo para el funcionamiento estable de un club.

El Reino Unido se ha enfrentado a continuas críticas por la gobernanza de sus activos deportivos, y recientemente dio a conocer importantes reformas a las cinco principales clubes de fútbol del país, con una organización independiente. El regulador se centró en la seguridad financiera, criterios de propiedad más estrictos y reglas para evitar que los equipos se unan a las competiciones separatistas.

De momento, el multimillonario británico Jim Ratcliffe es el principal rival de la oferta de Catar, y Elliott Investment Management, la firma de capital privado, presentó una oferta por una pequeña participación en Manchester.