Maroto ofrece al azulejo créditos ICO para reducir plazos de pago y acceder a las ayudas

La ministra de Industria, Reyes Maroto, ofreció este martes a las empresas azulejeras líneas de créditos y avales del ICO para ponerse al día en el pago de sus facturas y poder acceder a los 450 millones de ayudas públicas directas habilitadas por el Gobierno para las industrias gasintensivas. Maroto, que acudió a Castellón para presentar el preyecto de clúster de generación de hidrógeno que lidera BP en su refinería castellonense, se desplazó posteriormente por sorpresa a Valencia para visitar la feria que reúne a los ceramistas y empresas del pavimento y el baño, Cevisama. Allí, poco antes de reunirse con la patronal sectorial Ascer, puso encima de la mesa una "hoja de ruta" con 500 millones en préstamos de circulante para que los productores puedan cumplir con la ley de morosidad con sus proveedores y así beneficiarse de las subvenciones a la factura del gas, principal combustible de los hornos de cocción.

Los azulejeros llevan meses reclamando respaldo gubernamental al impacto sobre sus costes de los precios de la energía. Tras haber arrancado al Ejecutivo de Pedro Sánchez una línea de ayudas directas, se han topado con la ley de subvenciones, modificada en septiembre del año pasado a través de la ley de creación y crecimiento de empresas, que obliga a las compañías que quieran beneficiarse de subvenciones que acrediten que el gasto subvencionable cumple con el plazo máximo de 60 días a los proveedores que fija la norma sobre morosidad empresarial.

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Ascer ha advertido que esa limitación hace casi imposible a las empresas exportadoras con problemas acceder al respaldo público, ya que están cobrando en algunos casos incluso a 180 días y trasladan esas demoras a sus proveedores para evitar entrar en situación de insolvencia. Maroto insistió a preguntas de los medios en que "hay que cumplir la ley" para evitar que se vean perjudicadas las pymes proveedoras y abrió la puerta de los ICO como mecanismo de solución para la situación que se ha generado. "Estamos ayudando a las empresas a la interpretación de cómo cumplir con algo que, por otra parte, es justo, pues se trata de reducir los periodos medios de pago, pues al final quienes están soportando la morosidad en España son las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, por tanto también tenemos que velar por que los costes de la guerra se redistribuyan y es importante que seamos conscientes que la morosidad es una lacra que tiene nuestro modelo productivo que hay que combatirla", aseguró la ministra, que descartó hacer excepciones con las industrias azulejeras.

La alternativa que pone encima de la mesa el Gobierno, y que no convence a los empresarios, es avalar crédito circulante que sirva para actualizar facturas atrasadas y, una vez cumplido el período de pago, recurrir ayudas públicas que, paradójicamente, servirían para afrontar ese pasivo generado por la falta de liquidez y el coste de la factura del gas. La ventanilla esá abierta desde este mimso lunes, dijo la ministra, aunque habrá que ver si la banca accede a elevar, aunque sea parcialmente su riesgo con las empresas azulejeras, pues los avales dle ICO no suelen cubrir el 100% de los créditos. La Generalitat valenciana también ha habilitado una línea de 100 millones de euros en préstamos bonificados del Instituto Valenciano de Finanzas (que no están afectados por la ley de subvenciones).

Precisamente este martes, la patrona de los azulejeros volvía a destacar el impacto que la factura energética está teniendo en su estructura de costes. En la rueda de prensa con medios internacionales celebrada en el marco de Cevisama, Ascer destacó una reducción en la producción del 15% que atribuyó a la menor recibida por haber tenido que actualizar sus tarifas para adaptarse a la inflación. Las ventas crecieron el año pasado un 16,2% hasta los 5.538 millones de euros, de los que 4.273 millones fueron exportaciones. Sin embargo, el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, destacó: "Las cifras engañan. El aumento de precios refleja el alza de costes". La patronal, sin embargo, no ofreció cifras de márgenes o beneficios de un sector que fundamental en el PIB de la provincia de Castellón que ha perdido ya unos mil empleos desde que comenzó la guerra de Ucrania y la crisis de precios del gas natural.

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El Gobierno está condicionando también la concesión de ayudas a la inversión en alternativas tecnológicas que permitan descarbonizar y reducir la dependencia del gas natural. El proyecto HyVal de BP en la refinería de Castellón, que este martes presentó Maroto junto con los responsables de la energética, busca acelerar la tecnología del hidrógeno verde como combustible para los hornos, pero los azulejeros sostienen que la tecnología todavía está muy en mantilla y resulta muy cara para cubrir la necesidad de fuentes de mucho calor capaces de llevar la cocción de la cerámica por encima de los 1.200 grados centígrados, como requiere el sector.

“Hyval es clave para la transformación de Castellón y fundamental para apoyar la descarbonización de toda la Comunidad Valenciana. Nuestro objetivo es desarrollar hasta 2 GW de capacidad de electrólisis de aquí a 2030 para la producción de hidrógeno renovable, contribuyendo a descarbonizar nuestras operaciones y las de nuestros clientes. Y también tenemos previsto triplicar la producción de biocombustibles en la refinería para satisfacer la creciente demanda de combustibles bajos en carbono, como el SAF. El Clúster del hidrógeno de la Comunidad Valenciana será clave en el objetivo de descarbonizar la economía y mantener miles de puestos de trabajo industriales en toda la región", señaló Andrés Guevara, presidente de BP Energía España.

Este proyecto contempla una inversión global de 2.000 millones de euros, financiados parcialmente con fondos europeos Next Generation del Perte destinado a descarbonización. BP aspira a usar el hidrógeno en su refinería, pero también ofrecerlo a industrias clave de la Comunidad Valenciana difíciles de descarbonizar, como el sector cerámico, la industria química, para la producción de amoníaco verde, y el transporte pesado. La energía sobrante podría canalizarse hacia Europa si sale adelante el tubo hispano-galo del H2Med.