El Gobierno cesa a la cúpula de Industria responsable del Perte del coche eléctrico

Era cuestión de tiempo que los problemas con la ejecución del proyecto estratégico del vehículo eléctrico (Perte Vec) terminasen por cobrarse alguna cabeza política. Las víctimas han sido el secretario general de Industria, el catalán Raül Blanco, y el director general de Industria, Galo Gutiérrez, los responsables desde su arranque de diseñar el grueso de los planes de renovación de los sectores productivos financiados con los fondos Next Generation del mecanismo europeo de recuperación.

La Ministra de Industria, Reyes Maroto, que abandonará también el puesto para afrontar la campaña a la alcaldía de Madrid en mayo, comunicó este viernes el cese de Blanco en la reunión del próximo Consejo de Ministros. Según ha podido saber El Confidencial, también está prevista la salida de Gutiérrez. Los dos son personas muy vinculadas al PSOE, Blanco especialmente al PSC y con buenas relaciones con el universo empresarial. Maroto agradeció a este último, que pasará a ocupar la Dirección General de la Fundación Escuela de Organización Industrial, su "vocación de servicio público y excelente trabajo al frente de la Secretaria en la que ha tenido que afrontar los efectos negativos de la pandemia en el sector industrial desarrollando nuevas capacidades industriales para proteger la salud de la población".

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Blanco y Gutiérrez se han convertido así en los chivos expiatorios del malestar que generó en el sector del automóvil el despliegue del Perte del coche eléctrico, en el que las empresas coinciden en su excesiva complejidad y requisitos, muchos de ellos marcados desde Bruselas. Ese tira y afloja estalló el pasado mes de octubre, cuando Volkswagen llegó a amenazar con retirar parte de su programa de inversiones en España, incluida la gigafactoría de Sagunto, si no lograba más ayudas de las concedidas inicialmente en el primer proceso evaluador. La multinacional alemana aspiraba a captar mil millones de euros y, finalmente, tras una tensa negociación y proceso de alegaciones, recibirá casi 400 millones entre ayudas directas y préstamos.

Ha sido el caso más mediático, pero en términos generales el conjunto del sector salió decepcionado de una convocatoria en la que el Gobierno puso casi 3.000 millones de euros y apenas ha liberado 880 millones, menos del 30%. La propia ministra Reyes Maroto anunció una segunda ventana de ayudas para el primer trimestre del año que viene para facilitar la entrada de Ford y Stellantis, que renunciaron por plazos, y también para Volkswagen. Pero la letra pequeña sigue sin conocerse, tanto en sus requisitos como si servirá para incorporar otra vez proyectos que quedaron fuera de la asignación de fondos en la primera convocatoria, algo que técnicamente no está claro que sea posible.

Sobre las causas del fiasco en el reparto de ayudas hay diferentes versiones. Desde una falta de contundencia y habilidad del equipo de Industria para engrasar un procedimiento muy complejo y trabado por los requisitos de Bruselas, hasta errores en la tramitación de las consultoras que han asesorado a los fabricantes automovilísticos que eran imposibles de subsanar. La cuestión es que el primer ensayo de reparto de NGEU resultó fallido y Blanco y Gutiérrez han sido señalados como responsables, pese a ser en gran parte los padres de estos programas y quienes han ensayado su puesta en marcha.

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Su salida se produce en un momento crítico. No solamente porque el nuevo equipo tendrá que aterrizar en plena tramitación de convocatorias, con el Perte Naval y el Agroalimentario encima de la mesa, sino porque deberá que desarrollar la segunda parte del proyecto del sector del automóvil. El Economista publicaba este viernes que la ministra de Economía, Nadia Calviño, va a asumir mayores competencias para "acelerar" el reparto de fondos europeos. Está pendiente de tomar forma también el Perte de los semiconductores, el de mayor dotación económica, con 11.000 millones de euros, según anunció el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El nuevo secretario general de Industria y Pyme será Francisco Blanco, actualmente Senador por el Principado de Asturias, cuyo nombramiento será el próximo consejo de ministros. Es licenciado en Administración y Dirección de Empresa y Doctor en Economía por la Universidad de Oviedo. Entre 2007 y 2011 fue director general económico financiero del Ayuntamiento de Gijón, siendo responsable de las áreas de presupuestos, fiscalidad, contabilidad y patrimonio. De 2011 a 2015 fue concejal en el Ayuntamiento de Gijón, cargo que compatibilizó con sus tareas como profesor. En 2015 fue nombrado Consejero de Empleo, Industria y Turismo del Gobierno del Principado de Asturias, y en 2019 fue elegido senador en la decimotercera y decimocuarta legislatura, cargo en el que ha permanecido hasta la fecha. Como senador ha sido portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo.