Unicaja prepara la renovación de su cúpula con la mitad de accionistas en guardia

Unicaja Banco se prepara para el proceso que determinará quién mandará en el grupo en los próximos años. La entidad malagueña está analizando la hoja de ruta con que abordar en los próximos meses el cambio de funciones que habrá en su cúpula y la reevaluación de su consejero delegado, Manuel Menéndez. Ya ha habido discusiones informales en el banco y alrededor del consejo, que no se han iniciado en la Comisión de Nombramientos, según diversas fuentes financieras consultadas por El Confidencial. Este proceso determinará si el banquero asturiano sigue como primer ejecutivo más allá del próximo verano. Desde Unicaja Banco, no hicieron comentarios.

El grupo andaluz llega así a la fase clave de la guerra de poder que se inició tras su fusión con Liberbank. Las dos entidades pactaron en verano de 2021 que Manuel Azuaga, procedente de Unicaja, sería presidente ejecutivo durante dos años y dejaría entonces sus funciones, aunque podría seguir como presidente no ejecutivo, y que el consejero delegado, Menéndez (de Liberbank), tendría que ser reevaluado como tarde el 30 de julio del próximo año. Si consiguiera el visto bueno de dos tercios del consejo, se convertiría en el primer ejecutivo con todo el poder bajo su paraguas.

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Esta decisión se producirá en medio de un clima de tensión entre los principales accionistas. En especial, los procedentes de Unicaja, que consideran que Menéndez se va a hacer con el control aupado por el expresidente Braulio Medel, a través de los cuatro dominicales que tiene la Fundación Unicaja en el consejo del banco. Estos hechos forzaron un cambio de rumbo en la fundación el pasado verano, con la renuncia de Medel y parte de su equipo de confianza.

Este entorno es el que afronta en los próximos meses un consejo de Unicaja, cuyas heridas de los últimos meses todavía no han cicatrizado. A la espera de que avancen las conversaciones, no se descarta una nueva guerra con la reevaluación del consejero delegado como excusa. En la entidad, hay voces que defienden que la renovación de Menéndez será un mero formalismo. Sin embargo, el principal accionista, la Fundación Unicaja, que controla un 30%, se inclinó el pasado mes de julio a favor de que se haga una evaluación a la gestión de Menéndez:

"Lo lógico es que se establezcan criterios para valorar a esa persona, como la rentabilidad, solvencia, ampliación de negocio, estilo de dirección, clima de confianza y relaciones laborales, y que el consejo le evalúe. Sin saber cuáles son esos criterios, no me atrevería a definirme" sobre si Menéndez debe seguir más allá de julio de 2023, afirmó el sucesor de Medel al frente de la fundación, José Manuel Domínguez. El nuevo presidente de la Fundación Unicaja tiene conocimiento de causa, ya que fue el director de la secretaría general que supervisó los pactos de fusión.

El hecho de que el consejo de Unicaja todavía no haya arrancado la renovación formalmente hace indicar que se apurará el plazo fijado del próximo verano, puesto que un proceso así no puede hacerse precipitadamente.

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Otra de las preguntas por resolver es si Azuaga continuará como presidente no ejecutivo o dejará su puesto, ya que hace algunos meses hubo movimientos por parte del bloque asturiano y Medel para buscarle un sucesor, como adelantó este medio.

Doble realidad

Unicaja Banco llegará a esta decisión clave en medio de una doble realidad en su capital y en su consejo de administración. Por un lado, hay cerca de un 45% de grandes accionistas andaluces críticos con lo que ha sucedido y que quieren un proceso de renovación justo: la Fundación Unicaja, con un 30,2% del capital; la familia dueña de Mayoral, que tiene más de un 8%, y el empresario Tomás Olivo, que dispone de un 6,2%.

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Frente a ello, el consejo de administración parece estar mucho más inclinado hacia una reevaluación favorable de Menéndez. Tras los cambios de los últimos meses, con tres dimisiones de independientes incluidas, el consejo está formado por el presidente Azuaga; el consejero delegado Menéndez; los cuatro dominicales de la Fundación Unicaja que nombró y renovó con escándalo Medel, sobre los que el nuevo equipo de la fundación todavía no se ha pronunciado; el representante de la familia dueña de Mayoral; tres dominicales procedentes de Liberbank que pronto bajarán a dos, y cinco independientes que pronto serán seis.

La reevaluación de Menéndez tendrá que ser aceptada por dos tercios del consejo, sin la presencia ni voto del banquero asturiano, según fija el pacto de fusión. De ahí la importancia de que el proceso, que pronto estará en marcha, sea consensuado y no provoque fisuras, principalmente con sus grandes accionistas.