Iberdrola dará un bonus de 200 millones a sus directivos por los buenos resultados

Iberdrola confirmó hace una semana que alcanzará un beneficio a finales de 2022 de 4.200 millones de euros gracias a la aportación de sus divisiones en el extranjero y pese al mal comportamiento del negocio en España. Esta cifra es el principal indicador para medir si su equipo directivo tiene derecho a recibir el premio del plan de incentivos 2020-2022, que asciende a más de 200 millones. Si la coyuntura no se tuerce de aquí al 31 de diciembre por algún elemento extraordinario, la primera y segunda línea ejecutiva de la eléctrica percibirán un bonus por hacer crecer el resultado operativo del grupo y distribuir un dividendo creciente entre los accionistas.

El Bono Estratégico 2020-2022 tiene cuatro métricas principales para evaluar si sus beneficiarios tienen derecho a recibir gratis 14 millones de acciones de Iberdrola, 3,65 millones de títulos de Neoenergia, la filial brasileña, y 1,5 millones de Avangrid, la subsidiaria estadounidense. La primera es el beneficio neto consolidado, que Ignacio Sánchez Galán se había comprometido a elevar hasta los 4.200 millones, por encima del rango de entre 3.700 y 3.900 millones fijado inicialmente. Si, como ratificó el pasado 26 de octubre, logra esa cifra récord, los directivos se asegurarán un tercio de las acciones asignadas.

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El segundo reto era batir con amplitud la rentabilidad del Euro Stoxx Utilities Index, que engloba a los principales competidores europeos de Iberdrola, como Engie, RWE, Enel, E.On, EDF, Verbund, Naturgy y Veolia, entre otras. El presidente de Iberdrola había marcado como objetivo superar a este índice bursátil del sector en cinco puntos porcentuales durante el periodo 2020-2022. Y, de no mediar ningún imprevisto, la compañía energética vasca derrotará por mucho margen a sus comparables, ya que, en estos dos años y 10 meses, se ha revalorizado cerca de un 10%, frente a la caída del 4,8% del citado indicador continental.

Una remuneración que se amplía hasta el 25% si se tiene en cuenta el dividendo pagado y la recompra continuada de acciones por Iberdrola, que, cuando empezó el periodo de cómputo, pagaba 0,40 euros por acción y que, cuando acabe el ejercicio presente, se acercará a los 0,45 euros. Este factor, como el primero, también tiene un peso de entre el 20% y el 35% en la ecuación para medir si los ejecutivos recibirán a partir del próximo año el premio del Bono Estratégico. Por tanto, tienen casi asegurados el 70% del incentivo.

El tercer punto, también de carácter económico, perseguía mejorar la solidez financiera mediante el cálculo del flojo de efectivo operativo (FFO) sobre el pasivo. Para alcanzar el objetivo, Iberdrola debía tener una ratio del 22% entre el FFO y la deuda neta. A 30 de septiembre, esta métrica, que pondera un 20% del bonus total, era ya del 24%, por lo que este factor se da, asimismo, por alcanzado.

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El último de los parámetros está relacionado con el desarrollo sostenible. Galán le dio mucha relevancia a esta cuestión, que tenía varias derivadas que afectaban a sus proveedores, como códigos de conducta, derechos humanos, estándares de salud y seguridad, y estrategias sobre sostenibilidad medioambiental. “Se marca como objetivo ambicioso conseguir que, en 2022, al menos el 70% de los proveedores principales de la compañía (aquellos con un volumen de facturación con Iberdrola superior a un millón de euros) estén sujetos a estas políticas”, según se aprobó en la junta, que le otorgó un peso de hasta el 30% a este punto en el cálculo global. La reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres, y la disminución de las emisiones también puntúan de forma significativa.

Premio gordo para el presidente

De los 14 millones de acciones, con un valor en bolsa de 143 millones que percibirán los 300 afortunados de Iberdrola si se ratifican todos estos objetivos, el presidente será premiado con 1,9 millones de títulos, que, a precio de mercado, suman 19,3 millones. Un paquete que todos recibirán por tercios entre 2023 y 2025. Los directivos de Avangrid, cuyas acciones han caído un 17% en lo que va de año, se juegan en estos dos meses cerca de 60 millones de dólares, mientras que los de Neoenergia tienen a su alcance unos 11 millones de euros en acciones. La evaluación final la hará el consejo de administración, con la ayuda de PWC, para ser aprobada la distribución del premio en la próxima junta general de accionistas.

En total, algo más de 200 millones por el desempeño del Grupo Iberdrola en estos tres últimos años, marcados por la irrupción de la pandemia, la continuada subida de los precios de la electricidad hasta máximos históricos, un programa de inversiones de 30.000 millones y una incertidumbre regulatoria que se ha traducido en constantes enfrentamientos de Galán con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y, en concreto, con la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera. Un choque de trenes que alcanzó su cenit cuando el presidente de Iberdrola llamó tontos a los consumidores por usar la tarifa regulada del Gobierno.