Iberdrola revoluciona el área de Seguridad con otro ex CNI tras el último 'hackeo'

José Miguel Gordillo, el coronel de la Guardia Civil que se incorporó a Iberdrola en julio como jefe de Seguridad, ha empezado a tomar sus decisiones para reordenar una división que ha dado muchos problemas reputacionales a la eléctrica. Según fuentes del sector, el nuevo responsable de preservar las instalaciones de la primera empresa energética española y la quinta del mundo ha nombrado a Juan Ramón Cánovas director de Iberdrola Energía Internacional, así como coordinador del área de Fraudes, Ciberseguridad e Inteligencia.

Cánovas, militar con rango de teniente coronel, fue agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) durante 18 años y trabajó en Oriente Medio para FCC tras dejar los servicios secretos del Estado. Posteriormente, se incorporó a Iberdrola con destino México, uno de los países más problemáticos para el grupo español con sede en Bilbao, después de que el presidente de la república latinoamericana, Andrés Manuel López Obrador, les acusara de "corrupción" continuada.

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Pese a los intentos de diálogo de Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, con el político conocido como AMLO, la eléctrica española se ha visto forzada a acudir a los tribunales para evitar una multa de 466 millones de dólares aprobada por el Gobierno, que intentó aprobar una ley para estatalizar algunos activos del grupo vasco. La tensión ha sido tal que AMLO anunció que investigaría al juez que se puso del lado de la segunda compañía del Ibex 35 por capitalización bursátil.

Ahora, por decisión de Gordillo, Cánovas se incorpora a la oficina central de Madrid con la tarea de coordinar la seguridad de los 26 países que se integran en IEI, además de supervisar el área de fraude y ciberseguridad. Son dos departamentos muy relevantes porque, respecto al primero, Iberdrola está obligada a colaborar estrechamente con la Policía Nacional para descubrir las plantaciones de estupefacientes. Y en relación con el segundo, la compañía sufrió el ataque de un 'hacker' que le robó los datos de 1,4 millones de clientes.

Tras una revisión en profundidad del equipo de Seguridad, que tiene a más de 100 personas en España, Gordillo ha confiado estas funciones a Cánovas y se las ha quitado a Patxi Blázquez, el que hasta el pasado verano era el máximo responsable de Seguridad y anterior mano derecha de Antonio Asenjo, el directivo imputado por los pagos al comisario José Manuel Villarejo. Blázquez, que declaró recientemente en la Audiencia Nacional por este caso, ve reducida ahora su capacidad de mando. La llegada del coronel de la Guardia Civil se ha traducido en cierta tensión con Blázquez, que fichó para la división a varios familiares y personas afines que ahora están en entredicho.

Ciberseguridad

Según fuentes del sector, el nuevo responsable de Seguridad ha decidido también buscar un nuevo director para Ciberseguridad, uno de los riesgos vitales para cualquier compañía, especialmente para las que operan infraestructuras críticas para el Estado, como las centrales nucleares. Hasta la fecha, esta tarea estaba en manos de Rosa Kariger, 'global chief' Information Security Officer (CISO), que supervisaba la ciberseguridad de todas las zonas geográficas en las que está Iberdrola. La compañía ha abierto un proceso para designar un nuevo ejecutivo encargado del departamento después de que el pasado mes de marzo sufriese un ataque de un 'hacker'. Kariger lleva 25 años en la compañía.

Iberdrola admitió que había sido víctima de "un ciberataque a nuestros sistemas de información" que supuso el robo de los datos de hasta 1,4 millones de clientes. La compañía reconoció que los ladrones informáticos habían tenido acceso al nombre, DNI, domicilio, número telefónico y dirección de correo electrónico de los usuarios, pero matizo que "en ningún caso" se quedaron con los datos financieros (cuenta corriente o tarjeta de crédito) ni datos de consumo eléctrico.

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EFE

La Comisión de Auditoría y Supervisión del Riesgo, presidida por Xabier Sagredo, presentó el pasado año al consejo de administración un plan estratégico de ciberseguridad. Esta comisión obliga a los responsables de esta cobertura a comparecencias periódicas, dado el riesgo económico y reputacional derivado de un posible aumento de ataques o incidentes de ciberseguridad, según el último informe de gobierno corporativo.

El Confidencial ha intentado en hasta seis ocasiones obtener la versión oficial de Iberdrola sobre esta información, sin haber recibido respuesta alguna de su equipo de Comunicación.