La ley impulsada por PP y PSOE pone en jaque los 2.000 M de CVC para LaLiga

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP) han chocado constantemente en el Congreso durante esta legislatura, con la excepción del reparto del poder en Televisión Española y las primeras medidas contra la pandemia. Sin embargo, las dos principales organizaciones políticas se han dado la mano para aprobar una ley del deporte que pone en jaque los ingresos de los clubes que componen La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y su acuerdo de casi 2.000 millones de euros con CVC Capital Partners. Una norma que beneficiaría la tesis del Real Madrid de Florentino Pérez, enfrentado con la LFP de Javier Tebas.

Según fuentes cercanas a las negociaciones entre los distintos partidos que componen la Comisión de Cultura y Deporte, Tebas solicitó a PSOE y PP la inclusión de una serie de enmiendas a la nueva ley del deporte para garantizar la seguridad jurídica de la comercialización conjunta de los activos de los clubes que integran la Primera y la Segunda División. Mientras que Tebas apuesta por una venta colectiva, el Real Madrid, que siempre impugna la mayoría de los acuerdos de la LFP, prefiere que cada institución lo haga de forma individual, para poder sacar mayor rendimiento individual a su marca.

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Tanto los socialistas como los populares aceptaron la petición de Tebas, según estas fuentes. Pero el pasado 13 de septiembre, el PSOE decidió retirar las enmiendas que le había solicitado el presidente de la patronal futbolística. Ante esta medida inesperada, el abogado, reconocido madridista, pero en guerra abierta contra Florentino, preguntó al PP si las mantendría, a lo que Cuca Gamarra, secretaria general, respondió en tono afirmativo.

Sin embargo, el 27 de septiembre, Javier Merino, el diputado portavoz de Deportes del Grupo Parlamentario Popular, también sacó de la tramitación las enmiendas que se había comprometido a apoyar, lo que hizo saltar las alarmas en la LFP. Especialmente porque, según fuentes financieras, el acuerdo de 1.994 millones anunciado en el verano de 2021 por el que el fondo de capital riesgo CVC se quedó con el 9% de los derechos de televisión por los próximos 50 años, incluye una cláusula que le permite romper el contrato si la nueva ley permite a los clubes vender sus bienes de forma individual. El fondo ya ha aportado 900 millones de la cuantía total comprometida.

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Tebas y el Real Madrid se han intercambiado más de una veintena de demandas en los tribunales sobre este asunto vital para la supervivencia de los clubes medianos, según el argumento de la LFP, al que se opone Florentino Pérez, por considerar que la mayoría se beneficia del impacto y la marca de la institución blanca. Uno de los factores por los que el ingeniero de Caminos ha espoleado el lanzamiento de la Superliga entre los grandes de Europa ante la pérdida de interés del público joven por la competencia local.

El Real Madrid, el FC Barcelona y la Juventus de Turín son los tres clubes que aún mantienen vivo este proyecto, por el que preveían repartirse unos 5.000 millones entre los 16 participantes elegidos a dedo. El resto de los fundadores, entre ellos los principales equipos ingleses, más el Bayern de Múnich, el Milan y el PSG, renunciaron a esta nueva competición ante el rechazo de los aficionados, los gobiernos nacionales y la Comisión Europea.

Licencias federativas

Cuando Florentino Pérez lanzó la Superliga, Tebas amenazó con no dejarles jugar la competición doméstica al asegurar que no dejaría inscribir a los jugadores que participasen en la nueva Champions League. El presidente de la LFP exigió también al PSOE y al PP que se suprimiera del artículo 45.1 la prohibición expresa de no condicionar la expedición de licencias a la participación o no de los solicitantes en otras competiciones. Pero esa enmienda también ha sido retirada.

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El dictado de la ley expresa claramente que el hecho de disputar una competición alternativa (Superliga Europea) no es condicionante para obtener la licencia para disputar la competición nacional. En otras palabras, que ni la Real Federación Española de Fútbol ni LaLiga podrán denegar una licencia a un club que participe en una competición que no esté reconocida ni por la RFEF, ni por la UEFA, ni por la FIFA. Es decir, que Benzema y Lewandowski podrían jugar la Liga española y la Superliga en el caso de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la validase el próximo 15 de diciembre.

El pacto contra natura de PSOE y PP, además de beneficiar a Florentino Pérez, se explica porque el partido en el Gobierno no quiere necesitar la ayuda de los nacionalistas vascos y catalanes para sacar adelante esta ley, ante sus reivindicaciones en favor de las selecciones locales. La nueva norma debería ir al Senado a principios de noviembre para ser validada dos meses más tarde en el Congreso.