El alza de los costes de construcción deja desiertas casi 2.000 obras públicas por 882 M

Los peores augurios se han cumplido y la tormenta perfecta que desde hace dos años amenazaba al sector de la construcción ha terminado descargando con toda su fuerza en forma de obras desiertas. Según los datos recopilados por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), en el último año han quedado desiertas 1.939 obras por un importe total de 882,6 millones de euros.

Esta cifra representa cerca del 10% de la obra pública que se ejecuta cada año, según han explicado desde la organización presidida por Pedro Fernández Alen, que cifra entre 8.000 y 9.000 millones el global de cada ejercicio.

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Pero, en realidad, el problema es mucho mayor, ya que a estos números habría que sumar las obras que se están quedando paralizadas o ralentizadas, y muchos pequeños proyectos autonómicos o locales que han quedado fuera de estos cálculos y que elevarían el volumen total de obras desiertas al entorno de los 1.000 millones.

El origen del problema está en un cambio normativo que introdujo el Gobierno de Mariano Rajoy, conocido como ley de desindexación, que impide revisar el precio de las obras para ajustarlo a la nueva realidad de los materiales, que ya a finales de 2020 registraban un alza de costes del 20%.

Para intentar corregir este problema, el Ejecutivo promulgó tres reales decretos que permitían el reequilibrio de los contratos de manera temporal, pero solo para una serie de materiales y para una tipología de obras.

"Hemos visto que estos reales decretos eran necesarios, pero no suficiente", ha señalado Fernández Alen, para quien "lo más fácil sería la no aplicación de la ley de desindexación, esta sería una solución simple a un problema complejo".

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Por número de obras, Cataluña (378), Castilla-La Mancha (226) y la Comunidad Valenciana (209) son las regiones donde más proyectos han quedado desiertos; mientras que, en términos de importe total, Cataluña vuelve a ser la más afectada (130,3 millones), seguida de Andalucía (104,9 millones) y Castilla-La Mancha (100,9 millones).

El importe medio de las obras que han quedado desiertas es de 455.171 euros, lo que subraya la advertencia que han hecho desde la CNC de que son las pequeñas y medianas empresas las más afectadas, porque los reales decretos, con sus virtudes y defectos, sí que están consiguiendo salvar el contexto para grandes proyectos, pero se están mostrando insuficientes para los trabajos de menores dimensiones.

Los proyectos que han queado desiertos representan cerca del 10% de la obra pública que se ejecuta cada año en España

La CNC ha urgido a eliminar, o al menos rebajar al máximo, el muy restrictivo umbral del 5% que recogen los reales decretos para permitir que un mayor número de obras de diferente tipología y duración puedan acogerse a la revisión excepcional de precios; incluir obras ejecutadas antes de los plazos marcados por este norma y que se han visto igualmente afectadas porque concluyeron después; e introducir en el cálculo más materiales, además de la energía.

"Toda licitación debería tener ya los precios actualizados y poner un sistema de reequilibrio económico estable en el tiempo, como estuvo desde 1955 hasta la ley de desindexación", ha pedido el Fernández Alen, quien ha asegurado que alrededor 95% de las obras no está teniendo revisión de precios y que los sobrecostes de las obras están superando de media el 33%.

Fernández Alen ha advertido de que la situación es doblemente grave porque amenaza directamente a los 70.000 millones de fondos Next Generation que deben estar ejecutados en junio de 2026 y que, si continúa sin actualizarse los precios y sin equilibrar las obras, corren serio riesgo de quedar en la cuneta en gran medida.