Los constructores negocian con el Gobierno reciclar a 200.000 parados del turismo

El nuevo 'boom' de la construcción que, se espera, traerá consigo la inyección de fondos europeos ha abierto la puerta a que este sector pueda recolocar a varios cientos de miles de profesionales afectados por la crisis del turismo, el sector al que ha golpeado con más fuerza la pandemia en nuestro país.

Con este objetivo, la CNC (Confederación Nacional de la Construcción) está manteniendo contactos con varios ministerios con la idea de aprovechar los recursos que ya tiene la Fundación Laboral de la Construcción, entidad en la que también están presentes los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO, para formar a trabajadores en los nuevos oficios que se generarán con los fondos Next Generation.

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En concreto, la CNC ha puesto sobre la mesa la posibilidad de llegar a formar hasta a 200.000 personas al año, cifra que supone más que doblar los 90.000 trabajadores que ya salen cada ejercicio de sus aulas. La Fundación Laboral cuenta con 50 centros de formación propios, repartidos por toda España, lo que confiere una capilaridad total a su red.

Según los datos de la EPA —Encuesta de Población Activa— conocidos ayer jueves, en España hay 474.500 ocupados menos que hace un año y nuestra economía, lejos de dar síntomas de fortaleza, ha vuelto a poner de manifiesto su debilidad, con el peor arranque de año en términos de empleo desde 2014, al haberse destruido en el primer trimestre de este 2021 un total de 137.500 empleos.

Si a estas cifras se suman los 900.000 españoles afectados por un ERTE, muchos de los cuales terminarán en el desempleo por la esperada declaración de concurso de muchas empresas, y los cinco años que, según la propia Aena, faltan todavía para que las cifras de turistas alcancen los niveles prepandemia, resulta lógico el interés del Ejecutivo por diseñar planes que permitan reciclar estos perfiles.

Aunque la construcción se liga en el imaginario popular con la zanja y el andamio, la CNC defiende que sus oficios también están ligados a manejos de maquinaria muy especializada, así como al desarrollo de toda la infraestructura necesaria para el 5G o para la construcción de las instalaciones de energías renovables.

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De hecho, uno de los retos que se ha marcado el nuevo presidente de la organización, Pedro Fernández, es romper con esta imagen del pasado y apostar por una mayor profesionalización, papel en el cual la Fundación Laboral juega un papel crítico. La grave crisis inmobiliaria de 2008 expulsó de este sector a cerca de 800.000 trabajadores, que en su inmensa mayoría terminaron recalando en empresas de turismo y restauración, y rompió todos los lazos con el empleo juvenil, que, junto al femenino, es la gran asignatura pendiente de este sector.

Ahora, la CNC confía en volver a ser una industria atractiva para los jóvenes ofreciéndoles formación y trabajo a la medida de los programas que se están diseñando para recibir los fondos europeos. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia recoge un programa contra el desempleo juvenil dirigido a desarrollar un sistema de microcertificaciones que faciliten la empleabilidad, así como bonificaciones y ayudas para los contratos de formación, donde la CNC aspira a poder participar.

Por el lado del empleo, el Ejecutivo ha señalado en reiteradas ocasiones su interés por avanzar en la movilidad sostenible mediante la modernización de infraestructuras, la culminación de los corredores ferroviarios de mercancías o el desarrollo de nodos de transporte intermodal, todos terrenos donde se requieren perfiles propios de la construcción, así como un programa de rehabilitación energética de edificios y renovación urbana, terrenos especialmente intensivos en mano de obra.