La industria prevé ERTE masivos por la crisis energética y duda de las ayudas del Gobierno

Alerta roja en la industria pesada. La metalurgia y la siderurgia, muy vinculadas al ciclo económico y base de abastecimiento de la economía, creen que la situación de su negocio se ha dado la vuelta en el tercer trimestre de 2022 y afrontan un escenario de crisis. Según varias fuentes del sector, a los ERTE y reducciones de producción recientemente planteados por grandes manufactureras como Acerinox, Alcoa, ArcelorMittal, Ferroatlántica o Celsa aún podrían sumarse otra decena de compañías que todavía manejan este planteamiento a nivel interno. La última ha sido Sidenor, que acaba de anunciar que para su planta de Reinosa medio año por el elevadísimo coste energético.

La tendencia se confirma desde grandes despachos de abogados, que están recibiendo un buen número de consultas de empresas que quieren estar preparadas desde el punto de vista legal para ejecutar los recortes de plantilla que fueran necesarios. "Nos están llegando muchas consultas sobre ERTE", destaca Germán Martínez, socio de Andersen y experto en derecho laboral.

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El Gobierno está tratando de frenar la sangría. A principios de septiembre, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, anunció una reunión con el sector para tratar de sacar adelante medidas de acompañamiento. Esto se ha traducido en la recuperación de las ayudas vía factura de la luz, con lo que antiguamente se conocía como interrumpibilidad y que ha sido rebautizado como servicio de respuesta activa de la demanda. El ministerio para la Transición Ecológica ha convocado en el Real Decreto-ley 17/2022 una subasta el próximo 1 de noviembre para que todos aquellos grandes consumidores de electricidad de la industria puedan cobrar ayudas por desconectarse cuando así lo estime necesario Red Eléctrica de España, operador del sistema.

Pero esto no acaba de convencer a los potenciales beneficiarios. Según Fernando Soto, director general de la asociación de grandes consumidores industriales AEGE, los bloques que se subastan son más pequeños que hace tres años —pasan de 5MW a 1MW—, lo que puede generar una gran competencia y reducir mucho los pagos por desconectarse.

"La metalurgia y la siderurgia ha gozado de una primera mitad del año con resultados récord y beneficios históricos"

Además, según señala Soto, ahora se pide parar la actividad durante tres horas con un preaviso de un cuarto de hora, lo que podría ser un tiempo de parada excesiva de la producción, por lo que hay empresas que quizás no consideren adherirse al sistema. Desde el sector, un ejecutivo de una gran empresa destaca que aún hay mucha incertidumbre sobre la nueva subasta, ya que ahora se deben presentar con la comercializadora que les da el suministro, lo que complica la operativa y las potenciales ayudas.

La metalurgia y la siderurgia han gozado de una primera mitad del año con resultados récord y beneficios históricos, tal y como han registrado las firmas cotizadas y confirma el Banco de España o los datos de exportación que ofrece la secretaría de Estado de Comercio. Sin embargo, en el tercer trimestre, cuando la crisis energética se ha intensificado aún más por la amenaza de Putin de cerrar el grifo del gas de Rusia y los tambores de recesión suenan cada vez con más fuerza, la situación se ha dado la vuelta. A medida que se frena la economía, ya no pueden trasladar la inflación a sus clientes con tanta facilidad.

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Así demuestra los retrocesos el Índice de Red Eléctrica, que mide el consumo eléctrico de las grandes empresas de cada sector como termómetro del estado de salud de la actividad. Este medidor refleja una caída del consumo eléctrico de la industria metalúrgica y siderúrgica de casi un 40% en agosto, lo que supone un hundimiento récord incluso superior al 25% de retroceso que se vivió en abril de 2020, cuando se decretó un confinamiento duro para hacer frente a la pandemia de covid. "El sector industrial es el que ha mostrado un mayor retroceso", detalla REE.

Un director de compras energéticas de un gran grupo industrial señala que hasta ahora alguna empresa podía gozar de algunas coberturas que le permitía tener parte de su producción con bajos costes energéticos, pero al mantenerse o incrementarse los altos precios por tanto tiempo (la crisis de precios se inició en el verano de 2021) la situación cada vez es más complicada. Además, las eléctricas piden cada vez mayores garantías financieras para hacer frente a las facturas de luz que están aumentando exponencialmente. "Todo ello contribuye al deterioro del negocio", concluye.

Andrés Barceló, director de la asociación que representa a la siderurgia en España, Unesid, considera además que la situación aún puede empeorar más allá de agosto y cree que la producción de septiembre volverá a reducirse.

El sector legal confirma los temores

Desde el sector legal confirman los temores de la industria y amplían el radio de empresas y sectores interesados en plantear ERTE. Àlex Santacana, socio experto en derecho laboral de Ceca Magán advierte: "Estamos viendo, o bien ERTE ya acordados previamente que se aplican ahora, o bien empresas que nos empiezan a preguntar, o bien empresas con ERTE ya vigentes que quieren prorrogarlos. Sobre todo en el ámbito de la automoción e industria por la falta de materias y el coste de la energía".

Son dos sectores que se retroalimentan, si la automoción reduce su producción, como está pasando en varias fábricas de España, esto también afecta a los productores de acero y metales que les abastecen. El parón en la fabricación de vehículos también rebaja la producción de otros proveedores. En este sentido, Michelín, productor de neumáticos, ha reducido el plan de trabajo de sus plantillas en plantas como la de Valladolid.

"Estas medidas son temporales, si la situación se mantiene, las compañías tendrán que acudir a despidos para reducir costes"

Entre las causas de plantear ERTE, el abogado de Ceca Magán explica que "por un lado, vemos muchos que se lo plantean porque están sufriendo bajadas en las ventas. Por ejemplo, venden placas de metal o vidrio. Las previsiones de venta no se cumplen, los costes están subiendo, tiene mucho stock y paralizan plantilla para no seguir produciendo".

Tanto este jurista como Jacobo Martínez, laboralista de Eversheds Sutherland, creen que por ahora las empresas consultan para tener lista la maquinaria legal si el escenario empeora y hay que aplicarla. Martínez asegura que las consultas llegan de sectores muy diversos como logística, distribución, consumo o automoción. "Están esperando a ver qué pasa, quieren analizar si las medidas que toman son temporales como ERTE o revisiones de condiciones o son más definitivas como los despidos".

Desde Andersen, Germán Martínez se suma a las tesis de Eversheds y también advierte consultas para los recortes laborales desde del sector de la automoción y otros como hostelería y construcción, afectado además de manera directa por las subidas de los tipos de interés. Este experto concluye, al igual que advierten otras fuentes desde el sector industrial, que, en cualquier caso, "lo que se puede decir con seguridad es que si la situación se mantiene como está o se agrava, estas medidas, que son realmente temporales, parches, no serán suficientes y las compañías tendrán que acudir a despidos para reducir costes".