Cambiazo en la Audiencia: buscan el Ferrari de Díaz Ferrán y hallan una Berlingo y dos carretas

'Expendiente X' en la Audiencia Nacional. El juzgado podría haber sufrido un 'golpe' en el que han desaparecido dos coches de lujo que fueron propiedad del empresario Gerardo Díaz Ferrán y ha encontrado en su lugar "material de jardinería, dos carretillas elevadoras, así como un turismo marca Citroën, modelo Berlingo". Así figura en un informe policial enviado la semana pasada a la Audiencia, redactado tras una visita en la que se esperaba sacar fotografías para su subasta de las 'joyas' del garaje de Díaz Ferrán. El cambiazo más lucrativo del año, si se confirma la desaparición de los dos automóviles de alta gama.

Se trata de un Ferrari Sessanta, en su día valorado en más de 300.000 euros, y un Rolls-Royce Phantom, cuyo precio se sitúa actualmente entre los 400.000 y los 500.000 euros. Son vehículos embargados hace años al expresidente de la CEOE y Marsans que la Audiencia planeaba subastar. Díaz Ferrán fue condenado a penas de prisión en 2015 y se encuentra en libertad desde 2018.

La desaparición fue descubierta el pasado 16 de junio en una visita de varios policías al polígono de Riba Roja de Turia (Valencia), donde estaban los coches de lujo. Al llegar al inmueble, los agentes y los procuradores que les acompañaban se encontraron en primer lugar con que los candados que protegían su interior habían cambiado. Esa fue la primera sorpresa. La segunda se la encontraron tras romperlos:

"Una vez en el interior de la nave, se observa que en su interior no se encuentra ninguno de los vehículos intervenidos en el PA [procedimiento abreviado] 19/2012 del Juzgado Central de Instrucción 6 de los de Madrid, encontrándose, sin embargo, en su interior, material de jardinería, dos carretillas elevadoras, así como un turismo marca Citroën, modelo Berlingo HDI 90", expone un oficio de la semana pasada al que ha tenido acceso El Confidencial.

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El escrito recuerda que estos coches, embargados hace más de una década a Díaz Ferrán junto a barcos y casas de lujo, fueron llevados al polígono valenciano a mediados de 2014.

"Por parte de este Grupo de Investigación, no se tiene constancia documental de actuaciones posteriores a las anteriormente referenciadas, dado que tal y como se indica en las actas de entrega, de los efectos referenciadas anteriormente, son realizadas por el Grupo I de Fraude Financiero, de la Brigada Central de Delincuencia Económica y Fiscal", añaden los agentes, que no descartan ninguna hipótesis.

El informe policial apunta que el Ferrari fue visto cinco veces en distintos controles realizados en Madrid, y el Rolls-Royce una vez en Valencia en 2018.

El primero está a nombre de la sociedad Proezza Grupo Inversor, antigua sociedad de Díaz Ferrán y su testaferro Ángel de Cabo, que entró en concurso. Y el Rolls-Royce es de la empresa Inversiones Grudisan, también del antiguo entramado de estos dos empresarios condenados en 2015.

Ante esta situación, la Policía ha librado oficio a la aseguradora Axa para "que informe del titular del seguro obligatorio, así como de su conductor autorizado" del Ferrari y a la "Dirección General de Tráfico para que informe de posibles denuncias sobre los vehículos de interés y la identificación en su caso de los conductores o personas físicas o jurídicas que hayan podido abonar las mismas".

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Condena

El embargo de los bienes de Díaz Ferrán se produjo en paralelo con su detención en diciembre de 2012, en el marco de la operación Crucero. En julio de 2015, fue condenado por la Audiencia Nacional a cinco años y medio de prisión, que él mismo aceptó al reconocer los hechos, por el vaciamiento del Grupo Marsans. Además, se le impuso la multa de 1,2 millones de euros y se le ordenó indemnizar de forma solidaria con 450.000 euros a Meliá Hotels International, Viajes Iberojet, AC Hoteles y Pullmantur por los perjuicios causados.

El empresario también ha sido declarado culpable en otros juicios como el de las tarjetas 'black' de Caja Madrid y en el que se probó un fraude de 99 millones de euros del impuesto de sociedades de 2001 por la compra de la aerolínea de bandera argentina por parte de Air Comet y Viajes Marsans.

Llama la atención que tras este largo periplo judicial, sus bienes sigan sin ser subastados y gocen del mismo 'régimen de libertad' que su antiguo dueño.