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Los apestados de las 'black': de vivir a todo trapo al rechazo y al olvido
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Los apestados de las 'black': de vivir a todo trapo al rechazo y al olvido

Los 65 condenados por las tarjetas 'black' se han convertido en apestados para sus antiguos amigos y compañeros. Han dejado sus carreras con una mancha de por vida

Foto: Imagen del juicio de las 'black'. (EFE)
Imagen del juicio de las 'black'. (EFE)

De pagarlo todo con la tarjeta 'black' a que no les acepten la visa (personal) en los restaurantes de moda. De ser estrellas de la política, el sindicalismo, la empresa o la radio a tener que dimitir y desaparecer de las tertulias. De estar siempre rodeados de amigos a que la gente se cambie de acera cuando los ve pasar y no les coja el teléfono. De disfrutar a tope de la vida nocturna a divorciarse. Los 65 condenados por las tarjetas opacas de Caja Madrid/Bankia no solo afrontan su posible entrada en prisión, sino que además se han convertido en apestados profesionales y sociales, que tienen muy complicado retomar una carrera profesional.

placeholder Juan Iranzo en un autobús en Madrid.
Juan Iranzo en un autobús en Madrid.

Por supuesto, los que más han sufrido este castigo son los dos principales responsables de esta apropiación indebida masiva. Por un lado, Miguel Blesa, el antiguo compañero de estudios de inspector de Hacienda de José María Aznar y el único banquero que había pisado la cárcel por la última crisis hasta el año pasado. Todo el PP le volvió la espalda ya en 2014, apenas sale de casa para que no le increpen, y todavía tiene otra importante causa en instrucción: las preferentes.

Por otro lado, Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno, exministro de Economía, exdirector gerente del FMI y exconsejero asesor de Telefónica, Santander y Caixa. La nacionalización de Bankia en 2012 ya le puso en barbecho, pero las 'black' lo arrojaron al pozo y hasta tuvo que renunciar a los títulos honoríficos que le habían concedido en los días de vino y rosas. El descubrimiento de sus negocios 'paralelos' cuando presidía Bankia, el conocido como 'caso Rato', fue la puntilla para su reputación. Su estatus en el PP pasó de 'confiar en su presunción de inocencia' a 'hay que dejarlo caer para evitar que manche al partido'. Y con las múltiples causas que tiene abiertas y con la condena de seis años por las 'black', va a tener muy complicado eludir la prisión.

Foto: Blesa y Rato, condenados a seis y cuatro años por las 'black' (EFE)

El resto de los condenados se dividen en varios grupos según su procedencia -las 'black' eran muy democráticas, había para todos-, pero todos comparten esta condición de apestados:

1. Los profesionales externos

Este ha sido probablemente el grupo que peor lo ha pasado. No trabajaban en la entidad, eran consejeros independientes, no cobraban mucho, fueron de los que menos gastaron con sus tarjetas y, aun así, han visto truncadas sus carreras así como su presencia mediática, muy notable en algunos casos. Es el caso de Juan Iranzo, expresidente del Colegio de Economistas de Madrid y exdirector del Instituto de Estudios Económicos. Llegó a estar en las quinielas para haber sido ministro de Economía en vez de Luis de Guindos, y también aspiraba a consejero delegado de Red Eléctrica. Hoy ya no aspira a nada y su constante presencia en los medios como experto ha terminado. La Cope también le invitó a abandonar la última tertulia en que participaba.

placeholder Alberto Recarte, en un programa de televisión
Alberto Recarte, en un programa de televisión

En las mismas se encuentra otro famoso economista, Alberto Recarte, que también sonó como ministro en los tiempos de Aznar. Fue fundador de Libertad Digital junto con Federico Jiménez Losantos, proyecto que abandonó en 2013 (antes de que saltara el escándalo de las 'black'), aunque siguió colaborando en Esradio. Hoy tampoco recibe la llamada de ningún medio para dar su opinión como experto y también tendrá que abandonar la presidencia de Grupo Centunion, su firma de consultoría, al haber sido condenado por un delito patrimonial.

Mejor le había ido, hasta ahora, a Luis Blasco, históricamente mano derecha de César Alierta en Telefónica, hasta el punto de que ha introducido al expresidente en los ambientes vaticanos del papa Francisco gracias a la amistad que trabó con el entonces cardenal Bergoglio al frente de Telefé, la cadena de TV que poseía la operadora española en Argentina. También es miembro de la junta directiva del Real Madrid, donde actúa como conexión de Florentino Pérez con Telefónica. A raíz de la condena de esta semana, Blasco ha dimitido de sus cargos (era presidente de Telefónica Audiovisual Digital) y no se sabe si irá a parar a la Fundación Telefónica.

placeholder El ex consejero delegado del grupo Villar Mir Francisco Javier López Madrid. (EFE)
El ex consejero delegado del grupo Villar Mir Francisco Javier López Madrid. (EFE)

Otro 'apestado' es Javier López Madrid, yerno de Juan Miguel Villar Mir, quien se mudó a Londres para huir del ruido mediático y vendió su participación en Tressis. Habitual del palco del Bernabéu e íntimo del rey Felipe, es consejero delegado de Grupo Villar Mir, presidente de FerroGlobe, vicepresidente de Ferroatlántica, apoderado de Espacio Activos Financieros, consejero de Fertiberia, del grupo de infraestructuras OHL y de varias filiales de estas sociedades. Fuera del 'holding' familiar, también es administrador de SIA Capital. Con la ley en la mano, la condena le obliga a dejar estos cargos, aunque esperará a que el Supremo resuelva su recurso.

Foto: El exconsejero delegado del grupo Villar Mir Francisco Javier López Madrid, a su llegada a la Audiencia Nacional. (EFE)

El único de este grupo que no se ha convertido en 'apestado' es el exsecretario de Estado de Hacienda con Rodrigo Rato, Estanislao Rodríguez-Ponga, actualmente directivo de El Corte Inglés -donde consideran su reputación intachable- de la mano de Florencio Lasaga, el representante de la vieja guardia de los grandes almacenes.

2. Los políticos y sindicalistas

Es el grupo más numeroso de los 'black', ya que contiene a representantes de todos los partidos y sindicatos. Ninguno de ellos ejerce ya ningún cargo en sus organizaciones, donde nadie quiere saber nada de ellos; incluso desearían que nunca hubieran estado allí. Por el PP, los nombres más conocidos son José Manuel Fernández Norniella, el hombre que ha hecho siempre el trabajo sucio de Rato desde los tiempos en que fue secretario de Estado de Comercio hasta la etapa de Bankia; Ricardo Romero de Tejada, otro hombre de Rato con gran poder en el PP de Madrid y también a nivel nacional; Jesús Pedroche, exconsejero de la Comunidad de Madrid y expresidente de su Asamblea, quien dimitió como concejal de la capital en 2003 tras ser condenado por despedir a su secretaria embarazada; Mercedes Rojo, la secretaria de toda la vida de Esperanza Aguirre; Carmen Cafranga, muy cercana a Ignacio González; Pablo Abejas, exdirector general de Economía con González, que intentó sin éxito entrar en el Canal de Isabel II tras ser imputado; y Miguel Corsini, expresidente de Renfe y actual consejero de la farmacéutica Rovi, puesto que también debe dejar.

placeholder José Acosta. (EFE)
José Acosta. (EFE)

En el bando socialista destacan Ramón Espinar, hombre muy cercano a Joaquín Leguina, expresidente de la Asamblea de Madrid y exconsejero de presidencia, y últimamente muy famoso por las operaciones inmobiliarias de su hijo, el líder de Podemos en la región; José Acosta, el hombre de Alfonso Guerra en Madrid, exsecretario de organización del PSOE en la región y hoy habitual del famoso bar Manolo, próximo al Congreso, donde cuenta sus cuitas a los pocos que le quieren escuchar; María Enedina Álvarez, exdiputada que llamó "marrano" a Aznar en una sesión de control en 1999; y Miguel Ángel Abejón, exsecretario de organización de UGT en Madrid.

Mención aparte merece el trío formado por José Antonio Moral Santín, Rodolfo Benito y Francisco Baquero. El primero era el hombre fuerte del sector de Ángel Pérez en Izquierda Unida, fue presidente de Telemadrid y el artífice de los pactos entre Blesa, IU y CCOO para blindarle en la presidencia de Caja Madrid cuando Aguirre trató de sustituirlo por Ignacio González en 2008. Fue el segundo que más dinero gastó con la tarjeta (456.000 euros) y es catedrático de economía aplicada en la Complutense, donde sufrió un escrache por parte de sus alumnos de Podemos. Su amigo Benito fue secretario de organización de CCOO y, durante muchos años, secretario general del sindicato en Madrid. Por su parte, Baquero es el marido de María Jesús Paredes, la todopoderosa secretaria general de la federación de banca de este sindicato en los noventa. Hoy todos ellos están apartados de sus organizaciones.

placeholder Rafael Spottorno junto al rey Juan Carlos en su despacho de la Zarzuela en 2013. (EFE)
Rafael Spottorno junto al rey Juan Carlos en su despacho de la Zarzuela en 2013. (EFE)

Finalmente, tenemos a Rafael Spottorno, diplomático de carrera y exjefe de la Casa del Rey Juan Carlos entre 2011 y 2014. Entonces pasó a ser consejero privado de Felipe VI, pero dimitió al ser imputado por las 'black'.

3. Los empresarios

En este apartado, los más conocidos son los cuñados Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández. El primero fue presidente de el Grupo Marsans de empresas turísticas y llegó a la presidencia de la CEOE, cargo que ocupó entre 2007 y 2010. Lleva en prisión desde 2012 acusado de alzamiento en la quiebra de Marsans y tiene numerosos procesos abiertos por apropiación indebida, estafa y blanqueo de capitales, entre otros delitos. La mayor parte de los gastos de su tarjeta fueron a parar a los restaurantes del Grupo Arturo, cuyo grupo hostelero entró en concurso de acreedores y se encuentra en fase de liquidación. También ha tenido que dimitir de la presidencia de Ceim (la patronal madrileña) y del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, y está siendo investigado por su posible relación con la trama Púnica.

placeholder Esperanza Aguirre, entre Gerardo Díaz Ferrán (i) y Arturo Fernández (d) en 2010. (EFE)
Esperanza Aguirre, entre Gerardo Díaz Ferrán (i) y Arturo Fernández (d) en 2010. (EFE)


4. Los 'sangre verde'

Además de los miembros del consejo de Caja Madrid (luego Bankia), la alta dirección de la entidad también disponía de tarjeta opaca; de hecho, son los que más dinero se gastaron individualmente. Son el grupo conocido como los 'sangre verde' (el color corporativo de la entidad), muchos de los cuales vienen desde la presidencia de Jaime Terceiro, se hicieron con el poder en la etapa de Blesa y continuaron bajo el mando de Rato. José Ignacio Goirigolzarri se deshizo de todos ellos al hacerse cargo de Bankia tras la nacionalización y el rescate de 2012.

El peor parado ha sido Ildefonso Sánchez Barcoj , el llamado 'lado oscuro' de Bankia por ser el guardián de los secretos de la entidad y el conocedor de todas sus relaciones con el poder después de 34 años en distintos puestos de su estructura. Era el más odiado por su despotismo y porque, mientras él era el que más se gastó con la 'black' (574.000 euros), dejaba a las sucursales sin agua caliente ni papel higiénico. También colocó a su mujer al frente del área de fondos de inversión. Ha sido condenado a dos años y medio de cárcel y debe responder con su patrimonio de los 12 millones gastados si los demás no pagan. Lo que más le dolió es que Goirigolzarri se negó a pagarle los 4,5 millones de indemnización que tenía en su contrato.

Foto: El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa (Reuters)

En el otro extremo tenemos a Matías Amat, el otro pilar de la vieja Caja Madrid, que se gastó 431.000 euros con la tarjeta. Este ha sido el mejor librado, ya que se apuntó al ERE que puso en marcha Rato con la fusión que dio lugar a Bankia y se llevó una indemnización de 6,16 millones. Barcoj, Amat y el exconsejero Ignacio Navasqües han lanzado un fondo de capital riesgo. No se quedó muy lejos Enrique de la Torre, exsecretario del consejo y considerado 'el más listo de la panda' (era el que repartía las 'black'), que se marchó en 2009 con 4,65 millones en el bolsillo. O Ricardo Morado, exdirector de sistemas, que salió en 2016 con 3,02 millones y se gastó 448.300 euros con la tarjeta, la mayoría de ese dinero mediante retiradas de efectivo para no dejar rastro (de ahí que en la entidad bromeen con que 'se puso morao'). Posteriormente fue fichado como director de riesgo tecnológico por el Santander, donde pidió una excedencia al ser imputado. Ahora, Ana Botín debe decidir si lo mantiene o lo despide tras la condena.

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La lista se completa con nombres como Mariano Pérez-Claver, el hombre que la entidad puso al frente de participadas como SOS Cuétara o NH y al que agradeció sus servicios con un Mercedes descapotable granate que llevaba todos los días al trabajo para dar envidia. Ahora se dedica a asesorar a extranjeros que buscan invertir en el ladrillo español. O el exdirector de comunicación, Juan Astorqui​, que fue obligado a salir de la agencia Burson-Marsteller al ser imputado.

De pagarlo todo con la tarjeta 'black' a que no les acepten la visa (personal) en los restaurantes de moda. De ser estrellas de la política, el sindicalismo, la empresa o la radio a tener que dimitir y desaparecer de las tertulias. De estar siempre rodeados de amigos a que la gente se cambie de acera cuando los ve pasar y no les coja el teléfono. De disfrutar a tope de la vida nocturna a divorciarse. Los 65 condenados por las tarjetas opacas de Caja Madrid/Bankia no solo afrontan su posible entrada en prisión, sino que además se han convertido en apestados profesionales y sociales, que tienen muy complicado retomar una carrera profesional.

Miguel Blesa Rodrigo Rato Restaurantes José María Aznar
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