Escándalo en el museo: embargan al pintor José María Sicilia por alzamiento de bienes

El pasado 1 de abril se inauguró en Bruselas (Bélgica) una exposición llamada 'Sparrow Song', o la canción del gorrión. Esta ave es de las más astutas, robando frecuentemente de otros nidos para abastecerse. Este título ha sido un mal presagio para su autor, el pintor José María Sicilia, imputado por alzamiento de bienes en España y cuyos cuadros han sido embargados por orden de un juez belga, según documentación a la que ha tenido acceso El Confidencial. Este medio contactó con el abogado defensor del artista, pero no quiso atender a la consulta.

Este embargo ha supuesto un hito clave en una batalla judicial que arrancó hace tres años y que ha involucrado al menos a cuatro tribunales de tres países distintos. Y todo por un divorcio.

Sicilia (Madrid, 1954) es considerado por los expertos uno de los referentes de la pintura española de los ochenta. Ha sido Premio Nacional de Artes Plásticas (1989) y Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (2015), y ha expuesto en museos como el Reina Sofía de Madrid y el MoMA y el Guggenheim de Nueva York. En 2013 protagonizó una exposición con motivo de la tragedia de Fukushima en Madrid y Japón que fue inaugurada por el entonces presidente, Mariano Rajoy.

Aun así, estos éxitos no se han visto reflejados en su vida personal, y su divorcio de la francesa Elisabeth Marie de Bazelaire de Boucheporn se ha convertido en una odisea judicial. Su separación fue dictada por la Audiencia Provincial de París en 2019, en una sentencia que dictó que Sicilia debía pagarle 805.000 euros.

Larga batalla judicial

Tres años después, su exmujer solo ha conseguido recuperar 3.476 euros que el Juzgado de Primera Instancia número 19 de Madrid encontró —y bloqueó— en una cuenta del pintor. Hasta el embargo practicado el pasado 11 de mayo en el museo belga Meessen De Clerq, que ordena que se retengan 12 cuadros bajo la amenaza de que la sala de exposiciones tenga que indemnizar con hasta medio millón de euros en caso de pérdida o robo.

Por el camino, la travesía legal ha sido intensa. Tras la sentencia del divorcio en París, la exmujer de Sicilia interpuso una demanda de ejecución en Madrid, que en 2021 se saldó con la orden de que se embargaran 1,03 millones al pintor: los 805.000 euros fijados inicialmente más 233.450 euros por costas e intereses legales.

Fue esta orden la que ha llevado al pintor a estar imputado por un presunto delito de alzamientos de bienes. Según su exmujer, en 2019 "procedió a la transmisión gratuita del único inmueble del que era propietario, una finca de gran valor en el municipio de Soller [Mallorca]", tasada en un millón de euros. El destinatario fue una "fundación que fue creada por él mismo", El Instante, y la operación se produjo poco después de la sentencia de divorcio.

"Nos encontramos ante una donación ficticia en favor de una fundación que el mismo deudor controla y, por lo tanto, se evidencia el mantenimiento del disfrute de hecho sobre el inmueble", expone un escrito del abogado de la exmujer. De hecho, según un artículo del 'Diario de Mallorca', tras traspasar la finca a la fundación, Sicilia la puso a la venta.

La exmujer recurrió a la vía penal tras ver esfumarse fincas y cuadros

El presunto alzamiento siguió en 2021, con una exposición de sus cuadros en la Galería Baró de Palma de Mallorca. El 3 de agosto, el juzgado madrileño ordenó el embargo de estas obras. Aun así, la galería devolvió los cuadros a su autor a finales de agosto, motivo por el cual también es investigada su responsable, María José Baró Gutiérrez. Algunas semanas después, los cuadros estaban camino a Bélgica.

Tras este nuevo revés, la exmujer recurrió a la vía penal para denunciar el presunto alzamiento de bienes, en una denuncia que fue admitida el pasado 11 de abril: "El Sr. Sicilia lleva años haciendo caso omiso a la resolución señalada, no habiendo abonado voluntariamente a mi representada los importes que ha sido obligado a satisfacer, llevando a cabo actuaciones tendentes a lograr la ocultación y/o enajenación y transmisión de su patrimonio en España, con evidente ánimo de alzar sus bienes y eludir las obligaciones de pago que tiene con la denunciante", expuso su abogado.

El embargo de los cuadros marca un antes y un después en esta batalla legal, en la que el pintor cada vez va a tener más complicado no atender a sus compromisos. Todo apunta a que la 'canción del gorrión' no volará libre durante un tiempo.