El alza de la luz provoca una caída récord en la industria del metal: supera el retroceso covid

La industria del metal en España ofrece síntomas cada vez más preocupantes. Red Eléctrica desvela que el consumo de electricidad del sector metalúrgico, uno de los mejores indicadores de la salud del negocio, ha sufrido un retroceso récord en el mes de marzo, después de que el estallido de la guerra en Ucrania intensificara la crisis energética.

Concretamente, la metalurgia, la actividad más intensiva en consumo de luz para su proceso productivo, cayó un 26,3% el pasado mes de marzo con respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata de un hundimiento del consumo del sector incluso superior al que sufrió en abril de 2020, cuando retrocedió un 25,9% después de que el Gobierno estableciera un confinamiento duro con el paro de toda la actividad económica no esencial para hacer frente a la pandemia.

Se trata, además, del sector económico cuyo consumo de luz más retrocede. Según detalla la propia Red Eléctrica, "durante el mes de marzo ha continuado el proceso de deterioro de las tasas interanuales del componente industrial que se viene registrando desde principios del año y donde los bienes industriales intermedios, lastrados por las coquerías y las metalúrgicas, presentan los mayores deterioros relativos".

"Esta tendencia parece haberse agudizado durante el último mes, donde a los aumentos de precios que se venían acumulando durante los últimos periodos se ha sumado el 'shock' adicional generado por la invasión rusa de Ucrania", concluye el operador del sistema eléctrico, que analiza cada mes los datos de consumo de la economía española.

Desde que se inició la crisis energética, las grandes compañías del sector del metal venían advirtiendo de que tendrían que parar y reducir su producción como consecuencia de los altos precios energéticos. Las compañías agrupadas en la asociación de consumidores electrointensivos (AEGE), donde participan grandes del metal como ArcelorMittal, Acerinox, Sidenor, Celsa o Alcoa, vienen reclamando recurrentemente al Gobierno medidas para abaratar el precio de la luz, que les está obligando a realizar paradas.

Las caídas de consumo eléctrico en la industria del metal están siendo cada vez más agudas. Su gasto de luz baja en paralelo a la subida de la electricidad, que durante el mes de marzo ha alcanzado niveles récord (el mercado marginalista o 'pool' alcanzó los 700 euros/MWh en algunas horas y superó los 500 euros/MWh de media diaria).

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Parte de las caídas de consumo en la industria metalúrgica del 11,3% en enero, del 18,3% en febrero y del 26,3% en marzo se explican por el parón de la producción de Alcoa, primer consumidor de luz en España, que ha decidido congelar su producción de aluminio primario en Lugo durante dos años.

En este contexto, el Gobierno trata de encontrar soluciones para bajar el precio de la electricidad que permita a la industria capear esta crisis energética, que amenaza muchos puestos de trabajo en las plantas productivas. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica intenta sacar adelante su propuesta para intervenir el mercado eléctrico y de esa forma proporcionar electricidad más barata al tejido productivo, muy castigado por los elevados precios que siguen siendo una amenaza, dadas las sanciones a Rusia. Ya ha logrado el aval de Bruselas para 'topar' el gas, y la máxima responsable de la política energética anunció la pasada semana que espera tener listo un decreto tras el Consejo de Ministros de este martes.

Preocupación en las Cortes

La cuestión no pasa desapercibida tampoco para las Cortes españolas. El senador valenciano por Compromís Carles Mulet preguntó al Gobierno por la situación de Alumalsa. "Alumalsa es una de las empresas afectadas en Aragón por la crisis económica generada por la subida abusiva de precios de la energía. De hecho, ya ha paralizado su producción en este mes de marzo de 2022, lo que hace temer por el futuro del mantenimiento de la actividad económica y, por tanto, del empleo. Precisamente en un plan que ya recurrió a un despido colectivo en otoño de 2020 que afectó a 180 trabajadores y ha aplicado varios expedientes temporales de empleo", exponía el parlamentario el pasado 16 de marzo.

A lo que el Ejecutivo de Pedro Sánchez respondió hace pocos días que "el Gobierno está dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para proteger al tejido productivo del país, como ya hizo con la pandemia". En este sentido, señala que, "por ello, el Gobierno está liderando ante la Unión Europea el impulso de una respuesta europea, manteniendo un diálogo con los Estados miembros para desacoplar el gas del precio de la electricidad, reducir la dependencia del gas ruso a través de la diversificación de suministradores y acelerar el despliegue de energías renovables para aumentar la autonomía energética y estratégica".

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"El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo mantiene un contacto permanente y reuniones periódicas con los responsables de empresas españolas y asociaciones exportadoras para ofrecer información actualizada y de valor añadido a las entidades afectadas por la agresión rusa a Ucrania; y con los principales sectores industriales del país, para tratar los problemas derivados de los costes energéticos, que están siendo muy útiles para informar de las medidas tomadas dentro del Plan Nacional de Respuesta al Impacto de Guerra —que está abierto a las aportaciones de todos los grupos parlamentarios, las administraciones públicas y agentes sociales—", detalla el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. Dicho plan de respuesta se ha consolidado tras el apoyo de Bildu a la convalidación de este decreto la pasada semana en el Congreso de los Diputados. La continuidad del plan peligró tras el rechazo de ERC a apoyarlo, después de que anunciara que no votaría a favor del Gobierno por el espionaje a través del programa Pegasus.