Leopoldo del Pino cuestiona el sillón de Sánchez-Junco, guardián de su hermano Rafael

Tres años después de exigir la salida de Joaquín Ayuso y Santiago Bergareche del consejo de Ferrovial, Leopoldo del Pino, hijo del fundador del grupo y hermano del actual presidente, Rafael, ha vuelto a poner el dedo en una llaga que viene de tiempo atrás, al oponerse a la renovación de José Fernando Sánchez-Junco como miembro del máximo órgano de administración de la compañía.

Lo ha hecho mediante el envío de una carta (puede leerla aquí), fechada el pasado 1 de abril, y que, con motivo de la celebración de la Junta General Ordinaria del grupo, este ha tenido que hacer pública dentro de toda la documentación ligada a la asamblea anual.

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Sin poner en duda la valía profesional del consejero, Leopoldo del Pino alerta en esta misiva de las casi dos décadas que Sánchez-Junco suma en el órgano de administración del grupo, continuidad que va en contra de los principios de gobernanza. De hecho, para su renovación de este año, Ferrovial ha tenido que cambiar la categoría de independiente a externo, ya que supera los 12 años que permiten los códigos para poder ser considerado independiente.

Pero, en realidad, sus lazos con la sociedad se remontan hasta 2004. Fue en ese ejercicio cuando se incorporó al consejo de Cintra. Cinco años después, la filial de autopistas de Ferrovial llevó a cabo una fusión inversa con la matriz, integración tras la cual Sánchez-Junco continuó como administrador del nuevo grupo resultante.

En la respuesta a la carta de Leopoldo, que dirige la misiva al presidente del grupo, este defiende que los años de Cintra no han de computarse, argumento que ya esgrimió la compañía ante la CNMV —Comisión Nacional del Mercado de Valores— hace cuatro años.

También rechaza la crítica de Leopoldo a la edad de Sánchez-Junco, quien ha superado los 72 años a partir de los cuales el reglamento del consejo emplaza a poner el cargo a disposición de la compañía, con los argumentos de que los códigos de buen gobierno no recogen esta recomendación y del correcto desempeño del consejero.

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Por su parte, la comisión de nombramientos de Ferrovial, en el informe que debe remitir junto a la propuesta de renovación de cada administrador, sostiene que cree "conveniente dotar a la composición del consejo de administración de cierta estabilidad, dados los cambios producidos en los últimos años a raíz del nombramiento de varios consejeros independientes: (i) D. Gonzalo Urquijo y D. Juan Hoyos en 2019, en sustitución de D. Santiago Bergareche y D. Joaquín Ayuso, que se habían incorporado al Consejo en los años 1999 y 2002 respectivamente; y (ii) D.ª Hildegard Wortmann y D.ª Alicia Reyes en 2021, cubriendo las vacantes producidas por D. Santiago Fernández Valbuena y D. Joaquín del Pino, que accedieron al Consejo en los años 2008 y 2010 respectivamente".

Precisamente, esta renovación se activó justo después de que Leopoldo del Pino, como ha hecho ahora, exigiera la salida de Ayuso y Bergareche mediante el envío de una carta justo antes de la celebración de la junta general de 2019. Entonces, la compañía también defendió la idoneidad de ambos, pero apenas cinco meses después inició un proceso de renovación que llevó a la salida de los dos ex consejeros delegados.

En esta ocasión, la respuesta del grupo de infraestructuras a la carta de Leopoldo del Pino concluye con el mensaje de que "todo lo dicho hasta aquí ha de entenderse sin perjuicio de los cambios en la composición del consejo de Ferrovial que, por unas u otras razones, puedan producirse en el futuro".