JP Morgan 'esconde' al CEO del mayor banco ruso de Putin en su consejo asesor

La lista de oligarcas sancionados e incluso ya confiscados por Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido crece a diario, lo que está obligando a las grandes empresas y bancos a poner en revisión la relación con las empresas que están participadas por los millonarios amigos de Vladímir Putin. No obstante, algunas entidades de nivel mundial siguen manteniendo nexos de unión con el entorno del presidente de Rusia. Entre ellas, JP Morgan, en cuyo consejo asesor internacional tiene a Herman Gref, el primer ejecutivo de Sberbank, el mayor banco ruso, controlado por Moscú.

Según documentos oficiales, Gref, nacido en Kazajistán y formado en la universidades estatales rusas de Omsk y San Petersburgo, es miembro del International Council de JP Morgan. Un organismo asesor en el que también se sientan los que fueron primeros ministros de Reino Unido y Australia, Tony Blair y John Howard, respectivamente, o los presidentes y consejeros delegados de multinacionales como Adidas, Siemens, Nestle, Johnson & Johnson, Saudi Aramco, Alibaba o Sisheido. También tiene un lugar preferente un español, Ignacio Sánchez Galán, máximo ejecutivo de Iberdrola.

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Sberbank es el banco ruso de mayor tamaño, con una red de filiales en gran parte de Europa del Este. Pero la crisis provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado su salida de países como Alemania, Austria, Croacia, República Checa, Hungría, Eslovenia, Serbia y Bosnia-Herzegovina. El Banco Central Europeo, a través de la Junta de Resolución (JUR), la misma que intervino el Banco Popular en España, tomó el control de subsidiarias ante la salida masiva de depósitos por las sanciones impuestas por la Unión Europea.

No obstante, el Sberbank no está en la lista de las entidades financieras rusas que fueron bloqueadas del sistema Swift, que permite las transferencias a nivel mundial de grandes organismos e instituciones. El motivo principal es que es un banco clave en los pagos del petróleo y gas que Europa sigue comprando a Putin por la dependencia energética que tiene especialmente Alemania. Sin embargo, 'de facto', no se puede financiar en mercados europeos, por lo que ha sido aislado del sistema.

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Preguntado si JP Morgan va a tomar alguna decisión en relación con la continuidad o destitución de Graf como consejero de su International Council, fuentes oficiales del banco estadounidense han declinado hacer ningún comentario. Sin embargo, la entidad americana sí ha reconocido que va a poner en revisión la relación con Veon, la empresa de telecomunicaciones de Europa del Este, participada por LetterOne, dos de cuyos mayores accionistas, Petr Aven y Mikhail Fridman, han sido incluidos en la lista negra de la Unión Europea y Estados Unidos.

Aunque Aven y Fridman han dimitido de todos sus cargos en el consejo de LetterOne para poner un cortafuego ante la presión internacional para que sean embargados sus bienes, como Reino Unido hizo este jueves con Roman Abramovich, otros bancos como ING y Citi también han admitido que van a analizar si cortan las líneas de financiación con la antigua Vimpelcom. Una compañía que ya fue sancionada en 2016 por Estados Unidos con una multa de 800 millones de dólares, la segunda mayor de la historia de la bolsa neoyorquina, por sobornos.

LetterOne es el máximo accionista de la cadena española de supermercados DIA, que tiene una deuda con la banca de unos 900 millones de euros. Una cantidad que se reparten de forma proporcional Santander, BBVA y CaixaBank. Hasta el momento, las tres mayores entidades financieras del país mantienen abiertas las líneas de financiación con la compañía, que ha tratado de desvincularse de Fridman con poco éxito.

JP Morgan es uno de los mayores bancos de inversión en España, con clientes muy relevantes, como ACS y el Real Madrid, a quien ha financiado la construcción del nuevo Santiago Bernabéu. Antes se vio implicado en la quiebra del Banco Popular, del que fue asesor hasta su intervención, y en la fallida salida a bolsa de Bankia. Últimamente, tuvo un papel importante en la famosa Superliga con la que Florentino Pérez quería reordenar el fútbol europeo.