Las aerolíneas estudian llevar a la CNMC las subidas de tasas de Aena fuera del DORA

En plena recuperación del turismo, Aena sube los precios. El gestor aeroportuario comunicó hace unas semanas su intención de aumentar algunas tasas fuera del reglamento del DORA, medida que ha puesto las aerolíneas en guardia. Por eso, las integrantes de la agrupación de empresas del sector, ALA, han estado valorando cómo responder a este auge, que consideran desproporcionado e injustificado. Entre las opciones, está enviar un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Competencia (CNMC), aunque todavía no hay ninguna decisión tomada.

Aena ha aumentado los costes en varias tasas este 2022. En el servicio ‘fast track’, la compañía propuso en diciembre subir su precio un 50% y cobrar a las compañías aéreas seis euros por cada uno de los pasajeros que utilicen estos filtros exclusivos, que agilizan los controles de seguridad en el aeropuerto de Madrid-Barajas, frente a los cuatro euros que venía cobrando por pasajero en 2021. Por otro lado, Aena también aumentó en un 46% el servicio ‘fast lane’, por el que se da acceso preferente al control de seguridad, subiendo hasta los 2,5 euros (frente a los 1,61 euros de 2021) por cada pasajero que use este servicio en aeropuertos como el de Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol, Sevilla, además del de Barcelona, Valencia, Alicante, Gran Canaria, Tenerife Sur o el de A Coruña.

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Según fuentes del sector, las aerolíneas ya estudian tomar medidas legales. En una reunión de la patronal hace dos semanas, los representantes de las aerolíneas en ALA acordaron preparar para la próxima junta directiva la redacción de una comunicación formal a Aena manifestando el desacuerdo con dicha subida. Las aerolíneas entienden que se trata de un cambio de criterio brusco, ya que los precios privados suelen ir de la mano con lo que dictan las prestaciones patrimoniales, aunque técnicamente no estén regulados. El DORA, que engloba otras tasas de uso generalizado por las aerolíneas, pretende que lo recaudado por las prestaciones de servicio se destine a cubrir los costes, y no a un enriquecimiento de Aena.

Por eso, los integrantes de ALA se encuentran valorando la posibilidad de acudir a la CNMC, ya que, según entienden, Aena podría estar haciendo uso de una posición de monopolio, estando las aerolíneas obligadas a pagar las tasas sin competencia ni posibilidad de elección. Según las fuentes, será a mediados de febrero cuando la junta directiva de ALA se reúna de nuevo para valorar las comunicaciones con Aena y otras posibilidades como el aviso a la CNMC.

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Sobre la subida de las tasas, desde Aena explican que “se trata de un servicio voluntario y, por tanto, no esencial para el pasajero”. “Ante la creciente demanda de estos servicios, es necesario dotar de más recursos para incrementar la calidad del servicio al pasajero”, argumentan fuentes oficiales. “Estos precios suben en línea con el aumento del coste del servicio”.

Desde ALA, no hacen comentarios sobre las medidas que se están valorando y simplemente se remiten a los comunicados lanzados en diciembre. “Son subidas del todo desproporcionadas, que van a aumentar considerablemente los costes que abonan las compañías a Aena”, aseveró entonces el presidente de ALA, Javier Gándara. “No nos podemos permitir asumir sobrecostes en un momento de enorme dificultad para el sector aéreo como el actual. Esta subida va a suponer una piedra en el camino de la recuperación”. Fuentes oficiales de la patronal también aclaran que en Barajas el servicio de ‘fast track’ se ha reducido en número de puertas, por lo que las aerolíneas sienten que van a pagar más por un servicio peor.

Estos pagos están fuera de las tasas aeroportuarias, que sí están reguladas por el DORA. El Gobierno aprobó en septiembre del año pasado una congelación de estas tasas en el periodo 2022-2026. Las prestaciones se establecen a través de un diálogo regulado entre las empresas, Gobierno y otros mediadores. Mientras las aerolíneas y CNMC recomendaron bajar tasas durante este periodo, Aena propuso subirlas. El Gobierno se quedó entonces en medio de los dos argumentos, como ya había hecho en el primer DORA.