El plan de Almussafes para Detroit: ayudas públicas, ajuste salarial y… ¿división sindical?

El sindicato mayoritario en la planta de Ford Almussafes, la Unión General de Trabajadores (UGT-Ford), ha solicitado a la dirección de la factoría valenciana que convoque la Comisión Negociadora del Acuerdo por la Electrificación con la intención de trasladar al resto de representantes de los trabajadores el contenido del acuerdo laboral alcanzado esta semana en Colonia (Alemania) con la dirección europea de la multinacional. La central ha negociado en solitario el pacto con la enseña automovilística y reprocha al resto de sindicatos (CCOO, CGT e STM-Intersindical) que se haya "negado a negociar en los casi cuatro meses que han durado las negociaciones probablemente más duras de la historia de Ford en Almussafes".

La enseña de Estados Unidos ha abierto una suerte de competición entre la fábrica valenciana y la que tiene en Saarlouis (uno de su dos centros productivos en Alemania) con la intención de obtener las mejores condiciones antes de asignar los nuevos modelos eléctricos pendientes de adjudicar, que comenzarán a ensamblarse a partir de 2024. El proceso, añadido a la sucesión de ajustes vía expedientes de empleo temporales, y también de extinción, ha sumido en la incertidumbre al sector automovilístico valenciano, que arrastra hasta el 18% del PIB industrial regional, ejerce de tractor de más de 25.000 empleos directos y otros tantos indirectos y que, hasta la pandemia, era la punta de lanza de las exportaciones autonómicas, con un saldo comercial positivo.

La negociación paralela con Saarlouis, cuyos detalles no se han hecho públicos, y el intento por parte de UGT de sumar al resto del comité de empresa explican el secretísimo sobre el contenido del acuerdo. Está en juego también el equilibrio interno de fuerzas sindicales.

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Según la información que han difundido los representantes ugetistas, la planta valenciana ha cerrado un acuerdo que garantizaría el futuro de Almussafes, pero que todavía tiene que ratificar por la base central de la multinacional en Deaborn, junto a Detroit. Hasta ahora no han trascendido detalles del pacto. Los trabajadores, tras haber arrancado una actualización salarial al IPC de 2021 del 7%, tal como marcaba el convenio en vigor, ofrecían contención en la nómina (sinónimo de congelación) durante el próximo lustro, además de aceptar los recortes en días de descanso que reclamaba la empresa. Ford España quería, por contra, rebajas en los gastos de personal de hasta el 10% en los próximos años.

Ford España ha negociado con la Generalitat y el Gobierno en paralelo al diálogo sindical

El celo con el que UGT guarda las condiciones del pacto es indicativo de que podría albergar compromisos de ajuste económico. La central mayoritaria ha pedido complicidad al resto de sindicatos para lograr un apoyo unánime al acuerdo. "Consideramos que atravesamos unos momentos en los que se hace necesario transmitir unidad desde Valencia, y presentar un acuerdo que sea respaldado por el 100% del Comité de Empresa", señalaban ese viernes. "En caso contrario, asumiremos el reto de explicarlo en solitario a los trabajadores, contando con el apoyo de toda la sociedad valenciana y siendo conscientes de lo mucho que hay en juego", abundaron. "Creemos firmemente que este acuerdo es la única vía de esperanza para la planta de Almussafes, puesto que una vez finalizadas las negociaciones solo queda esperar a la decisión que tome la multinacional desde Detroit".

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La negociación laboral, sin embargo, no ha sido la única vía abierta por Ford España para pujar por los nuevos modelos eléctricos en esa suerte de subasta entre centros productivos que ha abierto Ford Motor Company. En paralelo al diálogo sindical, el Gobierno de España y la Generalitat llevan semanas trabajando con la dirección española programas de ayudas a la I+D+i. La administración autonómica ha destinado a cofinanciar proyectos de investigación de Almussafes por valor de más de 100 millones de euros en la última década.

Ford España ha recibido de la Generalitat garantías de continuidad de ese respaldo económico para los próximos años y, según ha podido saber El Confidencial, el fabricante ha estado analizando también las vías de apoyo económico que abre el proyecto estratégico para la industria del automóvil (Perte) que el Gobierno tiene a punto de licitación y que correrá a cargo del mecanismo de reconstrucción de los fondos europeos Next Generation contra el impacto del coronavirus. Ford hasta ahora mantiene silencio sobre ese programa, si pujará o no por las ayudas, pero todo indica que, si Detroit apuesta por Almussafes, la planta aprovechará los recursos para el proceso de electrificación de la factoría valenciana.