El turismo sufre por ómicron y pide ERTE hasta diciembre y prorrogar los ICO

"Hemos cerrado en falso el fin de año". Así de tajante ha arrancado José Luis Zoreda, vicepresidente de la patronal del turismo Exceltur, su exposición sobre la evolución de esta industria en 2021. Un año marcado por la débil demanda extranjera, que sigue generando menos del 60% de los ingresos que alcanzó en 2019, último ejercicio completo sin pandemia, cuando se superaron los 80 millones de visitantes internacionales, frente a los 31 millones de 2021.

En términos de PIB turístico, el sector ha cerrado el segundo año marcado por el covid con 88.546 millones de euros, cifra un 42,8% inferior a la registrada antes de la pandemia, pero que supone una recuperación de 36.039 millones respecto a la actividad con la que se concluyó 2020.

Estos números están en línea con las mejoras de las previsiones que hizo Exceltur para final de año tras terminar la temporada estival, cuando elevó en tres puntos sus expectativas para el acumulado del ejercicio, que cifró en el entorno de los 87.000 millones, lo que indica que la recuperación habría sido superior a la esperada si no hubiera llegado la sexta ola.

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R. Ugalde

La tardía aparición de ómicron en España ha permitido limitar al mes de diciembre su impacto, pero Exceltur ya adelanta que su golpe se sentirá con fuerza en enero y febrero, y no espera que desaparezcan sus efectos en la industria hasta Semana Santa. "Ante este súbito parón, las tensiones de tesorería son importantes", advierte Zoreda, que esquiva dar cifras o porcentajes, pero sí advierte de que el gran reto de muchas empresas para este recién estrenado 2022 será poder sobrevivir.

La caída del 42,8% registrada en 2021 se acumula al 70% menos de ingresos que ya sufrieron las empresas en 2021, lo que agrava las tensiones de tesorería. Si a esto se suma la inflación, la subida de los precios de la energía y del resto de suministros, que están condicionando los márgenes de una actividad que no puede todavía trasladarlo a precios, se vaticina un horizonte en el que muchas empresas van a tener serias dificultades para resistir. Sobre todo si el Ejecutivo empieza a retirar el escudo social que lanzó al principio de la crisis.

De ahí que desde Exceltur le haya pedido al Gobierno prorrogar los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) hasta final de año, extender los plazos de amortización del ICO, posponer las solicitudes concursales más allá de junio y acelerar los rescates de la SEPI.

Además, la patronal del sector ha pedido un Perte específico que ha cifrado en 15.000 millones de inversión pública durante los próximos 10 años, aunque su alcance sería muy superior, ya que se estima que, por cada euro público, se movilizan tres privados, lo que dispararía hasta los 45.000 millones su alcance real.

"El turismo español debería tener un Perte específico para abordar la reconversión de nuestras grandes fábricas, que son los destinos pioneros", ha señalado Zoreda, quien ha pedido al Ejecutivo una nueva estrategia en el reparto de los fondos Next Generation y, frente al reparto actual en muchos pequeños proyectos, concentrarlo en grandes iniciativas con capacidad real transformadora.

Previsiones

Para este ejercicio, la estimación del sector es alcanzar los 135.000 millones de euros, cifra que supondría recuperar el 87% de los resultados de 2019 y que llevaría al sector a representar el 10,5% de la riqueza nacional.

El grueso de estos ingresos, unos 68.000 millones, procederá de la demanda extranjera. Unos números que, no obstante, siempre están condicionados a la evolución de la pandemia. Para hacerse una idea del impacto que tiene la aparición de nuevas olas, antes de ómicron, el sector estaba ya en caídas de solo el 15% y, en apenas un mes, se han ido al -33%.

Con este escenario, los empresarios del sector confían al turismo nacional gran parte de la recuperación y retrasan el horizonte de la recuperación hasta 2023, según defiende el 51%, aunque más del 13% cree que habrá que esperar hasta 2024 para volver realmente a la normalidad.