¿Proyecto de país? CAF y Talgo compiten por hacer el primer tren español de hidrógeno

A falta de uno, dos proyectos españoles compiten en paralelo y con tecnologías diferentes para hacer el primer tren impulsado por hidrógeno ‘made in Spain’. CAF y Talgo trabajan sendos proyectos duales (hidrógeno-eléctricos) con el calendario en contra para llegar a tiempo a la licitación que el operador público de transporte por ferrocarril tiene previsto hacer a lo largo de 2022, según distintas fuentes oficiales.

La competencia entre ambos proyectos ha llegado hasta el Centro Nacional del Hidrógeno, organismo público dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación con sede en Puertollano. Por un lado, participa en un proyecto europeo público privado (FCH JU) con empresas de cuatro países como ADIF y Renfe, Toyota Europa (Bélgica), IP (Portugal), DLR y Faiveley (Alemania), en el que también está CAF, según trascendió en abril de 2020.

Por otro lado, el CNH2 también colabora en el proyecto de Talgo. En su caso, el tren Vittal One es también una solución modular para media distancia y cercanías coordinada por Emilio García, director de Innovación. En los meses de octubre y noviembre, la cotizada ha realizado ensayos con éxito en un banco de pruebas vinculado al organismo público, con una cadena de tracción completa (sin montar en el vehículo) en condiciones similares a las reales.

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En esa carrera, Talgo tiene previsto realizar pruebas estáticas en su taller de Las Matas II, a finales de febrero de 2022, y probar el tren en movimiento en marzo. Para ello, se ha asociado además con Repsol como proveedor de hidrógeno renovable. Mientras tanto, el consorcio europeo en que participa CAF con diferentes empresas y organismos de investigación arrancó a comienzos de este 2021 y abarcará un ciclo de cuatro años.

Esta situación ha obligado al Centro Nacional del Hidrógeno, dirigido por Emilio Nieto desde 2017, a crear grupos de trabajo separados, sin compartir información (murallas chinas), para preservar la confidencialidad de ambos proyectos y a la vez participar de forma independiente, lo que ha generado cierto malestar institucional, hasta en el propio Ministerio de Industria, tal como reconocen diferentes actores del sector.

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Dentro y fuera del perímetro público, hay partidarios de que los recursos del Centro Nacional del Hidrógeno participen en un único proyecto, de mayor envergadura, donde CAF y Talgo deberían unir fuerzas para desarrollar una solución de tren por hidrógeno que fuera marca país. Sin embargo, esta colaboración ha sido inviable, a pesar de que nuestro país contó en 2011 con el primer prototipo mundial de tren con esta fuente de energía.

Alstom y Siemens

Esta guerra comercial entre Talgo y CAF llama aún más la atención teniendo en cuenta que es la pública Renfe la que ejerce de impulsora para el uso de esta tecnología en sus nuevos trenes de cercanías y regionales para líneas no electrificadas (algo más de 5.500 kilómetros), que usarían motores de tracción eléctrica producida en el propio tren a través de las pilas de combustible, dispositivo donde se produce la reacción del oxígeno y el hidrógeno.

En la actualidad, ya existe un modelo probado de la francesa Alstom y está previsto que la alemana Siemens desarrolle esta tecnología en su plataforma Mireo. En el caso de Renfe, el prototipo en ciernes se basa sobre la unidad Civia, mientras que todavía está en fase de estudio el modelo que serviría para un potencial uso en el transporte de mercancías. Sin embargo, lejos de vertebrar una candidatura única, el sector público ha sido incapaz de unir a CAF y Talgo.