Clamor por el corredor mediterráneo, escepticismo por las promesas políticas

Probablemente sea la mayor iniciativa de la sociedad civil actualmente en marcha en nuestro país. La plataforma #quierocorredor demostró este miércoles en Madrid ser mucho más que una reivindicación de empresarios valencianos, aunque su germen se encuentre ahí, al conseguir congregar en el Palacio Municipal de Congresos de la capital a más de 1.300 personas, procedentes de 17 comunidades autónomas.

Empresarios grandes y pequeños, políticos de todo signo, deportistas, abogados, economistas y periodistas se sumaron a la quinta convocatoria de este movimiento que, cansado de retrasos y promesas vacías, ha dado un paso al frente para exigir al Gobierno, a los diferentes gobiernos, que cumplan sus promesas y construyan una infraestructura crítica para toda España.

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El corredor mediterráneo consiste en una doble plataforma ferroviaria en ancho internacional y con alta velocidad que discurrirá desde la frontera francesa hasta Algeciras, uniendo ciudades tan importantes como Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Málaga, y conectándolas entre ellas y con el resto de Europa por medio de la infraestructura más eficiente y medioambiental.

Esta obra permitirá impulsar no solo la economía de estas regiones, sino de toda España, ya que unirá siete puertos principales de España con una moderna red ferroviaria y conectará todo el Levante con alta velocidad, elemento clave para la industria turística. De hecho, se estima que por cada euro invertido habrá un retorno de 3,5 en el PIB nacional.

Pero todas estas bondades hace tiempo que se conocen y, sin embargo, ningún Gobierno ha cumplido las diferentes promesas que un ministro de Fomento (ahora Transportes) tras otro han ido dando sobre cuándo esta infraestructura iba a ser una realidad. La actual titular de esta cartera, la socialista Raquel Sánchez, también se aventuró ayer a asegurar que "para 2025 o 2026" estará ejecutada la conexión entre Almería y la frontera francesa.

Una promesa que, tras años de compromisos incumplidos, fue recibida con escepticismo por un auditorio cansado de palabras vacías y que, apenas un par de horas después, comprobó cómo la nota oficial que envió el ministerio con las declaraciones de Sánchez evitaba recoger el horizonte 2025-26 que la exalcadesa de Gavá había marcado.

Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), impulsora de la iniciativa #quierocorredor, pareció predecir lo que iba a ocurrir cuando, en su discurso de clausura del acto, advirtió de que España ha perdido ya muchos trenes con esta infraestructura y que "todo indica que también perderemos el de 2025".

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Entre los asistentes del mundo empresarial estaban Antonio Arias, CEO de Vectalia, Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, Carlos Barrasa, de BP España, Héctor Colonques (Porcelanosa), Ignacio Ferrero (Idilia Foods), Jorge Gallardo (Vithas), José García Carrión (J. García Carrión), Myriam Gimeno (Grupo Intur), José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank), Agustín Gregori (Grefusa), Clemente González (Alibérico), Javier Godó (Grupo Godó), Pedro López (Chocolates Valor), Francisco Martínez-Cosentino (Cosentino), Federico Michavila (Torrecid), Javier Moll (Editorial Prensa Ibérica), Agnès Noguera (Libertas), Fernando Roig (Pamesa), Juan Roig (Mercadona), Íñigo Sagardoy (Sagardoy Abogados), José Tarradellas (Casa Tarradellas), Hortensia Roig (EDEM) y Adolfo Utor (Baleària), entre otros.

Desde el ámbito social, deportivo e institucional, acudieron Antonio Garamendi, presidente de la CEOE; Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball; José María Albarracín, presidente de Croem; Jorge Barrero, director general de Cotec; José Luis Blanco, director general de IEF; José Luis Bonet, presidente de Cámara España; Javier Campo, vicepresidente de Aecooc; José Cano, presidente de Asempal; Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto; Miguel Garrido, presidente de CEIM; Jorge Martínez Aspar, CEO de Aspar Team; José Vicente Morata, presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana; Salvador Navarro, presidente de CEV; Jerónimo Parra, presidente de Cámara Almería, Manuel Pérez Sala, presidente del Círculo de Empresarios, y José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, entre otros.

Además, el acto contó con el respaldo tanto del popular Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, como del socialista Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana, lo que sirvió para subrayar el carácter transversal de esta iniciativa, que durante el acto puso en evidencia la actuación de gobiernos de los dos partidos que, cuando han estado en la Moncloa, han sido incapaces de sacar adelante esta infraestructura. Y eso que hace ya una década que se incluyó en la Red Transeuropea de Transporte.

Para este mismo año 2021 a punto de acabar, quedan todavía cinco hitos pendientes que demuestran que España sigue perdiendo el tren: la finalización de las obras del túnel de Castellbisbal (Barcelona); la adjudicación del cambio de ancho entre Tarragona y Castelló; el tramo Murcia-Cartagena y el 'bypass' del Reguerón (proyecto en redacción); la licitación de las obras en Totana (Murcia), y el tramo Almería-Granada, que está en estudio y pendiente de proyecto.

En palabras de Boluda: "Llevamos cinco años reivindicando una infraestructura necesaria para Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña, pero también para España y para Europa. Estamos de aniversario, pero, desgraciadamente, hay muy poco que celebrar. El estado de las obras está muy lejos de finalizar y, en demasiados casos, de empezar. Y esto es un desastre para España. Nuestro país no puede perder el tren de la vertebración".